viernes, junio 06, 2008

THE KILL DEVIL HILLS - «The Drought» (Bang!)


Brendon Humpries. Apunten el nombre. El caballero tiene pintas de mecánico de camiones en algún grasiento caseto del desierto australiano, pero ha compuesto una de las canciones del año: «Nasty Business» un apareamiento forzado entre la primaria efectividad de los AC/DC y el vagabundo fantasma de Nick Cave que se adhiere a la piel como melaza y se suda como una mala resaca de whisky. Su voz, un cruce de caminos entre Barry Adamson y Rob Younger da cuenta de la macarra historia de estafa y ajuste de cuentas con tanta clase que, sencillamente, hipnotiza. De paso -para cuando te aburras de escuchar la susodicha una y otra y otra vez, y por eso de no dejar a las criaturas solas- el colega se ha construido también el resto de la columna vertebral de «La Sequía», un dico soberbio desde la enfermiza desolación de «Did I damage you?» hasta el potente Boogie de «New Country» o el atípico himno para perdedores que es «The Forsaken Few» («Perdóname nena, si parezco un tanto desolado/ pero he estado llorando sobre mi cerveza por los abandonados/No trates de tentarme con tu vestido, tan rojo/se que no fue el viento el que te despeinó así). Todo es reciedumbre vaquera y erizada mala hostia cuando hay que cabalgar. Y convincente dramatismo cuando se trata de bucear en el lado oscuro, con algún deje al mejor Springsteen («Drugs, Spices & Silk). Once cortes independientes y perfectamente distinguibles, unificados por la arenosa profundidad del sonido y el mensaje que la banda parece buscar desde la portada misma. Los amigos Burr, (Mandolina Banjo) y Joines (un poco de tó) ayudan con otros tres temas, ampliando aún más el campo de acción y remendando para el viaje un disco de los de largo recorrido y placentera revisión. Superficie añeja, vibrante fibra interior, tal unos Drones desaliñados en plan pecador de la pradera; el palillo en los dientes, la camiseta sudada, la pipa en los pantalones y el corazón roto. Si su demostración de clase te deja indiferente es que, a fuerza de cotidianas, las maravillas han dejado de hacer efecto en tí.// Cowboy Iscariot

5 comentarios:

Anónimo dijo...

"se adhiere a la piel como melaza y se suda como una mala resaca de whisky"... POR FAVOR, he mojado las bragas!!!!!!!

Anónimo dijo...

No me extraña, yo hace días que no he sacado del armario mi consolador

Anónimo dijo...

Qué pasa que a este blog sólo entran guarrillas de pizzeria?

Anónimo dijo...

vexo que a túa capacidade para facer esperrecharse as cricas permanece aínda intacta... os meus parabéns po diante, antes de lambernos as pirolas

Anónimo dijo...

Magnífica recomendación, gracias por el descubrimiento. Por mi parte, sintiéndolo mucho, el post no ha tenido ningún efecto físico.