domingo, diciembre 20, 2009

TOM WAITS - "Frank's Wild Years"




El segundo álbum de Tom Waits que me compré fue "Swordfishtrombones". El primero, "Bone Machine". Se que es una manera algo rara de entrar en el mundo del señor de los pianos borrachos, pero si sobrevives a eso ya nada te matará. De hecho, a día de hoy, siguen siendo mis discos favoritos de su larga carrera. Quizá habría que incluir también "Small Change". En todo caso, las cosas como son, en principio "Swordfishtrombones" fue demasiado para mí. No lo entendía, aunque intuía que había algo muy bueno en esas canciones arrastradas y esquizoides que no parecían atenerse a ningún patrón normal de comportamiento. No había descifrado aún, supongo, determinados códigos con las que ahora convivo a diario. Me pasó con muchos otros discos por aquel entonces, en el lapso que va de los 15 a los 18 en una ciudad de provincias, una época propensa a las experiencias iniciáticas y los excesos drogadictos porque lo demás es apenas silencio y momificación. Me pasó con los Pixies y con el "Arise" de Sepultura. A veces echo de menos esa época donde todo era nuevo; más o menos durante los treinta segundos en que tardo en recordar todas las putadas que me pasaron por entonces y como era la cosa en realidad (no hay nada más letal que la nostalgia). Ahora ya no escucho mucho a los Pixies, creo que su principal papel en la historia del Rock&Roll es precisamente el de servir a unas cuantas generaciones como puerta de entrada a placeres menos obvios que Tom Petty o Iron Maiden. Tampoco suelo pinchar a los viejos Sepultura, aunque cuando lo hago reconozco todavía ese escalofrío de brutalidad que contenían. A Waits lo sigo escuchando regularmente. Y recuerdo que aunque el disco se me quedase grande, sí podía entender "Franks Wild Years". Sigue siendo una bonita y sencilla historia sobre ese impulso superior a nosotros. Ese vértigo de libertad que a veces nos impulsa a tirarlo todo por la borda. Normalmente, se sabe, esa libertad no dura mucho y acaba quemándose pronto, víctima de la misma energía destructiva que la generó, pero al menos mientras dura puede uno reirse a gusto, observando el espectáculo, "todo naranja Halloween y rojo chimenea". Ser un salvaje -se entienda como se entienda- siempre fue más divertido, aunque a veces resulte agotador.// LUIS BOULLOSA


Los años salvajes de Frank

Frank se estableció en el valle
y colgó sus años salvajes en
un clavo que paso a través de
la frente de su esposa.

El vendía mobiliario usado de oficina
allá en la carretera de San Fernando,
pidió un prestamo de 30.000 dólares al
15 y un cuarto, y pagó al contado
un sitio pequeño con dos dormitorios.

Su mujer era un gastado trozo de chatarra de avión *1
hacía buenos bloody marys, mantenía la boca cerrada
la mayor parte del tiempo. Tenía un chihuahua
llamado Carlos con algún tipo de
enfermedad de la piel y que estaba completamente ciego.

Tenían una cocina perfectamente moderna,
con un horno con autolimpiado (todo el cotarro).
Frank conducía un Sedan pequeño.
Eran tan felices

Una noche Frank volvía a casa del trabajo:
paró en la tienda de licores,
pilló un par de Mickey’s Big Mouths .
Se los bebió en el coche, camino de la estación de servicio,
compró cuatro litros de gasolina en una lata.

Condujo hasta su hogar, regó todo lo que
había en la casa, le prendió fuego.
Aparcó al otro lado de la calle, riendo,
viendolo arder, todo naranja
Halloween y rojo chimenea.

Frank sintonizó una estación de los 40 principales,
se metió en el autopista que iba a Hollywood,
se encaminó al norte.

Nunca había podido soportar a aquel perro.



Frank´s Wild Years

Frank settled down in the Valley,
and he hung his wild years on a
nail that he drove through his
wife's forehead.

He sold used office furniture out
there on San Fernando Road and
assumed a $30,000 loan at
15 1/4 % and put a down payment
on a little two bedroom place.

His wife was a spent piece of used jet trash
Made good bloody-marys, kept her mouth
shut most of the time, had a little Chihuahua
named Carlos that had some kind of skin
disease and was totally blind.

They had a thoroughly modern kitchen;
self-cleaning oven (the whole bit)
Frank drove a little sedan.
They were so happy.

One night Frank was on his way home
from work, stopped at the liquor store,
picked up a couple of Mickey's Big Mouth’s.
Drank 'em in the car on his way to the
Shell station; he got a gallon of gas in a can.

Drove home, doused everything in
the house, torched it.
Parked across the street laughing,
watching it burn, all Halloween
orange and chimney red.

Frank put on a top forty station,
got on the Hollywood Freeway
headed North.

Never could stand that dog.



*1 "spent piece of used jet trash". "Jet" puese ser un avión a reacción, pero también significa azabache, con lo que la traducción de la frase se complica. "jet black" significa "negro azabache", con lo cual, podría tratarse de un juego de palabras con "White trash" (término usado para describir a la clase blanca pobre. En ese caso habría que entenderlo como "basura negra azabache", en el sentido social. Supongo yo...

sábado, diciembre 19, 2009

THE DWARVES - Fuck Them All






Una banda que titula su disco de debut "Historias de Terror", su obra maestra "Sangre, Tripas y Coños" y la continuación de esta "Gracias al Cielo por las Niñas Pequeñas", no deja mucho espacio a la interpretación de su mensaje. Queda claro el origen de su imaginería y la intención de provocar. Nítido que están en ese lado cacharrero y purulento de la vida donde tan difícil es no pasar por error la fina línea que separa la máscarada jocosa de la simple idiotez. Sí hay espacio, en cambio, para la pregunta inevitable: ¿por qué a nosotros, urbanitas mentalmente equilibrados y maduros, entrados en la treintena, nos siguen molando tanto los putos Dwarves quince años después de la primera vez? No sabría explicarlo. Pero tampoco puedo explicarme por qué en las empresas se juega al amigo invisible y otras muchas cosas grotescas que me pasan cada día. Ni siquiera la presente traducción de uno de los temazos incluidos en "Thank Heaven..." lo aclarará del todo. Premios Nóbel no son, no. Es la música contenida en el disco -una lección magistral de infra-garaje punkoide, humor negro de high-school y gamberrismo crónico- la única que puede, al cabo, hacernos entender. Todo empieza y acaba ahí, como suele pasar, en esa coz en la boca, ese Rock&Roll de navaja oxidada que tantos han intentado copiar sin fruto, consiguiendo sólo mostrar su ineptitud. Y es que, como afirmé una vez y los años me siguen confirmando, hasta para ser escoria hay que sabérselo hacer.// COWBOY ISCARIOT


Me las follé a todas

Me folle a una en un sótano,
me folle a una en la entrada,
me follé a una en la silla del retrete
en el reservado de los servicios.
Me follé a una en un callejón,
de pie contra la pared.

Me las follé a todas

me follé a una en Exótica
y me contagió el blues.
Luego me follé a una universitaria
no tenía ni idea.
Me follé a una del revés,
como a una muñeca china.

Me las follé a todas

Parece que cepillarme putillas
fuese lo único que hago.
Hey! será mejor que vigiles tu culo
o me lo follaré también.

Me follé a una en un tren de mercancías,
descargando toda la noche.
Me follé a una nena en Pittsburgh,
los Steelers ganaron aquella noche.
Me follé a una operadora,
y ahora me coge las llamadas.

Me las follé a todas.




Fuck Them All

I fucked one in the basement
I fucked one in the hall
Fucked one at a toilet seat
in a bathroom stall
Fucked one in an alley
Up against the wall

I fucked em all

I fucked one in Exotica
And then I got the blues
Then I fucked a college girl
Didn't have a clue
Fucked one turning sideways
Like a China doll

I fucked em all

It seems like balling bitches
That's all I ever do
Hey you better watch your ass
I'll fuck that too

I fucked one on a freight train
Rolled a load all night
Fucked a girl in Pittsburgh
The Steelers won that night
Fucked an operator
Now she takes my calls

I fucked em all

sábado, diciembre 05, 2009

THE GOLDEN BOYS - "Electric Wolfman" (Alien Snatch)

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Nos gustaban mucho los Golden Boys. O quizá era más bien que nos caían simpáticos: unos gamberros entrañables que de vez en cuando creaban canciones con clase, regadas, eso sí, en generosas dosis de caos y borrachera. De hecho, si tuviese que hacer una barbacoa a lo grande (y Dios sabe que me hace falta), los contrataba a ciegas para que animasen el pase de la tarde, mientras la gente estuviese dando cuenta aún del churrasco, los choricitos y los toneles de cerveza (Para la noche, los ZZ Top, claro). No creo, sin embargo, que se pueda sacar mucho más de los actuales chicos de oro de Austin (Texas), visto lo que muestran en su último disco. Prometían mucho hace un par de años, es cierto. Sólo les faltaba centrar su discurso disperso y apuntalar las partes más personales; superar unas referencias variadas que a veces los hacían parecer más una banda de versiones que un proyecto definido, y afilar una originalidad que pese a todo se intuía debajo de la fiesta vaquera y los desbarres varios. Por desgracia no lo han conseguido. Es más, en este “Hombre-Lobo Eléctrico” la dispersión llega al paroxismo. Hay un tema de cramposa lisergia casera (“Do the Electric Wolfman”), alguna pesadilla inducida por la mala digestión de los Fab Four (“Rock With Me Forever”), pedestres arranques en los que parecen los teleñecos atacando “Lonsome Cowboy Bill” o cualquier otra de cuando en la Velvet estaban ya los hermanos Yule (“Painsman´s Lament”), acercamientos -salvas las distancias- a lo que fabricaban los Meat Puppets de “Huevos” (“Kontrol Girls”), baladas tejanas (supongo yo) en clave perdedor de bar y algo de Rock&Roll ciertamente incendiario pero poco original (“Goddam I Love The Ocean”). Una frase incluida en uno de los temas lo refleja bien: “I´m not gonna worry anymore, what for?”. Apuntaban más alto en aquel disfrutable “Whisky Flower” de hace algún tiempo -tienen otro álbum posterior que no he podido escuchar-, pero se quedan en divertida nota al pie en la oscura subhistoria del Rock&Roll. Lo de la barbacoa, eso sí, sigue en pie./Cowboy Iscariot

