sábado, agosto 27, 2011

BEN SALTER - "The Cat"





A veces para encontrar discos cojonudos basta por darse un garbeo por el callejón digital, como quien pasea por la ciudad en los días de viento, con esa curiosidad alerta por si sale volando una vieja, los niños resbalan en los charcos, las faldas se alzan sobre el viento con gracia fugaz o un gesto en una esquina te recuerda a todo lo que ya no está. Así me encuentro a BEN SALTER, por casualidad, en un blog, guiado por el hecho de que su disco de debut en solitario, THE CAT, esté producido por Prometéo, aka Gareth Liddiard. Uno acaba teniendo cierto olfato, esa es otra, y en efecto, el disco, por encima de su excelente single de presentación (“The Coward”, que adjuntamos en vídeo), es un magnífico cajón de sastre que va de Richard Thompson (o Nick Drake) a The Magnetic Fields pasando por Bob Mould (esa voz en los tres primeros temas) y sonando pese a todo personal sin aparente esfuerzo. Hace suyos Salter el folk anglo y el pop de los ochenta con igual y agridulce autoridad, ayudado por una producción que parece ser capaz de tratar las piezas individualmente (algún arabesco sutil, un saxo o un ramalazo irlandés aquí o allá, guitarras de fondo) sin que eso le impida dar coherencia al total; es decir, una producción pensada pero capaz de mantener una cierta aspereza en el sonido que es clave para resaltar la esencial potencia de diez temas (más una versión y un instrumental) que no se andan con rodeos a la hora de entrar con escéptica melancolía en la casa de los sueños malogrados, lo agridulce de existir y los variados sinsentidos de la relación personal. Delicia inesperada si a uno le apetecen unas horas de granizada emocional, clásico inmediato de los bajos fondos del pop, donde se trafica con almas, cuerpos y drogas caseras; talento a descubrir (aunque tiene una ya dilatada trayectoria con varias bandas hasta ahora desconocidas para mí como Gin Club, Giants of Science o Young Liberals) que se reivindica por si mismo en las contrapeladas letras, por encima de la media, y en su sobresaliente capacidad para convertir la parálisis personal/sentimental en dinámicos hits de pop atemporal. Para ir de la modestia cotidiana (un gato, una hierba, un sueño, una excursión) al centro de las cosas en ese único e inexplicable paso mágico que es una canción. //Luis Boullosa

PD- Para los mitómanos de la cosa “energy” (aunque en este álbum nada hay del asunto), uno de los colaboradores es nada menos que Joel Silbersher (GOD, Hoss, Dirty Three)

PD II- Pronto entrevista.

1 comentario:

Pablo dijo...

¿Toca en Madrid...? Me apunto