domingo, julio 11, 2010

TOCAREMOS EN TU RETRETE

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"Tocaremos en tu cocina, tocaremos en tu retrete, tu sótano, tu espectáculo artístico o tu estúpido bar. Montaremos una fiesta en tu mierda de casa. Tocaremos con tu banda rara y estilosa. Haremos una entrevista para tu fanzine, no tan estiloso. No puedes ser nuestro publicista. No somos jóvenes. No somos garaje. No somos americanos. Somos verdadero punk rock de sótano. Te cogeremos prestada la batería y dormiremos en tu suelo. Te sentirás mal por nosotros (...) Trata de contratarnos, es una puta pesadilla. Somos completamente irracionales".

Así se definen los Brutal Knights. Tiendo a pensar que es un cuadro bastante exacto, después de haber conocido a demasiadas bandas y tocado en otras cuantas. Después de haber dormido en los suelos y ejecutado mi parte del akelarre en más de un retrete que se hacía pasar por sala de conciertos. Después de haber soportado manías, pasiones, adicciones y cuadros psiquiatricos suficientes para pasarme una temporada en la cárcel sin que me impresione demasiado. Intentar explicarlo el motivo de todo ello es más bien inutil. Está o no está. Y cuando deja de estar, lo mejor es apartarse en silencio y dedicarse a la próxima obsesión.

Doy vueltas por internet, echando un vistazo a bandas que no había podido escuchar aún, sin dinero para gastarme en discos (si, soy de los idiotas que aún compra discos). Vagando sin demasiado rumbo a través de los favoritos de algunos favoritos (digan lo que digan el myspace ha sido un buen invento para las bandas), en pocos minutos me encuentro otros cuantos ejemplos de lo que la estupidez humana, el estilismo mal entendido, la cultura pop y la cabezonería punk pueden hacer con una mente en crecimiento. ´

A veces los resultados son peculiares. En ocasiones hay canciones magistrales en su propia efusividad. Otras, la cosa es pura mierda, aunque lo cierto es que si uno rebusca entre los restos de serie, siempre se acaba encontrando algún genio durmiendo en el cubo de basura.

He aquí el extracto de hoy. Prometemos profundizar más. //Petula Korg

BRUTAL KNIGHTS





THE CUTE LEPERS



THE SHITTY LIMITS



THE TRANZMITORS



RICH HOPE





YOUNG OFFENDERS

viernes, julio 09, 2010

HER NAME WAS LUCIFER


Estaba yo pensando en hacer una versión de la puta canción con mi banda y al puto Jack White se le había ocurrido antes. Por lo menos es decente, aunque la nena nunca le llegará al tacón de las botas a nuestra trash goddess favorita, la señorita Jennifer Herrema.

"I had a pony, her name was Lucifer
I had a pony, her name was Lucifer
She broke her leg and she needed shooting
I swear it hurt me more than it could ever have hurted her".

miércoles, julio 07, 2010

AIRFIX KITS (ex GIANT HAYSTACKS)



Más underground. Cuevas desoladas y sótanos vacíos. Bolos olvidados y chicos sin suerte. Historias demasiado parecidas a las nuestras para que no merezcan su espacio aquí. A los Giant Haystacks nadie les hizo ni puto caso. Kaput los entrevistó en tiempos lejanos, dando fe de que usaban con maestría sus influencias, entre las cuales la principal parecían ser los Minutemen de D. Boon y Mike Watt. Háganse un favor y busquen lo que publicaron si es encontrable aún. Los Airfix continúan con el asunto aunque tienen pocos temas aún y parecen optar por una versión algo simplificada de aquello, todavía en proceso de maduración. Síganles el rastro. Dejo la anciana entrevista como muestra de que la banda madre existió. De verdad.//LUIS BOULLOSA


GIANT HAYSTACKS – BLANCO Y NEGRO ES SIEMPRE GRIS

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Comenzaron siendo aplicados émulos del hardcore libérrimo de los Minutemen ("We Are Being Observed" - Smartguy Records, 04) y han terminado por madurar a la velocidad del rayo en un disco inapelable ("Blunt Instrument" - Mistake Records, 05), donde también se agita el electrocutado fantasma de los mejores Talking Heads y algo del mestizo embrujo de los Clash. Una navaja de espástica expresividad e imaginación rítmica y melódica. Grandes por derecho propio.