ENTREVISTA CON LOS CHAVALES Y RESEÑA DE "WHISKY FLOWER"

miércoles, diciembre 02, 2009

KURT VILE - "Childish Prodigy" (Matador)

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Adoro los discos que brillan bajo su aparente desaliño (a las personas también). El tercero (creo) de este individuo, residente en Filadelfia pero con médula creativa neoyorquina, es uno de esos. Lo intuí cuando pinché “Monkey”, ajustada rendición del clásico subterráneo de los Dim Stars (aquel supergrupo de cloaca “artie”, ¿recuerdan? Donde estaban Jad Fair, un desaseado Richard Hell y dos Sonic Youth). Y es que hay versiones que lo dicen todo, y ésta situaba a Kurt Vile (gran apodo, si lo es) en el laberíntico y fantasmal espacio del Nueva York de finales de los ochenta y principios de los noventa, aquel en el que viejas momias del punk, gloriosos despojos de la charcutería no-wave y nuevas bestias ruidistas cohabitaban. Y dentro del laberinto, en concreto, en la manzana donde fabrican ese romanticismo de cochambre urbana envuelto en alambre eléctrico, mitad rímel corrido mitad broncoespasmo, que ya es una de las maneras clásicas de formular el Rock&Roll.

La impresión la confirmaba, de arranque, la cojonuda “Hunchback”, una especie de walking-no-blues callejero con polución de guitarras al fondo y una voz que invoca la sacrosanta triada yonqui Reed-Hell-Carroll. Después, cualquier atisbo de mimetismo o copia eficaz se encargan de disiparlo otras siete canciones con alma y tripas donde cobra forma el desharrapado pero principesco talento del chaval. Sin artilugios. Sin cosmética. Sólo una cortante pero densa malla de electricidad estática para ayudar a reptar a un puñado de temas imperfectos, infecciosos como el amor, emocionantes, preñados de desmañada gloria suburbial, habitantes, a veces, de un hueco de trémula paz entre mundos colisión, encabritados otras. Acústico, eléctrico, suciamente rock, aproximativamente folk (“Blackberry Song” con la que se abre la segunda cara), con el mismo sonido espacioso y nocivo de un pulmón dañado, de un ampli que empieza a fallar. Con la bendita y dolida inocencia de los que empiezan. Canciones que se hacen gozosamente cortas, como si una vocación de oscuridad luchase para acabarlas ahí, a medio minuto escaso de convertirse en clásicos. Y está (manías personales) ese saxo de “Amplifier”, reminiscente de los imprescindibles Jazz Butcher, que torna el aire en delicioso, traqueteante, amanerado, fugaz pop inglés de la mejor cosecha. Y está, también, el remate con “Inside looking out”, un arrastrado blues urbano, menor, pero apreciable en su estancada mala baba de ciudad.

Un paseo bajo la lluvia de octubre, por el fondo del tonel de los chansonniers electrocutados. Se lo que dirán los escépticos (yo también lo soy cuando me lo puedo permitir): Esto ya se ha hecho/Es un disco menor/Naciste demasiado tarde. Pero uno piensa lo que piensa y no podemos pagar para siempre los pecados de los padres, por suculentos que fuesen. Háganse un favor y píllense el disco. Se ahorrarán unas cuantas patochadas "artísticas" y otras tantas giras de reunión. Y además, Carroll está muerto y Hell y tito Lou, a estas alturas, no son capaces de hacer algo así ni volviéndose a enyoncar. Un diez. Sobre cinco. Dicho está.//Cowboy Iscariot

PD.- Vile toca en el Wurlitzer Ballroom, tu antro amigo, el próximo 11 de diciembre.

martes, noviembre 17, 2009

SOON... The Jesus Lizard!!!

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Si, niños y niñas: Aquella banda era como un accidente de coche, pero ligeramente más disfrutable. Quince años después del primer contacto aún sigo quitándome astillas de cristal día sí día no. Hace nada se reunieron otra vez y Touch&Go ha reeditado, remasterizados, un puñado de álbumes IMPRESCINDIBLES para entender de que iba todo aquello, si es que alguien lo supo alguna vez. Eran (son, quizá) una bomba nuclear de hardcore mutado y reptante con el reyezuelo lagarto David Yow como sanguíneo y demoledor ariete. La víscera, el cerebro y humor negro como la vida misma, retratados en una entrevista que en estos momentos se gestiona en las cocinas de KAPUT con la redacción en pleno (o sea, yo, mi ardilla Hércules y mi colección de sadomaso japonés). Stay tuned for more senseless noise pollution!

miércoles, noviembre 11, 2009

VALLEKAS (vive y lucha)

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O al menos eso ponía en la camiseta de un colega mío que tocaba la guitarra en un conjunto punk.


(Por si a alguien le importa, todo fue bien. Incluimos algunas reflexiones post concierto de nuestro colaborador L. B., publicadas originalmente en su blog "Twistin' The Night Away")

Al día siguiente de dar un concierto se tiene resaca: todo es un poco desvaido, un tanto triste, ligeramente nublado y empapado en una especie de zumbido de fondo, como de altavoz sobrecargado. El día después uno se pregunta cuál es la razón por la que se hace lo que se hace, aunque todo haya salido bien. Llegaste, probaste sonido, te aburriste un buen rato esperando, te tomaste unas cervezas y un bocata de lomo con queso charlando de cosas -de cualquier cosa- con los que iban llegando. Y después, poco a poco, la sala se llenó y tu te subiste ahí y tocaste, y gritaste una serie de cosas que quizá se entendieron y quizá no, mientras la gente se agitaba en las primeras filas en un forzado amago de éxtasis. Y bajaste otra vez. Te dieron la enhorabuena. Te dijeron “Cada vez mejor, eh?”. Te dijeron “Muy compacto, cada vez mejor”. Un colgado te preguntó “¿Eres de Detroit?”. Los camareros invitaron a alguna copa más en vista de el asunto había salido bien. Y a recoger, antes de que sea peor. Y a tomar copas a destajo celebrando algo un tanto desenfocado. Celebrando que se llegó hasta allí, quizá. Que se sigue ahí, quizá. Que se está vivo, supongo. Que se crean cosas con lo que hay a mano. Los viejos rockeros urbanos... Somos los bardos de una tribu secreta y discreta de gente normal: curriquis, borrachos, algún pensador de incógnito. El barrio mismo, floreciendo a su curiosa manera, entre tercios de Mahou, canutos y visitas al tigre para ponerse unos tiros. El barrio desperezándose de su agobio semanal con los gastados ritos de la lujuria y la intoxicación. Somos la conciencia de esa casta, envuelta en trapos sucios, domingos aburridos y problemas para llegar a fin de mes. Una conciencia un tanto confusa y un poco triste, pero que va tirando, gracias, y ofrece ocasionales llamaradas, ocasionales carcajadas, ocasionales momentos de lucidez de los que surge la música, a trancas y barrancas. Será por eso por lo que se persiste, sí, pero al día siguiente hasta las respuestas son borrosas. Al día siguiente, en la insulsa vida de las oficinas, uno descubre que haber estado allí no le da más sentido al aquí, sino que le quita el poco que quedaba. Se añora algo impreciso, con ese deseo de ser un indio que le anida a uno en algún lugar, dentro, oculto profundamente bajo la capa de polvo y chatarra de los años pero vivo. Y se entiende que es un sarcasmo celebrar cualquier cosa. Pero se sabe que es la única manera de vivir.

lunes, noviembre 09, 2009

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La gente de giradiscos está trayendo buena parte de lo mejor que ha pasado por Madrid en los últimos tiempos. Compruébenlo en su myspace. A estos en concreto no los conozco, perdonen ustedes mi ignorancia, pero tienen buena pinta. Saludos a la galaxia.

viernes, noviembre 06, 2009

Poeta pop con alma punki




(Teniendo en cuenta que la edición de nuestro querido KAPUT en papel se retrasa y no sabiendo si determinadas cosas podrán entrar en la versión final, vamos soltando lastre. Aquí un tardío obituario en honor Antonio Vega a cargo del Arraiano mayor y Partisano del Pop, Mr. Aser Álvarez. yo tendría alguna cosa que decir al respecto, pero serían casi todo balbuceos nostálgicos y cruces de cables, así que mejor me callo).

