domingo, diciembre 21, 2014

RIZOMA – “Amasijos vegetales desintegrándose en la locura cósmica”



Mola ver a una banda que evoluciona y lo hace rápido. Te deja siempre con ganas de más.

Aparte de la sencillamente preciosa portada de esa excelente ilustradora que es Elena Serrato, lo primero que me llama la atención del nuevo trabajo del trío madrileño RIZOMA es la evidente mejora en el sonido con respecto a su debut, aunque el método de grabación, a cañón en el local, haya sido el mismo, y aunque la cosa siga raspando como lija.

Lo segundo, la mejora en las voces, excelentes en su oxidada expresividad, con Edu escupiendo las frases como un hijo rupestre de Mark E. Smith que jugase a ser la iguana de Detroit.

Lo tercero, la capacidad para fascinarme que sigue teniendo la música más encabritada e imperfecta, es decir, mi propio amor por las cosas fracturadas y ajenas a la idea de perfección. Los Rizoma son como ese sofá que te encuentras tirado en un descampado y te llevas a casa y en el que sigues sobando diez años después: la apariencia es desharrapada, pero valen más que la mayoría.

Me recuerdan en esto a una serie de bandas distintas entre sí pero cercanas en espíritu como Karp, los olvidados pero gloriosos Tad, Federation X, Mudhoney o incluso los primerísimos Screaming Trees. Aunque distintos estilísticamente, los madrileños comparten con esas bandas ese nosequé arisco, bronco, aceitoso, corrosivo. Esa cualidad de gorgoteo  primigenio y animal que, no lo puedo evitar, me resulta fascinante. Inconexo a veces, pero siempre frondoso y fresco, “Amasijos vegetales…” es una deliciosa lección de autosabotaje y cortocircuito. Hay algo encantador en su caos, en esas guitarras inestables y taladrantes que mandan en el disco, en esa absoluta naturalidad. En la época en que todo el mundo parece ir de seriamente cósmico, ellos -aunque soterradamente psicodélicos, y pese al título del disco- parecen preferir unas sanas risas y una grumosa papilla de ruido sin pulir y fuzz de los bosques. Y yo lo agradezco.

Por supuesto, nos será más fácil de digerir a los que somos veteranos en esto. A los no habituados a este tipo de ruido quizá se les haga algo más difícil la ausencia de redondeces, el espinoso devenir de los temas, el avance a veces trabajoso (como en la traqueteante “Hills on acid”, un embrutecido choque de psicodelia cacharrera) y, en fin, la misma propuesta, sucia, ruidosa, cortante, cabrona ella.

La gran pregunta es: ¿Cómo hubiese sido esto grabado en condiciones óptimas? Y esa nos lleva a otra pregunta: ¿Cuáles son las condiciones óptimas para una banda que parece amar la cazalla sónica más que a su madre; para una banda cuyo principal atractivo sea quizá esa condición terrosa, magmática, no pulida? Es difícil de saber. 

Probablemente su tarea –aún les queda camino, por suerte para ellos-sea perfeccionar la composición sin perder ese sabor de desguace que los hace únicos; conseguir esos hits inmediatos que toda banda necesita. Porque claro, Mudhoney no serían los mismos sin “Touch me I’m Sick”, por poner un ejemplo.

Entre lo terreno y lo onírico, entre Burroughs y la vieja y podrida España (lean las letras, están en su bandcamp y son imprescindibles en su sucinta locura), entre lo achicharrado y lo purísimo, Rizoma me recuerdan a la carcajada de una planta carnívora: un manjar para los que amamos esa vieja sensación de mugre y libertad.




viernes, diciembre 19, 2014

CANCIONES PARA PERROS EN PELIGRO - "Living in the kingdom of death" (Daniel Higgs)






Daniel Higgs. Por unas o por otras nunca he tenido el tiempo o el ánimo de entrarle en profundidad, aunque sabía que valía la pena. A los Lungfish los conocí tarde, y ante una obra amplia y compleja que va de la poesía al ruido y a menudo los mezcla, me he tomado mi tiempo. Valga eso para definir mi estúpida pereza, pero algún día hay que empezar. Hagámoslo con esta aproximativa traducción de “Living in the Kingdom of Death”, esa estremecedora, extática joya que abre su disco “Ancestral Songs” (2006). Después, seguiremos buceando.