¿Fue intencional montar un trío? ¿Cuáles sus ventajas y problemas?

Allan: Cuando inicié la banda, siempre fue mi intención ser un trío. La ventaja es que tienes menos cacharros que acarrear, y solo tienes que organizar las agendas de tres personas cuando se trata de montar ensayos, conciertos y giras. También me gusta la idea de hacer lo máximo posible dentro de un esquema limitado. Somos sólo tres tipos con instrumentación simple, sin efectos. Las desventajas, el otro lado de la moneda, es que si tienes ideas más extravagantes tienes que frenarte un poco. Siempre puedes añadir elementos extra en las grabaciones, pero eso suele ser más dañino que positivo.

Nate: Cuando me encontré a Allan, quería montar un trío, o unirme a uno. Siempre ha sido mi formato favorito para tocar. A veces puede ser vulnerable, pero al mismo tiempo, tres personas tocando juntas pueden conseguir música asombrosa y divertida.

Alan: Estaba un poco contrariado cuando me uní a la banda, ya que sentía que había sido engañado por el "Giant" (gigante) de su nombre. Esperaba una sección de vientos, y un DJ… quizá incluso un tipo con una de esas absurdas guitarras de siete cuerdas. Pero he aprendido a apreciar lo ahorrativo del power trío. Hace las giras, las discusiones y los repartos masivos de dinero mucho más fáciles.

Supongo que estareis aburridos de las comparaciones, pero el hecho es que bastantes canciones de "We Are Being Observed" me recuerdan a los Minutemen. "Keep Your Head Down" me devuelve el fantasma de los Hüsker Dü. ¿Es buscado? ¿No es demasiado arriesgado –artísticamente- estar tan cerca del sonido de otra banda?

Allan: No estamos aburridos de las comparaciones, la verdad. De hecho es la primera vez que alguien menciona a Hüsker Dü en relación con nosotros. Voy a tener que volver a escuchar esa canción de Nuevo para ver si puedo encontrar la influencia. El hecho es que nos influyen muchas bandas diferentes y algunas parecidas entre sí. No podemos evitar ese influjo, pero mantengo mi esperanza de que seamos capaces de sacar algo original de todo ello, o al menos, poner nuestra marca personal.

Nate: Las comparaciones son inevitables. Es la manera que tiene la gente para hablar de música. Soy feliz de que nadie haya mencionado todavía a los Damn Yankees.

Alan: Dos de mis colaboradores han dicho que sonamos exactamente como los Sex Pistols. No estoy seguro de si eso es un piropo o no. Creo que hemos ido sonando cada vez menos a los Minutemen, pero todavía en casi todos los conciertos alguien se me acerca y me dice: "tío… ¡Mike Watt!!!"

¿Qué importancia ha tenido sobre vuestra música el hardcore político primigenio? ¿Os consideráis como un eslabón de una cadena, parte de una tradición musico-ideológica?

Allan: Escuchaba un montón de hardcore cuando era un adolescente, politico y de otros tipos. Todavía lo escucho, pero ya no tanto. Con seguridad me influyó de algún modo, pero más musicalmente que políticamente. Mis puntos de vista políticos han sido creados más bien por mi propia experiencia y por el mundo que me rodea, aunque es cierto que estuve expuesto a algunas ideas nuevas a través de mi implicación en el punk-rock. No estoy seguro de si somos un eslabón de la cadena o solo otro ladrillo en el muro...

Alan: Nunca rompas la cadena.

En ese caso… ¿Cuál es la tradición y que aportais a ella?

Allan: Espero que seamos parte de una tradición de bandas que se aproximan a los temas sociales desde una perspectiva personal.

Alan: Las cadenas nos mantienen unidos.

«Blunt Instrument» es magnífico y mucho más personal. ¿Cuáles son las diferencias entre ambos discos?