“Hagámoslo bien, aunque no vaya a ninguna parte”. Esta frase preside el altar mayor de la bodega donde fermentamos la revista subterránea que ahora te sostiene. Semejante mandamiento vale para casi todo en la vida aunque sea poco práctico y más bien suicida, sobre todo en este país, donde hay que morir para que digan que has hecho algo en la vida. Entonces te conviertes en un mito y todos hablan bien de ti; las falsas alabanzas ruedan por los medios, rebozadas en mierda, y se amontonan entre palabras paja y patatas huecas. No podemos permitirnos el lujo de morir porque todavía no hemos hecho nada realmente bien. Acaso somos inmortales, hasta que se demuestre lo contrario, como con Antonio Vega. Se han dicho tantas tonterías y babosadas sobre él estos días que no sabemos muy bien por donde empezar. Quizás sea mejor hacerlo por el principio, como en la biblia de Dylan Thomas.

Mi oficio consiste en escribir obituarios sobre tipos vivos que sólo serán noticia cuando mueran, porque vivos no pasan de muertables más o menos conocidillos. El trabajar fuera de foco me otorga una libertad que ahora añoro. La actualidad se me viene encima y me adelantan las ruedas de mi propio coche en plena curva. El miedo al vacío me atenaza. La tensión congela mis neuronas y nuevamente recurro al sagrado opio del redactor urgente. Apenas una bolita como una nuez me une cósmicamente a Antonio Vega y a Thomas de Quincey. Ambos lo hacían bien, aunque no fuese a ninguna parte. Cuando podían, claro.

Estamos tumbados en una calle de Malasaña. El tórrido verano del 79 huele a pólvora y bodicrín barato. Buscamos el calor de las piedras y descubrimos juntos el “acojonante estado de bienestar” que nos proporciona esa nueva sustancia, muy de moda entre los rockeros, que nos traslada a algún lugar lejano, adyacente al jardín de antes de haber nacido. El descubrimento de la serenidad total hace que las bulliciosas tabernas del barrio, el orujo de hierbas y la chusma hueca del Penta carezcan ya de sentido para nosotros. Manadas de muñecas peregrinan a Malasaña desde los arrabales y William Burroughs desaparece tras una pesada cortina que huele a sábana picante de Tánger. Antonio Vega asegura que la materia prima del poeta es la palabra, aunque un tipo humilde como él nunca diría algo así. Palabras e imágenes ambiguas con fogonazos perdurables y destellos permanentes, añado yo, siempre pedante, incluso en estado de pedo. De Quincey asiente en silencio, aguanta el humo plateado, tose hasta la muerte y dice que el opiófago sólo se dedica a la ingesta de opio, aunque él haya escrito textos soberbios entre trago y trago de paraíso atormentado. Sólo del caos puede emerger el orden y el rigor, aseguran las comadrejas que corretean por el barrio. Perderse totalmente para recuperarse totalmente, o nunca jamás.

Encendemos la radio. Loquillo está emocionado y algo acojonado; con la muerte en los tacones. Juan de Pablos solloza y no es capaz de articular palabra. Diego Manrique pone algo de realidad. Teddy Bautista hace vomitar hasta a las ardillas enfarlopadas. Antonio Vega ha muerto. Suena un tema suyo de fondo y la emoción viaja a través de las paredes. Antonio parece sonreir tras su flequillo y susurra un poema en la oreja de Marga, que se acurruca en posición fetal, respirando el aliento de su canción. Burroughs lanza un latigazo de cuero sobre su cuaderno de polvillo verdoso. Harto de tanto barullo, De Quincey apaga la radio sin abrir los ojos y se vuelve a tumbar en el catre destartalado de la esquina. El pelma de Calamaro sigue encanutado y dando la chapa con su retórica inconexa de cerebro centrifugadora. Entonces me levanto y coloco la radio bajo las ruedas traseras del camión de la basura, que ahora dobla la esquina del Pico. Hacemos una yam en su capilla ardiente, de cuerpo ausente, sin pagar derechos.

Babosos y hornadas juegan al futbolín en Casa Camacho mientras Gallardón llora la muerte del poeta del pop. Una “plaza” del barrio lleva ahora el nombre de Antonio Vega. Es un pequeño espacio, un meadero, en la confluencia de las calles de Corredera Alta de San Pablo, Velarde y Fuencarral, a unos metros del Penta, donde ahora suena Yes, alguna melodía new wave y rock sureño. Un susurro llega al congreso. Antonio Vega ha sido el único artista pop español capaz de movilizar al jefe de la oposición. Enfrascado en pleno debate sobre el estado de la nación, Rajoy lató pleno y sacó unos minutos para mandar un mensaje de condolencia a la familia de Antonio.

El mismo día de su entierro, los investigadores del aire descubren en la atmósfera luminosa de Madrid veinte sustancias pertenecientes a cinco clases de drogas: cocaína, anfetaminas, opiáceos, cáñamo y ácido lisérgico. Ahora entendemos el egoísmo supino de esos seres misteriosos que corren por las calles disfrazados de deportistas. Doce años después de su propio entierro, Antonio Vega vuelve a cantar La chica de ayer, con su voz más íntima y verdadera, en la plaza del Dos de Mayo. Enrique Iglesias juega en el parque infantil y el Rata se mete un tiro entre los niños. Ya no hay tabernas, ni poetas, ni futbolines en varios quilómetros a la redonda. Y es que Malasaña ya no es lo que era. Pero la música de este tipo, que un día decidió perderse para siempre en los desiertos helados en busca de inspiración, nos sigue haciendo crujir las vértebras con su poética ambigüedad melancólica. Como una colilla que se consume en el suelo, dibujando círculos de humo perfectos.// ASER ÁLVAREZ

martes, noviembre 03, 2009

Oido, cocina???


Yo, particularmente, desconocía casi por completo la carrera de Israel Galván, pero nada en que colaboren los Orthodox puede carecer de interés, así que me voy de cabeza a ver "El final de este estado de cosas, Redux", guiado por mi viejo colega el instinto y a riesgo de ser calificado de pedante, modernillo y otra serie de cosas que por desgracia para mi progreso en esta puta sociedad, no soy.

El asunto transcurrirá los días 5, 6, 7 y 8 en el Teatro Español, dentro del Festival de Otoño de Madrid...

Y aquí tenemos un poco de información sobre el espectáculo en concreto...

Algo de crítica en acción...

Y una entrevista...

lunes, noviembre 02, 2009

Liga de No Alineados

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(Texto de Luis Boullosa incluido dentro de un artículo colectivo sobre nuevas bandas de Madrid, publicado en el Ruta de este mes. En la foto, La Familia Atávica ruega silencio)


...Claro que nos queda por explorar el extraño reino de lo fronterizo y lo bastardo, esa bullente franja, quizá lo más vivo de la supuesta “escena” del Foro, cuya definición es a contrario: los que no inclinan su cerviz bajo el castrante yugo de la etiqueta; nuevos diosecillos unos, prodigiosos supervivientes con espíritu hardcore los otros (hazlo tú y no dejes que te toquen los cojones) de aquella empanada irreal aunque trenzada con mimbres ciertos que fueron los recopilatorios “Madrid Terminal” (Subterfuge) y “Cómete Madrid” (BCore). Y es que, las cosas claras: jamás ha existido en la capital un panorama tan asombrosamente rico y talentoso como hoy (sí espejos donde mirarse y con los que comparar la propia estatura, francotiradores pírricos como Vamos a Morir o Mil Dolores Pequeños). La mera lista de la mitad de los implicados aquí y ahora en el cotarro ocuparía el total de este artículo. Ginferno, El Fabuloso Combo Espectro, Cohete, Grabba Grabba Tape, Rip Kc , The Joe K Plan, Disco Las Palmeras!, Mater Dronic, Decapante, La Débil, Desguace Beni, Rosvita, Dead Capo… por decir algunos que merecerían serio tratamiento individual y raramente lo tienen, condenados al reino del fanzine y el blog, y al bendito Myspace que ayuda a que los Lüger, por ejemplo, puedan meter a 150 personas en un bolo sin apenas avisar. Los grupos definen lo que hay. Van mis cinco favoritos por sintomáticos.

Margarita lo es de la madurez del panorama, una devastadora aleación de desabrida intención punk (inteligente, Wire, no los Pistols), tics heredados del mejor “indie” americano underground (Jesus lizard y otras bestias) y una pegada de las que te dejan el cerebro bailando unas semanas. “Tenemos que ver más con Sonic Youth que con Chuck Berry, aunque Chuck Berry es un jefe también”, dicen ellos, y lo refrendan en unos directos brutales. En su excelente y bien acogido disco “Parque Mágico” yacen más pruebas; un puñado de canciones densas, rápidas y gorjeadas histéricamente, sin concesiones más que a su propio arte, ese que habla, dicen, de “las ciudades, las personas, la buena literatura, los olores, ver a la gente fumar y la suela de los zapatos”.

La promesa/realidad son Lüger, un fenómeno natural de difícil explicación, de descarnada y al tiempo exuberante contundencia. Sexteto de anómala articulación Kraut Rock y planeadora visión con doble cabeza rítmica y dado a los virajes tóxico-interestelares, que conocí cuando los vi pasarle por encima a los pobres Intelligence como un escuadrón de combate en perfecta mutación de ruido y forma. Su idea madre era encontrar un espacio de expresión más libre. Parecen haberlo conseguido y además acaban de terminar la grabación de su primera referencia con Paco Loco. Una ola de música cósmica y poliédrica, en fin, que hay que ver en persona y que los convierte en uno de los mejores combos de Madrid desde ya.