Viviendo en el reino de la muerte

Viviendo en el reino de la muerte
Viviendo en el reino de la muerte
Muerto para el reino de la vida
Viviendo en el reino de la muerte

Despertando en el reino de los sueños
Despertando en el reino de los sueños
Soñando en el reino de los despiertos
Despertando en el reino de los sueños

Viviendo en el reino de la muerte
Viviendo en el reino de la muerte
Muerto para el reino de la vida
Viviendo en el reino de la muerte

Amor mío, visto estos harapos
Amor mío, visto estos harapos
Mi amada, hermana del mar y el aire
El mar que se refleja bajo el aire invisible
La conjunción de todas las cosas con todos los lugares

Viviendo en el reino de la muerte
Viviendo en el reino de la muerte
Muerto para el reino de la vida
Viviendo en el reino de la muerte

Lucifer, el brillante hijo del Cristo
Lucifer, el brillante hijo del Cristo
Señor Cristo, ilumina el vientre del que cosecha
para Lucifer, el brillante hijo del cristo

Viviendo en el reino de la muerte
Viviendo en el reino de la muerte
Muerto para el reino de la vida
Viviendo en el reino de la muerte

Ve al Diablo en el Cristo, si ese es el verdadero premio que buscas
Permanece en ti y permanence en mí
Permanecemos en nosotros y después volamos
Ve al Diablo en el Cristo, si ese es el verdadero premio que buscas

Viviendo en el reino de la muerte
Viviendo en el reino de la muerte
Muerto para el reino de la vida
Viviendo en el reino de la muerte

En la pradera profunda, en la pradera verde
Sobre un trono de sonido bajo la sombra del sauce
La Sangre como latido, el germen del embrión
nunca explicará o describirá lo que nunca sabrá

Viviendo en el reino de la muerte
Viviendo en el reino de la muerte
Muerto para el reino de la vida
Viviendo en el reino de la muerte

Un espejo tan ancho como larga es tu vida.
Un espejo tan ancho como larga es tu vida
Tu reflejo el eco de una canción antigua
En un espejo tan ancho como larga es tu vida

Viviendo en el reino de la muerte
Viviendo en el reino de la muerte
Muerto para el reino de la vida
Viviendo en el reino de la muerte


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Living in the Kingdom of Death

Living in the Kingdom of Death
Living in the Kingdom of Death
Dead to the Kingdom of Life
Living in the Kingdom of Death

Waking in the Kingdom of dreams
Waking in the Kingdom of dreams
Dreaming the Kingdom of the awake
Waking in the Kingdom of Dreams

Living in the Kingdom of Death
Living in the Kingdom of Death
Dead to the kingdom of life
Living in the Kingdom of Death

My love these living rags i wear
My love these living rags i wear
My beloved, the daughter of the sea and the air
The reflecting sea beneath the invisible air
The conjunction of everything with everywhere

Living in the kingdom of death
Living in the kingdom of death
Dead to the kingdom of life
Living in the kingdom of death

Lucifer, the child bright of the Christ
Lucifer the child bright of the Christ
Lord christ, illuminate the reaper's womb
For Lucifer, the child bright of the Christ

Living in the kingdom of death
Living in the kingdom of death
Dead to the kingdom of life
Living in the kingdom of death

See the devil in the Christ, if this is the true prize that you seek
It abides in you and it abides in me
We abide in us and then we flee
See the devil in the Christ, if this is the true prize that you seek

Living in the kingdom of death
Living in the kingdom of death
Dead to the kingdom of life
Living in the kingdom of death

In a meadow deep in a meadow green
Upon a throne of sound beneath the willow shade
Blood like beating, the germ of the embryo
It will never explain or describe what it will never know

Living in the Kingdom of Death
Living in the Kingdom of Death
Dead to the kingdom of life
Living in the kingdom of death

A mirror as broad as your life is long
A mirror as broad as your life is long
Your reflection an echo of an ancient song
in a mirror as broad as your life is long