Allan: Se escribió exactamente de la misma manera que el anterior. Tres tipos dándole caña en una pequeña sala de ensayo, llegando con ideas, conservando algunas y descartando las demás. Creo que con el tiempo hemos mejorado trabajando juntos y, consecuentemente, la banda crea mejor material. Cada cosa nueva que hacemos es mejor que la anterior. Muchas bandas, especialmente de hardcore, sacan su major material en los comienzos, y luego se estropean, al hacerse más lentas y tratar de progresar. Pero ese tipo de música funciona major cuando es simplemente una bola de furia, energía y determinación. Cuando añades otros elementos la ferocidad se diluye, por lo general. Sin embargo, no estamos intentando captar ese mismo sentimiento. Intentamos explorar ideas (y hacer que la gente baile y piense)… Seguimos en ello.

Nate: Aunque el proceso de composición fue igual, creo que «Blunt Instrument» fue ensamblado de un modo más enfocado. En el primer album no había limitaciones de tiempo estrictas durante la grabación y fue construido durante un periodo de un mes, más o menos, pero para el segundo las canciones fueron como pequeñas piedrecillas pulidas. Empleamos unas veinte horas con las mezclas y salimos del estudio con un CD masterizado en la mano. El estar bien preparados nos ayudó a hacer del álbum lo que finalmente es.

Allan: Entonces, nuestro bajista, Daniel Sofaer, dejó la banda para volver a Nueva York. Hemos estado tocando con su sustituto, Alan Kasameyer, durante al menos un año y hemos grabado algún material nuevo que debería ver la luz en algún momento. Sorprendentemente, nos llevó muy poco tiempo alcanzar un punto en el que sentimos que estaban surgiendo buenas ideas y creábamos música suficientemente buena de nuevo.

Hay mucho contenido político en vuestras letras. ¿Os interesa algún tema no político?

Allan: Como comenté antes, intento acercarme a los temas desde una perspectiva personal. En el pasado teníamos algunos temas cuyo mensaje politico era demasiado directo y obvio. No creo que haga bien alguno dedicarse tan solo a gritar slogans. Y, no importa sobre lo que cantemos, todo es politico.

Alan: Creo que es importante tener bandas ahí fuera que se dediquen solo a gritar slogans y a exaltar a las masas. Cuando tenía catorce o quince años, los slogans cursis y las simplonas y dogmáticas letras del hardcore me hicieron darme cuenta de que había algo más en la vida que Rick Springfield y Van Halen. No creo que pudiésemos ser una banda panfletaria. Espero que nuestras canciones hagan que la gente piense un poco más sobre determinados temas y que les hagan formular nuevas ideas al respecto.

Supongo que «Town Of Stone» es sobre el aburrimiento de la vida diaria en un pequeño pueblo. ¿Dónde vivís ahora? ¿Cómo influye el lugar donde vivís en vuestra música?

Allan: Nuestro antiguo bajista, Daniel, escribió esa letra, pero creo que tiene algo que ver con como ciertos segmentos sociales (los sintecho, los desposeidos…) son expulsados de la sociedad. Los miembros de la banda están esparcidos por la zona de la bahía de San Francisco. La realidad de nuestro entorno tiene sin duda una influencia (Tenemos una canción nueva que habla específicamente de Oakland, pero podría ser aplicada a la mayor parte de las grandes ciudades de Estados Unidos), pero por lo general estoy interesado en ideas y en peculiaridades de la interacción humana, lo cual es más universal.

Alan: Nate y yo vivimos en islas, y sin duda puedes escuchar la influencia de las camisas floreadas, los buenos tiempos y los kayaks en nuestros nuevos discos.

¿Creeis que la posibilidad de "tener una guerra en casa ("having a war at home") existe?

Allan: Cuando escribimos esa canción, ciertamente parecía posible que el movimiento anti-guerra pudiese rivalizar con el de la época de Vietnam. Tristemente, no ha terminado siendo así.

Nate: No creo que la falta de furia en el movimiento anti-guerra sea la diferencia entre el movimiento que hubo durante la Guerra de Vietnam y el que hay contra la de Irak. Ninguno de ambos movimientos movilizó a la mayoría de América. Creo que la razón de que la agresión continúe es la falta de acceso a los medios (controlados por los militares) y la cobertura patéticamente pobre de lo que realmente está sucediendo en Irak. Durante la Guerra de Vietnam, la gente de todo el país podia ver imagines de americanos muriendo en las noticias de la noche. Eso unió al país contra la Guerra. Hoy los «media», sobre todo la television, parece que se dedica casi a distraer la atención sobre la guerra. No están haciendo su trabajo, que es enfrentar a la gente con la realidad.