Reznik, por su parte, son el ejemplo no del talento desbocado, sino de la voluntad y la actividad extenuante (promoviendo los seminales Liar Fests, tocando en todo puto agujero donde dejasen poner un ampli, siendo, en fin, esa banda-pegamento que ayuda a que una escena coagule adecuadamente). Comenzaron como trío y se han quedado en dúo instrumental de guitarra y batería, con primer disco -“El Mal”- recién salido del horno bajo el ala de Alone records (gracias sean dadas por su existencia). El trabajo no refleja del todo la tensa oscuridad que Diana y Lolo si consigue invocar sobre las tablas, esa especie de pasión fría y displicente, entre lo exaltado y lo gélido que es el principal y cortante activo de una banda que, en su gloriosa simplicidad, unas veces remite a Burzum y otras a los Joy Division. Ya es mucho.

El embrión por desarrollar pero en cuya melaza ya se intuye el bicho que es, son La Familia Atávica, con reciente disco autoeditado (Goo Goo G.joob Records), “Espíritu Espanto”, en el que se despejan algunas incógnitas y se plantean otras. El dúo Palacios/Cortés es en su mutante directo una ración suculenta de rock experimental, cubista y casero, con un tentáculo en los Residents y afines, otro en los Minutemen y su libertad radical de pensamiento y actuación y el tercero en el panel de mandos, intentando reprogramar el rumbo de la nave espacial a hostia limpia. El disco, irregular pero con momentos que amortizan la compra con creces, un tratado (en clave punk, en el fondo) sobre el error, lo aleatorio, el ruido subliminal, el desarrollo de la conciencia en los androides domésticos y otros temas de ineludible actualidad. Hay, inevitablemente, algún eco de lo aprendido en la nave de Javier Colis ("Te vas a Enterrar") y varios potenciales hits para el mundo del cortocircuito y la alienación tecnológica.

Y en el extremo que no podemos dejar de comentar, lindando con las bandas salvajes de hardcore y de metal (los brutales Adrift, por citar un ejemplo palmario y aquí ninguneado), están los Moho, a caballo entre mundos, en un páramo propio. Son un trío oscuro, poderoso y agreste que sólo necesitó un día para facturar su tercer largo, el devastador, imperfecto y luminoso “Chotacabra”, un engendro basado en la ausencia de ornamento innecesario, la repetición y la reverberante simplicidad. Misteriosos y únicos, hermanos eremitas y desaseados de los High On Fire por momentos; cofrades en otros de ese metal agónico de paso lento y acorazado, casi procesional, que es indefiniblemente autóctono. Otros que se han pateado las tablas hasta el hueso.

Príncipes, todos, por derecho.

miércoles, octubre 21, 2009

PAPA WON'T LEAVE YOU (Henry)

“And if I die don’t bother me/just dig me a six foot hall/with a candle at my head & feet/& a jar of alcohol”, cantaba el viejo Shane (cito de memoria) en “Paddy Rolling Stone”, uno de los temazos de esa joya oculta que es su segundo y último álbum en solitario, “The Crock of Gold”. Pues eso. Van diez temas y un álbum sobre la muerte elegidos por nuestro comandante en jefe Cowboy Iscariot durante su última resaca de Pernod. A escuchar como velatorio improvisado e íntimo por las almas perdidas y los que estuvieron y ya no están. Futuros comentarios en profundidad (abisal).



Papa Wont Leave You, Henry (Nick Cave)

The Old Laughing Lady (Neil Young)

Death, Dying & Channel Five
(Giant Sand)

Death is Hanging Over Me (Nikki Sudden)

Sixteen Straws (The Drones)

People who Died (Jim Carroll)

My Old Man (Ian Dury)

Paddy Rolling Stone (Shane MacGowan & The popes)

Man in the Long Black Coat (Dylan)

Death is Not the End (Dylan)

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Magic & Loss (Lou Reed)

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miércoles, octubre 07, 2009

ORTHODOX – “Sentencia” (Alone Records)

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De cuando en cuando surgen bandas de esas que lo enganchan a uno por el cuello pese a lo difícil de su propuesta. Te encuentras un día cualquiera, perdido en el transcurso de la vida que te arrastra, y la pregunta viene a tí, out of the blue... ¿Y cuando coño saldrá el próximo disco de estos cabrones? Orthodox son una de ellas, jóvenes pero veteranos, con una carrera impecable que va del brutal “Gran Poder”, pasa por el inmenso “Amanecer en Puerta Oscura” y desemboca en este “Sentencia” que irritará o fascinará, pero de ninguna manera deja indiferente. Un seguro, en todo caso, de que lo que venga será un manjar para los oidos, para la mente y para el alma, pero un seguro también de que uno tendrá que hacer un esfuerzo intenso para digerirlo. No son comida rápida. No son una banda complaciente. Tras escucharlos se termina saturado de sensaciones y solo después, cuando se drena todo, cuando la psique ha hecho su pesada digestión, se comprende en su totalidad el hecho: que no sólo sus discos son enormes, sino que uno es mejor (no más bueno, mejor) después de ellos. Triple ejercicio, auditivo, mental y emocional, como cualquier disco debería aspirar a ser, y si se quiere también visual, como se puede comprobar en el excelente libreto de su último trabajo.

Es el suyo un extraño viaje a alguna parte aún desconocida que partió del metal pesado de raigambre oscurantista (Venom, Black Sabbath, High On Fire) para explotar sin previo aviso, virando, sobre turbios aromas jazz, a un muy intenso paisajismo sonoro que uno no había catado por aquí antes. En Kaput definíamos esa evolución hace algún tiempo en nuestra reseña de “Amanecer...”: “Si antes eran obsesivos, ritualísticos, terrosos, monocromáticos, ahora han cobrado la capacidad de transportar al oyente a lugares extraños, aunque sean, como sucede siempre, aquellos a los que el mismo oyente sea capaz de proyectarse. Nuevos paisajes se levantan, levitando solemnes pero al tiempo juguetones, plenos de matices y caras equívocas: lo mismo puede ser un abracadabrante paso de carnaval veneciano (...) que un opiómano arabesco de humo y metales. La música parece obedecer esta vez a un pulso más natural, como si de la opaca brusquedad de la edad del bronce hubiésemos pasado a las primeras civilizaciones y la vida floreciese. Orillas orientales, trompetas de victoria, música súbitamente carnal”.

No presenta “Sentencia” el abigarrado caudal mediterráneo, sino una solemne (pero también burlona) exhumación, una reducción al hueso, formulada lejos del esquema del rock o el metal, con una intro, un cierre y un elemento central de veintitantos minutos que se ancla en la tradición de la música cofrade andaluza tanto como se expande hacia un experimentalismo ascético, sintético, trenzado con marinera pobreza, con pocos mimbres, pero que resuena, quizá por eso, con disonante grandeza. Escasean las guitarras y cuerdas, o subyacen, domina intimidante el órgano, son las percusiones naturales pero lejos de lo físico, suenan a ceniza las trompetas y esa voz imperfecta que recuerda a las extáticas salmodias de Michael Gira en los Angels of Light. Es un trabajo que succiona el tuétano de ese ascetismo cruel que alguna vez fue la médula de España y que ahora resta solo en determinadas músicas y contados excesos. Y así, deriva por las calles oscuras, mal iluminadas, indefiniblemente misterioso cuando el clarinete ulula quedo, vibrante cuando chirría en clave de jazz agnóstico sobre la marcha procesional, un paso de Semana Santa descarnado y espectral.

Mantienen, eso sí, la innata capacidad para transportar al oyente a otros lugares, acaso más mentales que físicos. ¿Música sacramental o pagana? ¿O acaso el improbable pero real punto de intersección entre ambas? Un disco que es un interrogante en sí mismo y un desafío para cualquiera que quiera establecer su reino más allá de los clichés. Habrá que darles eternamente las gracias a Marco Serrato y compañía por abordar con tal sencillez un barco que los demás atisban en la lejanía, presas de una miopía nacional endémica, encadenados por la nostalgia al tópico o al síndrome del copista. Y a la gente de Alone Records, que los mantienen como la joya central de su corona, entre otro nutrido de bandas de sumo interés.