Living in the kingdom of death
Living in the kingdom of death
Dead to the kingdom of life
Living in the kingdom of death



sábado, diciembre 06, 2014

NICK TALBOT - INGLATERRA SUMERGIDA



Ha muerto Nick Talbot, a unos siempre demasiado tempranos 37 años. Fue el cerebro y la médula de Gravenhurst, un proyecto con el que publicó varios discos muy notables y al menos -en nuestra opinión- una obra maestra, ese "Fires in Distant Buildings" que tuvo menos repercusión de la que merecía y que escucho ahora mismo. Un disco con algunos momentos, no pocos, de los que erizan el cerebro si uno tiene cierta querencia por el misterio metafísico y el sufrimiento humano. Recuperamos la reseña del disco y la entrevista con Talbot que KAPUT publicó en papel justo en aquella época (2006, él debía tener unos 29 entonces) y que nunca llegó a la web. Sirva de recuerdo, para quien desee recordar.


EL LIBRE ALBEDRÍO Y OTRAS ILUSIONES - Una entrevista con NICK TALBOT (GRAVENHURST) 

Terror gótico, alienación urbana, viajes escapistas hacia el pasado que yace bajo nuestros pies, descarnado retrato social y ocasionales destellos sentimentales con el poso ajado y polvoriento de lo que no pudo ser. Nick Talbot nos cuenta cómo enterró vivo a Nick Drake y se reinventó como cronista de la Inglaterra oscura.


Estoy interesado en tus influencias no musicales. Citas algunos libros en las entrevistas... 

- “Último verano en Klingsor” (Hermann Hesse) es sobre un pintor auto destructivo que se mata trabajando. “Happy like murderers”  (Gordon Burn, Faber&Faber, 1998) es un libro sobre Fred y Rose West que asesinaron a muchas adolescentes en Gloucester. A diferencia de la mayoría de libros del género de “crímenes reales”, parte de la prosa are escrita como si la historia fuese ficticia. Eso lo hace más perturbador e iluminador. “From Hell”, de Alan Moore, es una “novela gráfica” (una forma pija de llamar a un libro de comics). Es un acercamiento de ficción a la leyenda de Jack el Destripador, lleno de especulación metafísica y del habitual genio de Moore.

¿Crees que el artista que como ciudadano está políticamente implicado debería reflejarlo en su trabajo? ¿Cómo es la situación político-social en Inglaterra? 

-A menudo, cuando los escritores de canciones intentan ocuparse de acontecimientos actuales las canciones caducan rápidamente; las canciones no son una plataforma demasiado útil para discutir lo intrincado de problemas políticos y sociales complejos. Las respuestas nunca son simples. No me veo a mi mismo encajando en el eje derecha/izquierda. Es demasiado simplificador. 

Respecto a problemas sociales como el uso de drogas, la prostitución, los derechos de los gays, etc, soy muy libertario; Creo en la elección individual y no creo que sea asunto del gobierno interferir en la vida personal de la gente. Creo que la función del gobierno es protegernos de los demás, no de nosotros mismos. Definitivamente, no soy un conservador. 

En el campo de la economía, sin embargo, soy cauteloso con la izquierda; no estoy convencido de que un gran control gubernamental sobre la economía funcione bien. Así que no soy un socialista. Un gobierno grande a menudo termina siendo tiránico. Igualmente, no estoy convencido de que los mercados libres siempre solucionen los problemas. Creo que cada problema económico debe ser evaluado de manera independiente; no soy el adecuado para los dogmas teóricos, así que supongo que soy más bien un centrista a ese respecto. Por encima de todo, tengo instintos libertarios.

“Los muertos ven a través de los ojos de los vivos/los muertos conocen todos vuestros nombres/sin el poder de evitar que repitamos los mismos/descuidados errores que ellos cometieron...”. Parece un castigo bastante duro. ¿De dónde salió esa idea?

- Estaba subiendo por una colina en la Toscana cuando pensé en ello. La ultratumba siempre me ha parecido una noción absurda y cruel. Si los muertos están en el paraíso observándonos, viendo como lo jodemos todo, debe ser bastante infernal para ellos. Si existe un paraíso, no quiero ingresar en él.