¿Cómo es ahora la situación a ese respecto?

Allan: Viviendo en la zona de la Bahía, diría que la mayor parte de la gente está contra la Guerra, pero fuera de los enclaves liberales, tiene más apoyo. Creo que el pensamiento dominante entre los elementos pro-guerra, actualmente, es: "apoyo a las tropas y al presidente, pero me gustaría que la guerra terminase". Pero nunca se manifestarían abiertamente en contra, porque lo considerarían "antipatriótico". Hay un gran sentimiento antiamericano en otros países, pero eso es comprensible. Cuantos más americanos conoces, sin embargo, más comprendes que no puedes juzgarlos a todos por el mismo rasero, lo que funciona para cualquier nacionalidad, ¿no es cierto? Debería añadir que no soy americano, pero vivo aquí por elección. Y eso ya dice algo.

Nate: Siento que hay un fuerte sentimiento en todo el país de que la Guerra debería acabar, pero solo un pequeño porcentaje de la gente verbaliza ese sentimiento. Siento que cuando viajo fuera de los Estados Unidos, incluso durante los últimos cuatro años, la gente es muy abierta y amigable conmigo. Por suerte, la mayoría de la gente conoce la diferencia entre un individuo y su gobierno.

Alan: Definitivamente, la gente está cansada de la guerra, pero en todo caso, si les das tiempo, dejarán de cotorrear sobre ello y volverán a sentarse en el sofá. Creo que el número de gente enfadada por la guerra en este país y preparado para hacer algo al respecto ha descendido considerablemente durante los últimos años, pero el número de los que, medio en serio, refunfuñan sobre ello, ha aumentado. Al mismo tiempo, es difícil verle un final a la guerra. Es un asunto más grande de lo que ninguno de los que apoyaban la guerra hubiese podido pensar inicialmente, y no hay una salida mágica que no deje a los irakís en peor situación de la que estaban antes de la guerra. Si vemos caer los precios del petróleo, el número de americanos que está contra la guerra bajará igualmente

¿Cómo os definiríais políticamente?

Allan: No pertenezco a ningún partido o grupo. Supongo que de manera amplia me podría definir como un antifascista. Si hubiese estado en España en el 36 mi lado hubiese sido el de los anarquistas.

Nate: Soy un libertario civil: La gente debería poder hacer lo que quisiese siempre que no infrinja los derechos de otros.

Alan: Creo que la industria debería ser bien regulada, pero no la gente.

¿Qué hace a vuestro grupo diferente de otros?

Allan: Hay tres ingredientes, nosotros tres. Puede que no sea el sonido más original del mundo, pero lo que damos es el resultado de tres individuos con pasados e influencias diversos juntándose para hacer música.

Alan: Y además tenemos un pelo realmente, realmente bonito.

Definid vuestro sonido en pocas palabras

Allan: Una cada uno. Yo dire "abrupto"

Nate: "Conciso"

Alan: "amable"

"...Erie Canal. A little confused but I remember it well"... ¿Es un chiste sobre «Simple Twist Of Fate», de Bob Dylan, donde dice "...by the old canal/a little confused, I remember well,". ¿Es una influencia?

Allan: ¡De nuevo, tienes que culpar a Daniel por esa!!! Creo que la frase acabó ahí por accidente, pero luego él la mantuvo como una especie de tributo/referencia a Dylan, que es sin duda una enorme influencia sobre él. ¡Enhorabuena por ser el primero en señalarlo!!!

¿Quién es el tal John Ray Leonard del que hablais en una canción?

Allan: John Ray Leonard fue un activista local y defensor de los derechos de los enfermos mentales. Daniel leyó sobre el en un periódico local y ello le inspiró la canción. No es su nombre real, pero suena mejor así.

¿Quienes son los héroes americanos de nuestro tiempo, en vuestra opinión?

Allan: Joan Jett.

Nate: Robert Heinlein.

Alan: Hot Lixx Hulahan.

El batería de los Clorox Girls me dijo que estaba probado que los grupos políticos eran ineficaces. Su bajista no estaba de acuerdo en absoluto. ¿Qué opinais?