Quizá sean un sarcasmo del Diablo mismo que aquí se regocija en antinatural y polvorienta asociación con Dios... //LUIS BOULLOSA

Y LA VISIÓN de EL DRUIDA... Muy bueno lo de "lokian entity"...

lunes, septiembre 14, 2009

GO GET ME A DOUBLE PERNOD (Muerte callada de Jim Carroll)

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Era su voz la que que decía aquello de "Go get me a double Pernod" entre el estruendo de copas brindadas y acoples del Live At Max Kansas City de la Velvet Underground, uno de esos discos en el que la atmosfera de humo y mala vida casi se puede tocar y que ha acompañado a un servidor muchas más tardes de las aconsejables para conservar la salud. Su voz la que gritaba que todos sus amigos habían muerto en "People Who Died", el inevitable hit de su primer álbum, ese sardónico "Catholic Boy" (Atlantic, 80) que pese a su evidente pleitesía loureediana volaba alto, amparado por una lírica afilada marca de la casa y una banda ajustada como un guante a sus aviesas intenciones -Steve Linsley (bajo), Wayne Woods (batería), Brian Linsley (guitarras) y Terrell Winn (guitarras)-. Era también suya la mente que escribió esos archicitados "Diarios del Baloncesto" y la larga, demacrada y simbólica figura entre warholiana y quijotesca por la que habían pasado, aparentemente con igual intensidad, vicios y virtudes. Baloncestista, heroinómano, chapero suburbano, poeta maldito enrolado en esa caterva de fantasmales dobles neoyorquinos de Rimbaud y compañía. Rockero en el filo; ni siquiera el destrozo previsible que le inflingió Leo Di Caprio cuando intentó acercarse a su figura en "Diario de un rebelde" consiguio privarle de un prestigio eminentemente subterráneo. Hizo muchas cosas más, claro, pero nuestra memoria es siempre parcial, egoista y caprichosa, y hacer justicia a un artista cuando llega su turno exige hacérsela también en vida, y eso raramente sucede. Con modestia, nos conformamos hoy con recordarlo con la misma mezcla de distancia y pasión que parecía exudar cada palabra que dejó para el futuro. Ataque al corazón a los sesenta años, según fuentes imperiales.La cosecha de outlaws de este año esta siendo cruenta y sin cuartel.



People Who Died

Teddy sniffing glue he was 12 years old
Fell from the roof on East Two-nine
Cathy was 11 when she pulled the plug
On 26 reds and a bottle of wine
Bobby got leukemia, 14 years old
He looked like 65 when he died
He was a friend of mine

Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
They were all my friends, and they died

G-berg and Georgie let their gimmicks go rotten
So they died of hepatitis in upper Manhattan
Sly in Vietnam took a bullet in the head
Bobby OD'd on Drano on the night that he was wed
They were two more friends of mine
Two more friends that died / I miss 'em--they died

Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
They were all my friends, and they died

Mary took a dry dive from a hotel room
Bobby hung himself from a cell in the tombs
Judy jumped in front of a subway train
Eddie got slit in the jugular vein
And Eddie, I miss you more than all the others,
And I salute you brother/ This song is for you my brother

Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
They were all my friends, and they died

Herbie pushed Tony from the Boys' Club roof
Tony thought that his rage was just some goof
But Herbie sure gave Tony some bitchen proof
"Hey," Herbie said, "Tony, can you fly?"
But Tony couldn't fly . . . Tony died

Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
They were all my friends, and they died

Brian got busted on a narco rap
He beat the rap by rattin' on some bikers
He said, hey, I know it's dangerous,
but it sure beats Riker's
But the next day he got offed
by the very same bikers

Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
Those are people who died, died
They were all my friends, and they died


domingo, septiembre 13, 2009

CCKMP (Cocaine Cannot Kill My Pain)

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Me cae bien Steve Earle, un monstruo de la música americana por derecho propio, aunque en los últimos tiempos se le haya ido un poco la mano con el rollito politizado. En todo caso, siempre se le ha ido la mano con todo lo que ha pillado por delante. Recuerdo que lo conocí por un artículo en el Ruta, hace lo que se me antoja como un millón de años. No se si en ese mismo artículo o en otro, contaba el tipo que era muy aficionado al Gansta Rap. ¿Por qué? Sencillo: uno puede ser todo lo cowboy que quiera, pero cuando su vida de heroinómano deshauciado transcurre principalmente en el guetto negro de Nashville, pillandole material a camellos del mismo color, se hace al ambiente. Aquí un ejemplo escrito de como sintetizar la total desolación del asunto en cinco estrofas. Y de regalo un directo reciente (con mal sonido), uno del 96 en el que al mando de The Dukes se merienda "It Takes a Lot to Laugh" de Dylan (sintomática la intro: (“Walk slow, drink a lot of water, sleep as much as you can, try to do your own time. Do you know what I´m saying?”) y un extracto de un excelente documental sobre los Pogues que tengo pero cuyo nombre no recuerdo, donde se deja caer por el estudio para hacerse un temita.

Fotos: Annie Leibovitz y Bill McGuire

CCKMP

La cocaína no puede matar mi dolor,
como un tren de carga a través de mis venas.
La cocaína no puede matar mi dolor.

El whisky no tiene poder sobre mí.
Me libré de sus cadenas en Tennessee.
El whisky no tiene poder sobre mí.

No vengas a llamar a mi puerta.
Ya ni siquiera eso funcionaría.
No vengas a llamar a mi puerta

La heroína es lo único.
El único presente que trae la oscuridad.
La heroína es lo único.

Será mejor que me dejes solo.
Al menos hasta que esta tristeza se haya ido.
Será mejor que me dejes solo.



CCKMP

Cocaine cannot kill my pain
Like a freight train through my vein
Cocaine cannot kill my pain

Whiskey got no hold on me
Left them chains in tennessee
Whiskey got no hold on me

Dont come knockin on my door
Even that wont work no more
Dont come knockin on my door

Heroin is the only thing
The only gift the darkness brings
Heroin is the only thing

Guess youd best leave me alone
At least until these blues have gone
Guess youd best leave me alone







lunes, septiembre 07, 2009

Punk, ¿Qué Punk? Este PUNK!!!

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5 COBRAS & SUZIO 13 (Sala Lullaby, Usera, 5-9-09)

CUANDO LA GENTE SANA DOMINABA LA TIERRA...

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... Aparte de un coñazo, sólo quedaba una esperanza: MOLESTONES
A los que por cierto pueden ustedes ver este sábado, 12 en la sala EL SOL (c/Jardines, Metros Gran Vía y Sol), acompañados de los malagueños 2000 LOCOS y por la acostumbrada tropa de frailes renegados, filósofos de tonel, hadas bipolares y demás individuos que se cayeron de pequeños en la marmita del Rock&Roll. No falten.

jueves, septiembre 03, 2009

MAN IN THE LONG BLACK COAT






Por mucho que haya quien situe el renacimiento creativo de Dylan en el abismal y enorme "Time Out Of Mind", obra maestra indiscutible, lo cierto es que sería más apropiado colocarlo en 1989, año en el que factura un disco clave y un tanto olvidado en el que no en vano es también Daniel Lanois el que se ocupa de los controles: "Oh, Mercy". Una lectura al capítulo de "Crónicas" en el que se ocupa de la gestación del trabajo deja claro que Lanois no fue simplemente un productor, sino que aportó el extra necesario de motivación para que Dylan, que había pasado sus años más bajos, volviese a plantear enigmas dignos de atención y a desarrollar una carrera desde entonces espléndida si obviamos el traspies de "Under The Red Sky". Sin desperdicio, el disco tiene sin embargo un aire buscada u obligadamente menor, un cierto caracter de crónica de historias marginales y polvorientas perdidas en una dimensión paralela de patios traseros, calles desiertas, hoteles ruinosos y chamizos cubiertos de maleza; desapercibidos acontecimientos de un tercer mundo no claramente ubicado y reflexiones escépticas escupidas con calma y precisión contra el mundo exterior por una voz que por aquel entonces ya había tragado mucho polvo en el camino. Exceptuando "Political World" y la rabiosa "Everything is Broken", pura bilis autoinyectada, temazos como "Ring Them Bells", "Most of The Time" o "What Was It You Wanted" muestran esa contención en el gesto no exenta de subyacente agresividad, una especie de recelo ante lo grandilocuente que es compensado con un sonido sencillamente magistral. La palabra clave es "espacio", una sensación jodida de conseguir -no basta con ralentizar los tiempos- y que empapa cada surco de "Oh Mercy", permitiéndonos entrar en una latitud distinta, un laxo devenir temporal que me hace evocar inevitablemente la palabra exilio. Y puede que en efecto este sea un disco de exilio, aunque también lo es de regreso. Monarca retirado a medias y aficionado a surcar el caribe con la familia en su barco (como sorprendentemente cuenta en las citadas "Crónicas"), Dylan evoca en algunas de sus letras un entorno de nocturna amenaza tropical, si bien, como es sabido, las historias y las dudas universales pueden hallar cobijo casi en cualquier paisaje. Ejemplo mayúsculo de todo lo dicho es este "Man In The Long Black Coat". Mark Lanegan, una de las pocas voces actuales capaces de emular la seca profundidad emocional de monstruos como Johnny Cash, aportó una mayúscula versión, publicada en la banda sonora de "I´m Not There". Un puñado de temas a revisar urgentemente y que, para el que firma, están bastante por encima de lo mostrado en los últimos dos discos de Zimmerman. Para los que quieran comprobar como esas canciones nacen y evolucionan, su ductilidad y sus posibilidades, su raíz y su empaque, recomendamos una inmersión en el último y prodigioso volumen de las Bootleg Series, donde hay un buen número de tomas alternativas y descartes del disco (de las sesiones son también "Dignity" y "Series of Dreams") sencillamente espléndidas.// LUIS BOULLOSA



El hombre del largo abrigo negro

Gorjean los grillos, hay marea alta,
Un vestido de suave algodón se seca tendido en la cuerda.
La ventana abierta de par en par, árboles africanos
que se inclinan hacia atrás por la brisa de un huracán.
Ni una palabra de adiós, ni siquiera una nota
Ella se fue con el hombre del largo abrigo negro.

Alguien lo vio pasando el rato
en la vieja sala de baile, a las afueras del pueblo.
La miró a los ojos cuando lo paró para preguntarle
si quería bailar, y su cara era como una máscara.
Alguien dijo que había citado la biblia;
había polvo sobre el hombre del largo abrigo negro.