Estas muy metido en las historias de fantasmas y las películas de terror. ¿Cuáles son tus artistas favoritos en ese campo y cómo han influido sobre ti?

- M.R. James (Montague Rhodes James, 1862-1936) es la mayor influencia literaria sobre mis letras. Escribió historias clásicas de fantasmas; leerlo a él me introdujo en el arte de hacer que la gente se sienta de una manera determinada sin darle, en realidad, ninguna información. En sus historias, lo inexplicado permanece inexplicado. No hay soluciones, solo pistas y vagas sugerencias. Espero hacer lo mismo con mis letras.

Tienes una capacidad asombrosa para crear atmósferas misteriosas y amenazantes con sonido y unas pocas palabras bien escogidas... ¿escribes poesía, cuentos o novelas?


- Escribo algo de poesía, pero la mayor parte es muy tonta; escribo pastiches y parodias de horror “pulp” para mi propio solaz. En todo caso, si escribo algo bueno en forma poética normalmente termino usándolo en una canción. También escribo algunos artículos y reseñas para revistas. Intento no tomarme a mí mismo demasiado en serio.

¿Dónde comenzó el interés por lo oscuro? 


- En el vientre materno.

Alistair Fitchett te comparó con los Kinks porque “ambos exploran temas de un tipo de mítica 'inglesidad perdida’. ¿Cuáles son esos temas y que significa exactamente el término? 


- No se lo que significa realmente, es una mezcolanza de cosas. Podría significar, sencillamente, la decadencia de las cabinas de teléfonos rojas y la amabilidad, el aumento de la violencia. Pero esas no son las cosas que me interesen. Para mí es más la idea de la prehistoria de cualquier país, la idea de sistemas de creencias perdidos, civilizaciones perdidas, ciudades bajo el mar. Como soy inglés, de modo natural me centro en las islas británicas. 

Estoy interesado en todas las tradiciones paganas pre-romanas y específicamente pre-cristianas de las islas británicas. Los restos de las tradiciones precristianas se extienden por toda Inglaterra, especialmente en el oeste del país, donde yo vivo. Muchos pubs que se llaman “Green Man” (un símbolo mitológico pagano recurrente en Inglaterra y, de paso, en muchas otras partes. N del A), pueblos con “maypoles” (otro símbolo arcaico que permanece. N del A), círculos de piedras... Debo añadir, en todo caso, que no soy un hippy. Me gustó mucho “The Wicker Man” (Christopher Lee, Brit Eckland, 1973, Película de serie B que ha ido ganando prestigio con los años y trata, bajo la apariencia de un thriller policiaco, temas como la vuelta a los antiguos ritos paganos. N del A).

¿Cómo decidiste el tratamiento sónico de tu versión de los Kinks? 


- Es una canción pop a medio tiempo que coquetea con la psicodelia, así que lo que hice fue ralentizarla y hacerla sonar más narcotizada.

¿Es “Fires...” un intento de huir de las constantes comparaciones con Nick Drake? El disco tiene una enorme variedad, con partes duras incluso... ¿te interesa la música violenta? 

-Algunas de las canciones de “Fires...” fueron escritas en 1998, mucho antes de que hiciese mis discos acústicos. Fugazi y My Bloody valentine son mis bandas preferidas. También me gusta el trash-metal. La gente debería ser cautelosa cuando escucha un disc: podrían acabar escuchando lo que quieren escuchar. A menudo su análisis dice más sobre ellos mismos que sobre el álbum. La gente escucha a Nick Drake en mis discos porque es una referencia que está de moda para hablar de una guitarra acústica y una voz inglesa. Mi colección de discos es muy grande.

Inglaterra tiene una larga tradición de estrellas pop que han sido, al tiempo, agudos comentaristas de la realidad del país. Mis favoritos son gente como Ian Curtis, Julian Cope, Aidan Moffat, Jarvis Cocker, Morrisey o Ray Davies. ¿Qué opinas de ellos? ¿Añadirías a alguien?

