miércoles, junio 04, 2008

Otra opinión sobre los anteriores (FELICE BROTHERS)


Una escucha (sólo una) ha sido suficiente. Veredicto: el nuevo álbum de Felice Brothers (llamado así, "The Felice Brothers" es el primer gran gran gran disco del año. Tres puntos a favor tiene la joven banda de las montañas Catskill en Nueva York.

1) Han nacido a veinte minutos de Big Pink, la casa de Woodstock donde Dylan & The Band grabaron las dos piedras angulares del americana: "The Basement Tapes" y "Music from Big Pink" y su música suena lógicamente a The Band: medios tiempos suaves, tono de voz nasal a lo Dylan, órganos, mandolinas, acordeones, baterias tocadas con escobillas, y en general un sonido muy orgánico y natural.

2) Su querencia por el bebercio, la priva, el alcohol vivo, amigos, al que mencionan en todas y cada una de sus espectaculares canciones coronadas por espectaculares (y coreables) estribillos, convirtiéndolas en nuevos (y espectaculares) himnos instantáneos.

3) Esas letras tan neoyorquinas (como muchas otras bandas, los hermanos Felice comenzaron su carrera en la estación de Union Square del metro de Manhattan) pobladas por personajes singulares y desquiciados: la pequeña Ana, Frankie y su pistola, el maldito Jim, Ruby Mae o la reina del disfraz, Helen Fry. Una escuela de tipos que parecen salidos de la mitología dylaniana o más aún, loureediana.

Este nuevo disco de Felice Brothers, el tercero ya, (y publicado en el muy interesante sello LooseMusic) es una nueva vuelta de tuerca al folk contemporáneo, ese que viene directamente de Leadbelly y que se toca con sombrero y levita de banquero del oeste. Ese que cura los disparos con dos buenos arreones de whisky, uno para la herida y otro para el gaznate. Ese que navega perdido y desorientado entre murmullos de órganos, pianos y mandolinas más viejos que la música misma.

Es de esos discos que a la mitad ya estás deseando que se acabe para volver al principio a escuchar "Frankies gun" o "Wonderful Live" y sin embargo no eres capaz de quitar ante esa exhibición de color y melodía que te invada al oir por primera vez "Radio song" o "Whiskey in my Whiskey".

Drive by Truckers se los llevan de teloneros y Levon Helm les adora. Y si Levon Helm les anda recomendando por ahí como la mejor banda del momento, quién soy yo para negarme. Aprovechando el parón de BR5-49 o Avett Brothers, saluden a la banda que más alegrías les va dar este año.// Pepe Regidor.

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