El predicador estaba hablando, daba su sermón,
dijo: “la conciencia de todo hombre es vil y depravada
No puedes depender de ella como guía
cuando eres tu quien debe mantenerla satisfecha”.
No es fácil de tragar, se encalla en la garganta;
Ella le dio su corazón al hombre del largo abrigo negro

No hay errores en la vida, dice alguna gente,
y es cierto a veces, puedes verlo así.
Pero la gente no vive o muere, la gente solo flota
Ella se fue con el hombre del largo abrigo negro.

Hay humo sobre el agua, ha estado allí desde junio
troncos de árboles desprotegidos bajo la alta luna creciente
Siente el pulso y la vibración y la rugiente fuerza,
alguien ahí fuera está golpeando un caballo muerto *1
Ella nunca dijo nada, no hay nada que escribiese;
Se fue con el hombre del largo abrigo negro.

*1 - “Beating a dead horse”: Expresión usada para referirse a alguien que hace algo sin esperanza ni posibilidad de obtener resultado alguno.



Man In The Long Black Coat

Crickets are chirpin', the water is high,
There's a soft cotton dress on the line hangin' dry,
Window wide open, African trees
Bent over backwards from a hurricane breeze.
Not a word of goodbye, note even a note,
She gone with the man
In the long black coat.

Somebody seen him hanging around
At the old dance hall on the outskirts of town,
He looked into her eyes when she stopped to ask
If he wanted to dance, he had a face like a mask.
Somebody said from the Bible he'd quote
There was dust on the man
In the long black coat.

Preacher was a talkin' there's a sermon he gave,
He said every man's conscience is vile and depraved,
You cannot depend on it to be your guide
When it's you who must keep it satisfied.
It ain't easy to swallow, it sticks in the throat,
She gave her heart to the man
In the long black coat.

There are no mistakes in life some people say
It is true sometimes you can see it that way.
Bridge: But people don't live or die, people just float.
She went with the man
In the long black coat.

There's smoke on the water, it's been there since June,
Tree trunks uprooted, 'neath the high crescent moon
Feel the pulse and vibration and the rumbling force
Somebody is out there beating the dead horse.
She never said nothing there was nothing she wrote,
She gone with the man
In the long black coat.

domingo, agosto 23, 2009

WHERE EAGLES DARE



Dando vueltas por los Myspace de gente extraña y mujeres embrujadas me encuentro con esta maravillosa versión de "Where Eagles Dare". La original es de los Misfits, y la podeis ver abajo para comprobar lo que un tío con talento como David Pajo hace con el legado de Danzig, Only y (sepulcral) compañía. Nunca he sido un fan enfermizo de los Misfits; me parecen apreciables y curiosos, como una especie de Ramones que no tuvieron suerte (no es que los de Queens tuviesen tampoco demasiada), una polución nocturna adolescente que jamás llegó al grado de honestidad y perfección Kistch de los Cramps, por ejemplo, pero que alberga algo extraño, es cierto, en su interior. En todo caso, Pajo, un geniecillo oscuro, fue miembro de los seminales Slint y luego prestó servicio para bandas y artistas del calibre de King Kong, The Palace Brothers, Stereolab, Royal Trux, The For Carnation, Matmos, Tortoise y Bonnie 'Prince' Billy. Ahí es na. Ahora le ha dado por hacerse un disco de versiones acústicas de los Misfits ("Scream With Me", Black Tent Press). Pues vale. Por lo que a mi respecta, esta tonada vale para justificar una carrera, aunque sea sólo un "cover". No se si me produce ganas de llorar, de reir o de ambas cosas al tiempo. ¿Recuerdan ustedes esa sensación?// Cowboy Iscariot.


We walk the streets at night
We go where eagles dare
They pick up every movement
They pick up every loser
With jaded eyes and features
You think they really care

I aint no goddamn son of a bitch
You better think about it baby
I aint no goddamn son of a bitch
You better think about it baby, babe

An omelet of disease awaits your noontime meal
Her mouth of germicide seducing all your glands

I aint no goddamn son of a bitch
You better think about it baby
I aint no goddamn son of a bitch
You better think about it baby, babe

Lets test your threshold of pain
Lets see how long you last
Thats happened in your rape
On bosoms of your past

With jaded eyes and features
You think they really care
Lets go where eagles dare
Well go where eagles dare

I aint no goddamn son of a bitch
You better think about it baby
I aint no goddamn son of a bitch
You better think about it baby
I aint no goddamn son of a bitch
You better think about it baby
I aint no goddamn son of a bitch
You better think about it baby, hey



sábado, agosto 08, 2009

MICHAEL´S WHITE HANDS

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“Michael's White Hands fue escrita después de ver en la televisión un especial sobre Michael Jackson, pero solo use el hecho como un punto de partida. Como otros muchos millones de personas estaba completamente absorvido por el maravilloso surrealismo de su vida. Para mi era como si millones de personas le hubiesen infundido vida de manera colectiva. El es la fantasía mediática definitiva, el verdadera y lógica encarnación de nuestros sueños ocultos y más enfermos. Es el profeta definitivo de los medios de comunicación, el consumismo corporativo y nuestro infantil y compartido narcisismo. Simultáneamente, los medios estaban alucinando con el inicio de la Guerra de irak. La cara de gárgola de Saddam Hussein brillaba en todas las pantallas, como el amenazador reverso de la danzante imagen de ninfa de Michael, y las dos imágenes confluyeron en mi mente en una sola criatura, urgiéndonos a nuestra autodestrucción televisada. Lo merecemos“.

Michael Gira en Pitchfork



Las Manos Blancas de Michael

Llegamos desde el mar
y después yacimos en la arena
pero continuamos respirando
viendo las manos blancas de Michael.
Ahora el viento trae un hambre
y algunas semillas del pasado
que llegan como un enjambre
para repartir su daño
a la gente que se esconde
en las habitaciones y las murallas
de una nación de ningún lugar
donde los niños comen oro
donde nuestros sueños yacen desnudos
donde ningún futuro es ignorado.
donde nos maravillamos con el país
viendo las manos blancas de Michael.

Haz que su cuerpo como Cristo
venga a mí en esta cama
aunque los animales lloren
la cara de Michael está ahora muerta.
Pero el jamás nació
así que jamás podría morir,
alimenta su sed sin drogas,
las manos de Michael nos tocarán.

Cierto, no creo en nada claramente,
pero creo en la barba de Michael.
El Reino brilla sobre su cara.
Aquí viene hacia nosotros, me arrodillo,
arranca el corazón de nuestros agujeros,
sus manos de amor son pesados carbones.
Michael viene con manos de aguamiel.
Michael viene con dientes como un relámpago.
Michael trae la verdad que ha sido negada.
Michael mata al niño interior.
Arranca los árboles para nuestros combustibles.
Rompe las calles sobre las ruinas.
Trae destrucción y trae el final.
Alimenta mis pulmones con gas.
Si, creo
en las manos blancas de Michael.
Creo en las manos blancas de Michael.



Michael´s White Hands

We came up from the sea
then we lay in the sand
but continue to breathe
watching michaels white hands
now the wind brings a thirst
and some seeds from the past
and they come in a swarm
to deliver their harm
to the people that hide
in their rooms in the walls
in a country nowhere
where their children eat gold
where our dreams are laid bare
where no future is laid past
where we wonder this land
watching michaels white hands.

Make his body like christ
come to me in this bed
yet the animals cry
michaels face is gone dead
but he never was born
so he never could die
feed his thirst without drugs
michaels hands will touch us.

Yes i believe in nothing clear
but i believe in michaels beard
kingdom shines upon his face
here she comes to us i kneel
cut the heart out from our holes
his hands of love are heavy coals
michael comes with hands of mead
michael comes with lightning teeth
michael brings the truth denied
michael kills the child inside
break the trees up for our fuels
break the streets upon the ruins
bring destruction and bring the end
feed the gas into my lungs
yes i believe in michaels hands
i believe in michaels hands.