Todos ellos son grandes artistas. Me gustaría añadir a Billy Bragg, Richard Thompson, Kate Bush, y The Pet Shop Boys.

Tienes tu propio sello, Silent Age. ¿Qué música intentas promocionar?

- Silent Age nunca ha sido un sello propiamente dicho. Comenzó como un vehículo para mi primer álbum, pero quise que otros artistas saliesen a la luz; había demasiada música estupenda que terminaba en la pila de maquetas de los ojeadores de las discográficas. Decidimos enviar pequeñas tiradas de CDs a las rasdios y los fanzines en lugar de a otros sellos. Silent Age actuó como una especie de paraguas colectivo. Tuvimos cierto éxito así: War Against Sleep, Bronnt Industries Kapital, S.J. Esau, Ivory Springer y Geisha han sacado discos con sellos propiamente dichos después de que atrajésemos cierto interés sobre ellos con Silent Age. El sello, sin embargo, ha permanecido “dormido” durante un tiempo. Estoy a punto de reeditar el debut de Gravenhurst, “Internal Travels”, y saldrá en Silent Age.

¿Te interesa la historia?

- Estoy obsesionado con ella.

La idea de la violencia en sus diversas formas (reprimida, explícita, infligida a uno mismo) parece rodear tu último disco. ¿Por qué te interesa tanto? ¿alguna conclusión?

No sé porqué estoy interesado en ella, pero mi conclusión general es que el libre albedrío es probablemente una ilusión.

¿Qué importancia tiene la música en tu vida?

- No lo se. No siento que tenga demasiado control sobre mi vida. Siento que es algo que, sencillamente, me sucede.

¿Qué hay después de la muerte? 

- Nada, espero. Como he dicho, lo del paraíso suena infernal.



CITAS

“Para comprender al asesino/debes convertirte en el asesino/y ya no necesito esta violencia/pero ahora que he probado el odio, quiero más” (The Velvet Cell)

“Descienden sobre la ciudad como moscas/rociando sus huevos dentro de los ojos de un perro muerto:/es Inglaterra, un sábado noche” (Animals)

“Llévame hasta el río/quiero sentir el agua/acercándose e inevitable mientras tú empujas mi cabeza hacia el fondo” (Animals)

“Vivo en ambos lados del espejo/siento el dolor que la destrucción trae/Quiero ayudar a ponerlo todo en su lugar/quiero destruirlo todo//Hay ciudades bajo ciudades/ciudades bajo el mar/En los pueblos desiertos y los túmulos funerarios/ hay belleza – que nadie verá” (Cities Beneath The Sea)

“Justo tras la medianoche me doy cuenta de lo que he hecho. Justo tras la media noche me doy cuenta de lo que he hecho. Yo levanté la mano que lanzó la piedra que mató al pájaro que despertó a la ciudad” (Black Holes In The Sand)


 


Gravenhurst – "Fires in distant Buildings" (Warp)

Era la de Gravenhurst una discografía aceptable, de sereno siniestrismo vagamente folk (en la vertiente inglesa, claro), hasta que llegó este disco para despejar la mesa y colocarlos de inmediato en otra dimensión. Tirando al lado joydivisiano del asunto (ese baño de electrónica ocasional y amenazante, el fibroso sonido de brillante oscuridad) pero con personalidad, sonido y letras -¡qué letras!- para afianzarse lejos del plagio, el cerebrín de Nick Talbot ha parido un engendro que aúna el pop torturado y sentimentalmente puntiagudo con la violencia extática y contenida que en su momento postulaban Mogway o My Bloody Valentine y ocasionales reflejos de refilón en el palaciego espejo de Smiths y Pet Shop Boys. Anglófilo hasta la médula y con un ojo innato para las imágenes y atmósferas que hielan el tuétano, Talbot retrata la violencia común en sus múltiples formas con mano maestra. Sin miedo a los desarrollos largos, pero preclaro en el cierre melódico de los temas. Asequible pero con profundidad, nunca obvio, y con el broche de "See my friends" de los Kinks narcotizado y virado a Spacemen 3 en sepia. Un disco imprescindible desde ya, si no eres de los que tienen accesos de urticaria por un poco de engolamiento British...