Allan: Bueno, pese a años de canciones de protesta política, desde los 50 hasta ahora, seguimos viviendo en un sistema de mierda. Pero no puedes decir que la música política no tiene ningún efecto. ¡Por supuesto que lo tiene! Un grupo no conseguirá nada por sí solo, pero aumentar la alerta soibre determinados temas, exponer a la gente a nuevas ideas, tocar en eventos benéficos... es imposible que nada de eso tenga efecto alguno. Vale, los Crass no trajeron la revolución anarquista al Reino Unido, pero no hay duda de que son en gran parte responsables del interés por el anarquismo, la paz y los derechos de los animales que ahora tiene mucha gente.

Nate: ¡No todos podemos ser Bono!

Alan: Para un individuo, una canción de una banda puede tener un impacto enorme sobre la manera que tiene de ver el mundo. Otros simplemente agitarán sus cabezas con felicidad al ritmo de la música, pero eso también es bueno.

¿Hay lugar para el humor en vuestras letras?

Allan: El humor no tiene lugar en el arte. La revolución es un asunto serio.

¿Cuál es vuestra filosofía de trabajo como banda?

Allan: Hacemos todo lo que podemos cuando podemos. Tenemos calendarios muy ocupados, así que no ensayamos demasiado –un par de veces por semana, un par de horas cada vez-. Pero apañamos las cosas en ese tiempo. También estamos en la banda para dar bolos. Raramente rechazamos un concierto, aunque estamos empezando a intentar ser más selectivos.

Nate: Se productivo y haz lo más que puedas con los menos instrumentos posibles. Da shows divertidos. Haz que la gente piense y sonría.

¿Creeis que está vivo el punk como fuerza creativa? La mayor parte de las bandas se disfrazan y mantienen la "mise en scene" pero les importan poco las ideas que lo sostienen todo. Muchos afirman que lo hacen sólo para «olvidar y divertirse», lo que suena a puro escapismo.

Allan: Creo que funciona a diferentes niveles. Quiero ir a ver una banda y olvidarme de mis problemas por un rato, pero luego, cuando voy a casa y escucho el disco, quiero que me inspire. Si puedes usar tu arte para hacer que la gente piense, o baile, esas son cosas importantes y de valor. ¡Si puedes conseguir que hagan ambas, tanto mejor!

Nate: Yo no soy exactamente un punk, y nunca lo he sido, pero creo en la comunicación. Estar en una banda me permite subirme a un escenario, en frente de gente y pasarles aquello que estoy sintiendo. Creo que nuestra banda sí tiene un mensaje y espero que los conciertos inspiren a la gente a cavar un poco más profundo en toda la música y en lo que está siendo comunicado a través de ella.

Alan: Las bandas insinceras también pueden inspirar a la gente. Estoy seguro de que el noventa por ciento de las bandas punk con las que crecí se sentaban y decían: "¡necesitamos una canción sobre el racismo! Vale, ¡ahora una sobre como apestan las corporaciones!" Pero al final del día, no estaban machacando activamente a los opresores, y todavía compraban en Wal-Mart de vez en cuando (de lo que yo también soy culpable, por otro lado). Esas canciones al menos me hicieron pensar y ampliaron mis horizontes un poco. Con el paso de la vida, puede ser deprimente encontrar a tus ídolos punk de la infancia y comprobar que solo son unos bebedores de Budweiser y fumadores de Marlboro acabados, vestidos con camisetas sin mangas como el asqueroso de tu vecino de al lado. Pero lo cierto es que inspiraron a muchos chavales a hacer cosas llenas de sentido. Dicho esto, eres un imbecil si lo que haces es solo fingir que te importa.

lunes, julio 05, 2010

CHICOS EXTRAÑOS EN TU CIUDAD



Hay quienes los adoran, por razones obvias. Hay quienes no los soportan porque alegan que su público está trufado de modernetes de sombrero y bigotillo de esos que ahora salen como las setas. Los de Ryan Sambol están el trece de este mes en el Wurlitzer Ballroom para despejar dudas. No es que yo las tenga, después de su concierto de hace diez meses, en el que dejaron bien claro que clase, energía, entrega y talento les sobra. Añado una entrevistilla de nuestro colaborador L. Boullosa recientemente publicada en Ruta 66 y una traducción de una de sus letras para que conozcais algo más al amigo Sambol y sus niñatos.// GATO PALUG