Who is this man? (II)

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Time is Money (Bastard)

Your body is private.
Your mind is sacred.
You should be violated.
You should be violated.
You should raped.
You should be... Raped.
I need you.
I need you.
I want them to do this to you.
I want them to do this to you.
Bastard.
Tear it down.
Tear it down.
Burn it.
Burn it.
Break it.
Break it.
Break it.
Break it.
Lacerate it.
Lacerate it.
Lacerate it.
Lacerate it.
And you suck it.
And you suck it.
Suck it.
Suck it.
Suck it
Suck it.
Someone less privileged than you should use you.
Someone weaker than you should rape you.
You should be violated.
You should be violated.
You should be raped.
You should be raped.
You should be raped.
You should be raped.
Don't fight back.
Don't fight back.
I need you.
Don't fight back.
Don't fight back.
I want them to do this to you.
Bastard.
I want them to do this to you.
Bastard.
Tear it down.
Tear it down.
Burn it.
Burn it.
Burn it.
Burn it.
Burn it.
Burn it.
Burn it.
Break it.
Break it.

miércoles, agosto 05, 2009

THE STRANGE BOYS - wurlitzerballroom, Madrid (30-7-09)



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La queja es habitual: “Ya no hay bandas como las de antes”. La verdad es que sí las hay; hay decenas de bandas secretamente enormes pululando por ahí en tus mismas narices, colega. Apenas pasada la mayoría de edad legal, los Strange Boys, son una de ellas. Lo afirmaron con inapelable chulería en su excelente disco debut “...And girls club” (In The Red) y lo confirmaron el otro día en el Wurli, ante una nutrida parroquia de enterados & iniciados & despistados, tomando la tradición americana al asalto con alegre desparpajo infantil. Hora y media de garaje agreste y blues ácido, tenso, un ojo siempre puesto en aquel Dylan que reinventara la empanada eléctrica a mayor gloria del R&R. Todo ello, claro, dirigido y proyectado más allá de sus propios límites por la voz del jefecillo/geniecillo Ryan Sambol, esa especie de mutante hilo extraño que oscila entre el maullido de un gatito y la perorata del pato Lucas con una curda considerable. Algunos consideran que no sabe cantar, pero lo cierto es que sin él la banda se quedaría en un funcional y noble combo de rock de raíz y con él va mucho más allá, entrando en un territorio desconocido donde las normas, de pronto, ya no son las de siempre. Caracter, se llama; personalidad. Remataron el set con una excelente toma de “Lodi” de la Creedence y volvieron para dar una propina generosa, como banda americana que son, con varias versiones más (Everly Brothers y Dead Moon, creemos) y una final “Gloria“ empapada en coscorrones de tequila y fiesta general. Vitalistas y al tiempo profesionales, misteriosos también. Una de esas bandas que hacen que la vida sea sencillamente mejor. Paguen ustedes un pastón por ir a ver a los sobrevalorados Wilco. A mi me encontrarán con los Chicos Extraños. A ver quien es más snob.// Cowboy Iscariot

Y una versión algo más reducida que hice para el Ruta, que ha salido en el ejemplar de Septiembre 09.

Hay bandas como las de antes, igual de libres, honestas, independientes y brillantes. Es cuestión de dejar de llorar y tener las ganas y la energía de buscarlas, tampoco es tan difícil. Casi recién nacidos, apenas superada la mayoría de edad legal, los Strange Boys ya son una de ellas. Sobre las tablas del Wurlitzer los dejaron bien clarito, reviviendo con innata clase su excelente disco debut “...And girls club” (In The Red) y desatando un estallido de garaje agreste y blues ácido, tenso, un ojo en el fantasmal Dylan eléctrico de Highway 61 y el otro en una tradición americana que saquean con infantil y visionaria despreocupación. Guíaba, marcaba a fuego, la voz de Ryan Sambol, por llamar voz a esa salmodia entre gutural e histérica con la que el geniecillo baña todo lo que toca. Quienes afirman que no sabe cantar deberían entender que sin él la banda no pasaría de funcional y noble combo de rock de raíz. Con él (que por cierto escribe también las magníficas letras) pasan de la réplica al territorio incógnito de la pura creación. Remataron, ya entregado el público, rindiendo merecido tributo a Creedence, Everly Brothers, Dead Moon y Them, con una final “Gloria “ empapada ya en coscorrones de tequila y fiesta general. Cercanos y misteriosos a un tiempo, pese a su simplicidad. Paguen ustedes un pastón por ir a ver a los sobrevalorados Wilco, que a mi me encontrarán con los Chicos Extraños. A ver quien es más snob.//LUIS BOULLOSA

Foto - Jacqueline Fernandez

lunes, julio 27, 2009

LA FAMILIA ATÁVICA - "Espíritu Espanto" (Goo Goo G..joob Records)


Ración de Rock experimental, cubista y casero: Un tentáculo en los Residents y afines, otro en los Minutemen y su libertad radical de pensamiento y actuación; el tercero en el panel de mandos, intentando reprogramar el rumbo de la nave espacial a hostia limpia. Espíritu Espanto, primer disco del Duo Palacios/Cortés, nucleo mutante imprescindible en el underground madrileño de ahora mismo, se me antoja un tratado (en clave punk, en el fondo) sobre el error, lo aleatorio, el ruido subliminal, el desarrollo de la conciencia en los androides domésticos y otros temas de ineludible actualidad. Hay, inevitablemente, algún eco de lo aprendido en la nave de Javier Colis ("Te vas a Enterrar"), gélidos y mínimos pasacalles cercanos a los postulados del Ian Curtis que firmó Closer ("Sin Blues") y varios potenciales hits para el mundo del cortocircuito y la alienación tecnológica. No me gusta la producción y es un disco irregular, dubitativo por momentos, embrionario casi siempre (quizá esa sea parte del encanto), pero todo ello no debería empañar el hecho de que hay (muchos) pasajes sobresalientes donde se muestra una personalidad fieramente particular y paisajes en los que intenarse sin miedo a encontrarse con las viejas vistas de postal (aunque sea experimental). Pocos se atreven a transitar estas nebulosas sin coartadas baratas que les cubran la espalda. Prometedor reflejo de una banda honesta, valiente y en crecimiento constante, como sobradamente han demostrado en sus excelentes conciertos. El futuro ya está aquí (o allí).//Bastard Son of Cheetah Chrome

domingo, julio 26, 2009

VIENTO IDIOTA (Blood on the Tracks, 74)




Quizá la canción de odio por excelencia. Tan cercana al amor que ambos se confunden. ¿O era al revés?


Viento idiota

Alguien la tiene tomada conmigo
y está colgando historias en la prensa.
Sea quien sea, espero que corten pronto,
pero cuándo lo harán es algo que solo puedo suponer.
Dicen que me cargué a un tal Gray y me llevé a su mujer a Italia,
que ella heredó un millón de dolares y que cuando murió me quedó a mí.
No puedo evitarlo
si tengo suerte.

La gente me ve constantemente y ni siquiera son capaces de recordar como actuar.
Sus mentes están llenas de grandes ideas, imágenes y hechos distorsionados.
Incluso tú, ayer, tuviste que preguntarme en que punto estábamos;
no podía creerme, después de todos estos años, que no me conocieses algo mejor que eso,
mi dulce dama.

Viento idiota, soplando cada vez que mueves la boca,
soplando por las carreteras olvidadas que conducen al sur.
Viento idiota, soplando cada vez que mueves los dientes,
eres una idiota, nena,
es asombroso que aún sepas como respirar.

Corrí hasta la pitonisa, que dijo “cuídate de un rayo que podría caer”.
No he conocido un pedazo de calma durante tanto tiempo que no puedo ni recordar como era.
Hay un viejo soldado allá en la cruz, el humo saliendo de la puerta de un vagón de carga;
no lo sabías, no sabías que pudiese hacerse, pero en el disparo final ganó la guerra
tras haber perdido
todas las batallas.

Desperté al borde del camino, medio soñando con el modo en que las cosas son, a veces,
Visiones de tu yegua parda se disparaban en mi cabeza haciéndome ver las estrellas.
Hieres a aquellos a quienes más amo y cubres la verdad con mentiras,
un día estarás en la fosa, con las moscas zumbando en torno a tus ojos,
sangre en tu silla de montar.

Viento idiota, soplando a través de las flores de tu tumba,
soplando a través de las cortinas de tu cuarto.
Viento idiota soplando cada vez que mueves tus dientes,
eres una idiota, nena,
es asombroso que áun sepas como respirar.

Fue la gravedad la que nos bajó al suelo y el destino el que nos separó.
Domaste al león de mi jaula, pero eso no era suficiente para cambiar mi corazón.
Ahora todo esá un tanto patas arriba, es un hecho que las ruedas se han parado,
lo que es bueno es malo, lo que es malo es bueno, y encontrarás que cuando llegues a la cima
estarás en lo más bajo.

Me di cuenta en la ceremonia de que tus corruptas maneras te habían vuelto finalmente ciega,
ya no puedo recordar tu cara, tu boca ha cambiado, tus ojos no miran dentro de los míos.
El sacerdote se vistió de negro al séptimo día y se sentó, con cara de palo, mientras el edificio ardía,
yo esperé por tí sobre el estribo, cerca de los cipreses, mientras la primavera
se volvía
leeeeeentamente otoño.

Viento idiota, soplando como un círculo en torno a mi cráneo,
desde la la presa del Grand Coulee hasta el Capitolio.
Viento idiota soplando cada vez que mueves tus dientes,
eres una idiota, nena,
es asombroso que áun sepas como respirar.

Ya no te puedo sentirte más, ni siquiera puedo tocar los libros que has leido.
Cada vez que paso arrastrandome frente a tu puerta desearía ser cualquier otra persona.
Carreteras abajo, surcos abajo, por el camino del éxtasis
te seguí bajo las estrellas, perseguido por tu recuerdo
y toda tu furiosa gloria.

He sido traicionado por última vez y ahora soy finalmente libre.
Me despedí con un beso de la bestia aulladora, en la frontera que nos separaba a tí y a mí.
Nunca sabrás la herida que sufrí ni el dolor sobre el que me elevo
y yo nunca sabré eso mismo de tí, tu santidad o tu tipo de amor,
y eso me causa
tanta tristeza...

Viento idiota, soplando a través de los botones de nuestra chaquetas,
soplando en las cartas que escribimos.
Viento idiota, soplando sobre el polvo de nuestros estantes.
Somos idiotas, nena,
es asombroso que podamos alimentarnos a nosotros mismos.



Idiot Wind

Someone's got it in for me, they're planting stories in the press
Whoever it is I wish they'd cut it out but when they will I can only guess.
They say I shot a man named Gray and took his wife to Italy,
She inherited a million bucks and when she died it came to me.
I can't help it if I'm lucky.

