sábado, enero 19, 2008

TODAY IS THE DAY - “Axis of Eden” (Supernova Records)


En la portada la radiografía de un fusil de asalto. Dentro, el punto de vista de un artillero en un carro de combate que recorre alguna carretera indeterminada de Irak. Y a través del libreto un feista y fantasmal paseo por un mundo de sótanos, dolares almacenados, lanzallamas y gases lacrimógenos con ocasionales momentos de extraña luz de oasis. Los tiempos de guerra en Persia parecen sentarle como un guante a la mente de Steve Austin. Le permiten abandonar un poco su eterna y torturada ambigüedad (también su parafernalia religioso-satánica) y abrazar supuestos tangibles en los que sus canciones ganan terreno, pasando de ser piezas musicales inapelables a adquirir además, una pluralidad de significados posibles que les dan espacio y empaque propio. Y entonces sucede esto: una obra maestra. Más austero y mutante que el anterior “Kiss The Pig”, con el jefe en estado de gracia en cuanto a composición de temas, "Axis Of Eden" boquea en muchos momentos fuera del magma metálico para regresar al crispado noise del que nació la banda (como en la magistral "Circus Máximus", donde se internan con inusitada brillantez en aquello que los Sonic Youth podrían haber hecho si no hubiesen olvidado que también ellos provienen al cabo de los Stooges), acercarse a los circulares y suspendidos desarrollos que cultivan Michael Gira y sus ángeles de la luz (como en la flotante segunda parte de “If You Want Peace Prepare for War”) o soltar sentimiento contenido a chorro en inesperadas odas de renacimiento (“No Lung Baby”). Atención aparte merece el trabajo del nuevo batera, Dereck Roddy (es Hate Eternal, Nile, Malevolent Creation), que aporta ese tipo de pegada a contrapelo, seca y técnica, que barre de un plumazo cualquier posibilidad de barroquismo heavy. Por supuesto, el mensaje, por mucho que se haya depurado, sigue siendo confuso. Los vericuetos mentales de Steve Austin no son fáciles de seguir y lo que a veces parece una crítica radical al sistema estadounidense puede asemejarse peligrosamente a lo contrario sólo un segundo después. Lo que brilla como una invocación de vida tornarse incitación al genocidio a la vuelta de la esquina. Una realidad que permite calificar a su lírica con la misma palabra que tan bien define a su música: esquizofrenia. En todo caso, aceptando esa dualidad y el reto de rebuscar entre los cascotes los signos de la verdad, el resultado es una constante tensión emocional que sostiene el aliento de un álbum que -y esto es muy de agradecer- no nos habla de trolls ni de espaditas, sino de la brutal y polvorienta realidad que nos rodea, nos demos cuenta o no. Su mejor disco, para el que suscribe, después de aquel insuperable “In The Eyes Of God”. El más conceptualmente concentrado y sociopolítico, incluso cuando trata con puras emociones. