domingo, febrero 03, 2008
THE GOLDEN BOYS - "Whisky Flower" (Hook or Crook)
Hay bandas que hacen cosas perfectamente clasificables, pero hacen tantas diferentes que el cocktail resultante resulta difícil de definir sin la consabida ristra de referencias. Ubicados en una aparentemente improbable intersección entre los caminos de los Stones (“Babushka”), They Might Be Giants y Fountains of Wayne, pero con una sazón final de deshinibida fiesta vaquera, los chicos de oro tejanos ofrecen un disco que por momentos es encantador de puro desarticulado, una barbacoa en el patio trasero de la música americana despreocupada por los acabados y los ribetes y con gusto por un desaliño que deja muchos de los temas más en divertidos apuntes que en canciones redondas. Quizá algo haya, en el fondo del vaso, de la forma de trabajar que hizo grandes a los Giant Sand época “Long Stem Rant”: esa voluntad de dejar que lo aleatorio, el error, entre en la música, por la pura curiosidad de ver que sucede y como se lo puede reconducir (“Remember Georgia”). Sin la profundidad ni la trascendencia de Howie gelb, eso sí. El resultante es bonito, un sano baño de buenas intenciones con algún momento grande en el que se salen de lo suyo con excelente pulso (“Billy Wore a Dress", un encuentro discotequero entre The Fall y los Meat Puppets, salvas las distancias) pero también con unas cuantas nimiedades de esas que no debieran haber dejado jamás el local de ensayo (Dolly´s Waltz), miniaturas con un tufo a rollo rural un tanto impostado que suena más a chalet en las afueras que a destilería clandestina. Si fueran una bebida serían una limonada ligeramente ácida, con un lejano regusto de bourbon al fondo del paladar. Excelentes en momentos concretos y siempre saludables, es la palabra. Un adjetivo que rara vez se puede usar si hablamos de hoy y hablamos de Rock&Roll.// Chapero Bob
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