People see me all the time and they just can't remember how to act
Their minds are filled with big ideas, images and distorted facts.
Even you, yesterday you had to ask me where it was at,
I couldn't believe after all these years, you didn't know me better than that
Sweet lady.

Idiot wind, blowing every time you move your mouth,
Blowing down the backroads headin' south.
Idiot wind, blowing every time you move your teeth,
You're an idiot, babe.
It's a wonder that you still know how to breathe.

I ran into the fortune-teller, who said beware of lightning that might strike
I haven't known peace and quiet for so long I can't remember what it's like.
There's a lone soldier on the cross, smoke pourin' out of a boxcar door,
You didn't know it, you didn't think it could be done, in the final end he won the wars
After losin' every battle.

I woke up on the roadside, daydreamin' 'bout the way things sometimes are
Visions of your chestnut mare shoot through my head and are makin' me see stars.
You hurt the ones that I love best and cover up the truth with lies.
One day you'll be in the ditch, flies buzzin' around your eyes,
Blood on your saddle.

Idiot wind, blowing through the flowers on your tomb,
Blowing through the curtains in your room.
Idiot wind, blowing every time you move your teeth,
You're an idiot, babe.
It's a wonder that you still know how to breathe.

It was gravity which pulled us down and destiny which broke us apart
You tamed the lion in my cage but it just wasn't enough to change my heart.
Now everything's a little upside down, as a matter of fact the wheels have stopped,
What's good is bad, what's bad is good, you'll find out when you reach the top
You're on the bottom.

I noticed at the ceremony, your corrupt ways had finally made you blind
I can't remember your face anymore, your mouth has changed, your eyes
don't look into mine.
The priest wore black on the seventh day and sat stone-faced while the building
burned.
I waited for you on the running boards, near the cypress trees, while the springtime
turned Slowly into autumn.

Idiot wind, blowing like a circle around my skull,
From the Grand Coulee Dam to the Capitol.
Idiot wind, blowing every time you move your teeth,
You're an idiot, babe.
It's a wonder that you still know how to breathe.

I can't feel you anymore, I can't even touch the books you've read
Every time I crawl past your door, I been wishin' I was somebody else instead.
Down the highway, down the tracks, down the road to ecstasy,
I followed you beneath the stars, hounded by your memory
And all your ragin' glory.

I been double-crossed now for the very last time and now I'm finally free,
I kissed goodbye the howling beast on the borderline which separated you from me.
You'll never know the hurt I suffered nor the pain I rise above,
And I'll never know the same about you, your holiness or your kind of love,
And it makes me feel so sorry.

Idiot wind, blowing through the buttons of our coats,
Blowing through the letters that we wrote.
Idiot wind, blowing through the dust upon our shelves,
We're idiots, babe.
It's a wonder we can even feed ourselves.

sábado, julio 25, 2009

NO MORE WALTZING MATILDA FOR ME





Una aproximativa traducción de la canción antibelicista favorita de la redacción de Kaput. Compuesta por Eric Bogle e inmortalizada por los Pogues en su versión para el álbum Rum, Sodomy & The Lash.

*2 - "Interesa aclarar que la expresión Waltzing Matilda significa acarrear un petate, mochila o similar en jerga de las antípodas, como se explica bien aquí y que la canción "Waltzing Matilda" es una especie de himno extraoficial australiano.

*1 - "Rover": Término un tanto difícil de traducir que podría significar, quizá más ajustadamente, "trotamundos"

*3 - "Circular Quay": parte del muelle de Sidney donde al parecer fue fundada la ciudad.



Y la banda tocó Waltzing Matilda

Cuando era joven, cargaba con mi petate
y vivía la libre existecia de un vagabundo *1
Desde la verde cuenca del Murray hasta la lejanía del polvoriento desierto
bailé con mi Matilda por todas partes. *2
Entonces, en 1915 mi país dijo: “hijo
es hora de dejar de vagar, hay trabajo por hacer”,
así que me dieron un casco de lata y me dieron un rifle
y me enviaron a la lejana guerra.

Y la banda tocó “Waltzing Matilda”
mientras partíamos del muelle,
y entre las lágrimas, los gritos y los ánimos
zarpamos hacia Gallipoli.

¡Qué bien recuerdo como aquel terrible día
la sangre tiñó la arena y el agua
Y como en aquel infierno al que llamaban Suvla Bay
fuimos masacrados como corderos en un matadero!
“Johnny Turk” estaba atento, se había preparado bien;
nos cazó con balas, nos roció proyectiles explosivos
Y en cinco minutos nos había enviado a todos al infierno
y casi de vuelta a Australia.

Pero la banda tocó “Waltzing Matilda”
cuando paramos para enterrar a los sacrificados
Nosotros enterramos a nuestros muertos, los turcos a los suyos
Y todo volvió a empezar otra vez.

Aquellos que quedamos, tratamos de sobrevivir
en un enloquecido mundo de sangre, muerte y fuego
y durante diez extenuantes semanas me mantuve vivo
pero a mi alrededor se apilaban los cadáveres, cada vez más alto
después un gran obús turco me estalló en el trasero
y cuando desperté en mi cama de hospital
y vi lo que había hecho, deseé haber muerto;
nunca había sabido que hubiese cosas peores que morir.

Pues ya nunca bailaré con Matilda de nuevo
a través de los verdes arbustos, cerca, lejos.
Para acarrear una tienda y plantarla en tierra hacen falta dos piernas
se acabó esa vida para mí.

Así que recolectaron a los lisiados, los heridos, los mutilados
y nos embarcaron de vuelta a Australia,
sin brazos, sin piernas, los ciegos, los locos,
aquellos orgullosos y heridos héroes de Suvla.
Y mientras nuestro barco entraba en el muelle circular *3
Miré hacia el lugar donde solían estar mis piernas
y di gracias a Jesucristo porque no hubiera nadie esperándome
para llorarme y sollozar y apenarse

Y la banda tocó Waltzing Matilda
mientras nos trasportaban por encima de la borda
pero nadie nos jaleó, solo permanecieron mirando fijamente
y luego apartaron sus caras de nosotros.

Y ahora cada abril me siento en mi porche
y veo al desfile pasar frente a mí
y veo a mis viejos camaradas, cuan orgullosamente marchan
reviviendo viejos sueños de glorias pasadas.
Y los viejos marchan lentamente, todos encorvados, rígidos y resecos,
los héroes olvidados de una guerra olvidada.
Y los jóvenes me preguntas “¿Por que razón desfilan?”
Y yo me pregunto lo mismo.

Y la banda toca “Waltzing Matilda”
y los viejos responden a la llamada
Pero año tras año su número es menor,
algún día ya nadie desfilará.

Bailando un vals con Matilda, bailando un vals con Matilda,
¿Quién vendrá a bailar un vals con matilda junto a mí?
Y sus fantasmas pueden escucharse mientras pasas junto a la charca de agua estancada:
¿Quién vendrá a acarrear su petate junto a mí?


And The Band Played Waltzing matilda

When I was a young man I carried my pack
And I lived the free life of a rover
From the Murrays green basin to the dusty outback
I waltzed my Matilda all over
Then in nineteen fifteen my country said Son
It's time to stop rambling 'cause there's work to be done
So they gave me a tin hat and they gave me a gun
And they sent me away to the war
And the band played Waltzing Matilda
As we sailed away from the quay
And amidst all the tears and the shouts and the cheers
We sailed off to Gallipoli

How well I remember that terrible day
How the blood stained the sand and the water
And how in that hell that they called Suvla Bay
We were butchered like lambs at the slaughter
Johnny Turk he was ready, he primed himself well
He chased us with bullets, he rained us with shells
And in five minutes flat he'd blown us all to hell
Nearly blew us right back to Australia
But the band played Waltzing Matilda
As we stopped to bury our slain
We buried ours and the Turks buried theirs
Then we started all over again

Now those that were left, well we tried to survive
In a mad world of blood, death and fire
And for ten weary weeks I kept myself alive
But around me the corpses piled higher
Then a big Turkish shell knocked me arse over tit
And when I woke up in my hospital bed
And saw what it had done, I wished I was dead
Never knew there were worse things than dying
For no more I'll go waltzing Matilda
All around the green bush far and near
For to hump tent and pegs, a man needs two legs
No more waltzing Matilda for me

So they collected the cripples, the wounded, the maimed
And they shipped us back home to Australia
The armless, the legless, the blind, the insane
Those proud wounded heroes of Suvla
And as our ship pulled into Circular Quay
I looked at the place where my legs used to be
And thank Christ there was nobody waiting for me
To grieve and to mourn and to pity
And the band played Waltzing Matilda
As they carried us down the gangway
But nobody cheered, they just stood and stared
Then turned all their faces away

And now every April I sit on my porch
And I watch the parade pass before me
And I watch my old comrades, how proudly they march
Reliving old dreams of past glory
And the old men march slowly, all bent, stiff and sore
The forgotten heroes from a forgotten war
And the young people ask, "What are they marching for?"
And I ask myself the same question
And the band plays Waltzing Matilda
And the old men answer to the call
But year after year their numbers get fewer
Some day no one will march there at all

Waltzing Matilda, Waltzing Matilda
Who'll come a waltzing Matilda with me
And their ghosts may be heard as you pass the Billabong
Who'll come-a-waltzing Matilda with me?