TU, YO Y LEONARD COHEN

No es difícil enamorarse de Ryan Sambol cuando se lo escucha al mando de Los Chicos Extraños, comandando a la cuadrilla con esa voz de cartoon esquizoide que escupe verdades como puños. Menos aún, cuando se lo encuentra uno frente a frente. Muy joven, muy inteligente y con ese brillo aventurero en el verbo -y en los enormes ojos somnolientos- propio de los que han decidido que les gusta esta vida y que la van a explorar de punta a punta sin miedo a las cicatrices que tengan que venir. Basta para amarlo con ser capaz de soportar la visión de alguien que posee nuestras propias ilusiones de los veinte pero es capaz de transmitirlas con sentido y precisión. Su nuevo disco “Be Brave” es muestra de esto: una joyita esbozada que confirma lo bueno de su debut y apunta brillantes signos de una personalidad propia, compleja y en expansión. Vida más allá del garaje cabezón y el magnético dylanismo que ya le conocíamos. Y una existencia entera por gastar.

Sois jóvenes. ¿Cómo empezó todo?

Empezamos hace tres o cuatro años. Al principio estábamos en Dallas, que es de donde somos, pero allí no había mucho rollo musical, así que nos fuimos a Austin. La escena de Austin apoya enormemente a las bandas nuevas. No es que haya demasiados grupos, en realidad, pero hay muchísimos clubs, y también casas, espacios donde puedes tocar fácilmente cuando empiezas. Cerca, en Denton, esta la casa amarilla que es el primer sitio donde tocamos. Basta con llamar, pillar una fecha, hacer un flyer y ya está. Ese tipo de facilidades son básicas para arrancar.

¿Cuál es la evolución entre “And Girls Club” y “Be Brave”?

El primer disco siempre es como una colección; una colección de lo que has hecho desde que montaste la banda. Así que en un par de años hicimos 11 o 12 temas que valían para el disco, y en los siguientes cuatro meses ya tengo otros once (risas). Escribí “Be Brave” en dos días, al regresar de la gira europea. Siempre llevo encima uno de estos –enarbolando un cuadernito pequeño de tapas rojas, lleno de apuntes y garabatos-, así que me encerré con la guitarra y con todos los papeles que había escrito, durante el tour, los extendí frente a mí y… en dos días había escrito todo el material. Los grabé en un cassette y se los envié a unos colegas de Los Ángeles. En sayamos ocho días y ¡a grabar! James Brower de Mika Miko toca el saxo y nuestro nuevo batería es un chaval que estaba en una banda que se llama Darker My Love… Matt se fue cuando volvimos de esa gira…

¿Por qué se fue?

Bueno, no se fue, exactamente… No se como hablar de esto ni si debo hablar de ello…

¿Te aporta algo hacerlo todo de esa manera tan rápida?

Hay problemas en el estudio si piensas demasiado. Estas canciones son casi simplemente el “riff”. A menudo el solo nunca llega aunque el oyente esté esperándolo (risas). Eso es curioso. De hecho en uno de los temas está el espacio que dejamos en el que supuestamente iba a ir un solo, pero nunca se llegó a grabar (risas). No tenemos tiempo ni dinero para más, y en todo caso preferimos ser Link Wray que Radiohead, con su excesiva producción. Nos parecen más divertidos y más honestos los discos en los que se pueden escuchar los errores.

¿Cómo se construyen los temas?

Los mejores temas me suelen salir del tirón cuando estoy inspirado. Me viene un riff y un nombre y en un momento está cerrado. El tema “Be Brave” salió así. A veces comienzo cantando la letra de otra canción sobre la nueva que estoy sacando. Eso es interesante. Me gusta la manera en la que unas cosas te van llevando a otras, permitir que el material que ya has creado vaya creando el nuevo… hay que escribir una canción para poder llegar a la siguiente, ya sabes. En ese inicio no hay solos ni nada. Tengo mucha suerte con Greg, porque lo pilla todo enseguida. Sólo si noto algo es que alguna cosa no va bien, y casi nunca pasa. “Un solo aquí” y él lo hace, y es perfecto…

Tu voz es muy peculiar. Hay gente a la que le encanta y otros que no la soportan. Tanto en ella como en el sonido de la banda se detecta una influencia de Dylan.