miércoles, diciembre 03, 2014

LOS TUPPER – “Yesterday’s Pizza”




Hay una regla de oro del Rock&Roll que lo convierte, en cierto modo en un género elitista pese a lo popular, un misterioso arte de maestros: aunque la influencia y el trabajo sean inevitables y necesarios, la clase no se copia ni se aprende, simplemente se tiene o no. Los Tupper la tienen; poseen ese elemento misterioso, natural, real y gastado que cientos de bandas intentan impostar sin llegar nunca a la chispa. Y la clase presente en su impecable segundo trabajo es, como todos los estados de gracia, inexplicable. Quizá esté en la aparente falta de complicación de unos números de Rock&Roll que sin embargo no suenan nunca tópicos, en ese trote ligero, a medio tiempo, caprichoso, suavemente preciosista con el que casi todos aburren y ellos no; o en su modo saludable y tranquilo de fagocitar una tradición que, abarcando todo el Rock&Roll de corazón glam, prestancia pirata, trapos de saldo y emoción a flor de piel, en sus manos no suena en ningún momento a cliché. No sé. Debe ser una cuestión de personalidad y, en última instancia, por tanto, de alma.

“Yesterday’s Pizza” se sitúa así, con naturalidad, casi con modestia, entre los mejores discos que he escuchado en 2014. Sin tremendismos, sin alharacas, sin tirar la casa por la ventana, porque no hace falta. Crepuscular pero brioso, clásico, ajustado sin estridencias en lo instrumental, no baja la guardia en un solo tema. Arranca impecable con el vacile bailón de “Susie in the nightime” y “Turn me on”, baja sabiamente al sustrato blues en la turbia “Hard-on”, pisa el acelerador con festiva suficiencia melódica en “14 days”, flota a dos pies de altura sobre el agua irisada en “Candy for Ayers”… inyecta, en fin, sus diez píldoras vintage con un pop de guitarras amargas que hace brillar la superficie de su corazón envenenado y doliente, ese que siempre, siempre, tiene que estar ahí.

Veo a la gente perdiendo el culo por fantoches que aportan la pinta y la pasta y carecen de sustancia, por clones de la cáscara rollingstoniana y por bocazas con mucha prensa y sin un tema que haga mover los pies o el cerebro; por remedos del pasado que igualan sintéticamente las maneras sin saber ni de lejos de qué va la esencia de esto. Y me pregunto lo de siempre: ¿Qué pasa? ¿No sois capaces de ver bajo vuestras narices? Si lo fuerais, allí estarían Los Tupper, una banda de aquí que factura Rock&Roll mayúsculo en el que resuenan los ecos de una post tradición completa, la que incluye a Bolan, a los faces, a los Stones y a los Jacobites, pero también probablemente a muchos más. A lo que hubo antes y, quizá, a lo que está por venir. Y que lo hace sin mimetismos, con amor y con estilo, a despecho de todo lo demás. No hay tantas.

Entre los colaboradores del disco, dos leyendas, no por aparentemente menores menos esenciales: Dave Kusworth y Darrell Bath. El viejo guitarra Jacobite con quien los Tupper grabaron su último disco, “Throwing Rocks in heaven” (Sunthunder), aporta apenas unos coros, pero Bath (Uk subs, Godfathers, Dogs D’amour, Vibrators, Nikki Sudden, al loro con el gato los que no lo conozcan) se mete más en el fregao de guitarras. Se agradece, sin duda, aunque sospecho que sin ellos el disco hubiese sido igualmente magnífico.

Corto, redondo, cerrado sobre sí mismo, sin pretensiones de ser la clase magistral que en cierto modo es, muchos con más nombre darían un brazo por poder hacer un disco como “Yesterday’s Pizza”. Descorchen una botellita de Oporto para acompañar el manjar. A mayor gloria de los bailes del ayer y de los del mañana. Y sobre todo por los de hoy mismo, ya que estamos aún vivos y llenos de deseo. Gracias. //LUIS BOULLOSA

(Más info sobre este disco y otros desaguisados musicales AQUÍ)