Si, claro. Lee hazelwood, Fred Neil, Calvin Johnson… Me gustan los compositores que no se asustan ante los problemas. Una canción puede ser lo que tu quieras, no hay reglas. Eso lo aprendí de Dylan; que no hay una versión definitiva, que todo es un proceso de trabajo, que hay que estar abierto a todo, escribiendo o pensando, y no dejar que nada coarte tu pensamiento. Por eso tengo tanta suerte de hacer lo que hago y trabajar en lo que me gusta. Pero si te soy sincero, mis influencias provienen más de otras artes que de la música. Me preguntan y esperan que les diga nombres de bandas… y yo les digo: Jack London. El primer disco estaba fuertemente influido por Jack London, y en concreto por su libro “Martin Eden”. Me gustan muchos escritores. Se me ocurre ahora André Breton. Me importan las letras. Trato de que mi voz se entienda mejor cada vez. No le pongo ningún efecto, ¡es así! (risas). Me gusta mucho como escritor Jarvis Cocker, que separa la letra de la música. Te das cuenta de que canta muy bien, pero intentando que todo se entienda porque no quiere sacrificar nada. Eso no pasa siempre en el Rock&Roll, pero yo no puedo hacer lo que no quiero hacer. Siendo honestos, no quiero hacer “Love Me Do”. No quiero ser naive. A veces pienso que nuestra generación no ha tenido la oportunidad de pasar por determinadas experiencias como las que narra Jack London. Nosotros jamás hemos experimentado lo que es tener tanta hambre o tanto frío que estás al borde de la muerte… jamás hemos luchado con un oso… y sabes, no es que yo quiera morirme, claro, no es eso, pero a veces me da la sensación de que no puedo esperar a que suceda, que de algún modo lo deseo porque es algo que nadie puede contarte, Sólo tu podrás saber cómo es… Hace poco estaba en la cama con una chica y después de hacer el amor nos estábamos fumando un pitillo, y cuando le empecé a contar todo esto me dijo que la estaba deprimiendo, se levantó y se fue (risas).

En al menos un tema del nuevo disco detecto una influencia de Leonard Cohen, que siempre ha sido esa especie de músico-escritor…

Siendo sinceros, Cohen me ha influido tanto como Dylan o más… esa manera en la que parece tener una gran confianza en sí mismo pero al mismo tiempo no tenerla. Esa manera de no ser atractivo pero al tiempo serlo, de ser una mujer y un hombre... Me he leído su novela “Los hermosos vencidos”…

¿No has leído “El juego Favorito”?

No, ¿debería?

Si, deberías

(apunta el nombre en su cuaderno rojo)

Me gusta el sentido del humor subterráneo que tiene Cohen. ¿Qué opinas?

Sí, desde luego. Hay muchas maneras de decir cosas muy graciosas sin ni siquiera sonreír.

¿Te interesan esos juegos que hacía Dylan en los setenta alterando los sujetos de las canciones. El “él” o el “ella”, el “nosotros” y el “vosotros” mutando constantemente hasta que no sabías exactamente quién era quién…

Si… muestra que todo el mundo tiene los mismos pensamientos. En realidad toda la gente piensa las mismas cosas, sólo que no las escribe así o sencillamente no es capaz de escribirlas con ese fraseo, tan bien explicadas. Todos somos la misma persona: tu y yo y Leonard Cohen… Es un modo de pensar bastante oriental. Del mismo modo no hay que pensar que porque alguien sea profesor vas a aprender de lo que supuestamente enseña. Puedes aprender, en cambio, de cómo se comporta y habla, de cómo mira, de lo que hace… Es un poco como decía Breton: La vida es un espectáculo total, un show todo el rato, no solo durante un espacio de tiempo. A veces se dedicaba a ir a ver cinco o diez películas distintas, sólo un rato a cada una, y el resultado era mucho más interesante que si hubiese visto una completa…. Los Beat heredan un poco esa idea de que puedes ser un artista en el momento que quieras, aunque seas la persona más normal, el más “blue collar” (clase obrera cuyo trabajo implica una labor manual. N del T.). De ahí nace el Blues, ¿no? Eran artistas, pero también gente que trabajaba todo el día en los campos. La semana recogiendo la cosecha, el sábado a tocar. Fumar maría, no trabajar… eso no te convierte en un artista. Ni siquiera el escuchar música.

¿Cómo llegasteis hasta el sonido que tenéis ahora?

Bueno, Philip y yo empezamos a escuchar buena música y meternos en ella de una manera muy noventera… Su tío se compro el directo de Nirvana “From the Muddy Banks of the Wihskah” (96). Y de ahí pasamos al blues, simplemente siguiendo la línea de la música que a ellos les gustaba. Ahora hacemos “Keys to the Kingdom” y algunas cosas más que son tradicionales; Martha Wright, Washington Phillips… esas grabaciones de campo, ya sabes…

¿A veces pienso que el Rock&Roll no es sino folk, que opinas?

Se supone que toda la música es folk… toda es “for the folk”, ¿no? (Folk: gente, pueblo. N. del T.). No hay nadie que no se englobe en ese “Folk”. Todo el mundo es folk. Es música hecha por humanos para humanos y sobre humanos, no Space Rock (risas).

¿Qué tal la gira europea?

La gira fue a la vez el mejor y el peor de los tiempos. Según llegamos, Greg tuvo un ataque epiléptico en parís. Nos asustó bastante, la verdad. “Friday in parís” va de eso. Por otro lado fue increíble. La primera vez que tocamos en Austin podía haber unas diez personas, y hete aquí que en nuestro primer bolo en Amsterdam es en un garito grande, y sin otras bandas ni nada, ¡y estaba hasta arriba!… Nos hemos ganado lo que tenemos en Estados Unidos a base de trabajo, girando mucho y no tocando nunca lo mismo, con un repertorio de unas 100 canciones, que yo haya escrito. Pero esa gente en Holanda no sabía nada de esto. ¡Y habían venido a vernos sólo a nosotros! Fue increible.

¿Has publicado algún libro?

Me gusta mucho escribir, pero no tengo nadie que publique lo que hago. Es más fácil componer unos temas y conseguir un bolo (risas). No soy un tipo muy sociable, y montar una banda, salir de gira… es una manera estupenda de conocer gente. Por eso “Los chicos extraños”. Ya sabes… has ido a tocar a otra ciudad y estas en el bar… ¿Quiénes son esos? No se, unos tipos de fuera, tienen una pinta lamentable, aquel es majo, el otro un cretino… “The Strange Boys”.



MLKs (Ryan Sambol. Trad: L. Boullosa)

Si lo que se pensó
en mi apartamento
fuese pensado fuera, en las calles.
Si lo que se amó
en el salón de tu casa
se amase fuera, en las calles.
Si lo que se dijo
en mi cama
se dijese fuera, en las calles,
entonces me temo que seríamos
sólo tu y yo...
así que me quedaré donde puedas verme.
¿Harás lo mismo por mí?

Si lo que se vio en la película
fuese visto fuera, en las calles.
Si lo que se leyó en el libro
se leyese fuera, en las calles.
Si hubieses escuchado lo que estaban diciendo,
los Martin Luther King,
etonces ya sabrías
que cualquiera puede venir
pero que yo quiero sentarme junto a ti.
¿Quieres tú estar a mi lado?

viernes, julio 02, 2010

El viejo ermitaño (sale de su cueva de vez en cuando)



Hace un tiempo tuvimos la suerte de conocer al escritor argentino Juan Terranova y de leer su excelente novela "Mi Nombre es Rufus", un texto lúcido y sintético sobre la ascensión y caída de una banda de Rock. Contactamos con él y le hicimos una entrevista que orbitaba básicamente sobre ese libro y que podeis leer AQUÍ.

Aparte de su blog, EL CONEJO DE LA SUERTE, Terranova ha creado una página en la que cuelga entrevistas cortas con escritores, diseñadores, periodistas y otras malas hierbas a los que considera interesantes. La última, con nuestro colaborador LUIS BOULLOSA, que contesta, AQUÍ, en su línea, entre la pulsión ascética y la teoría de la conspiración.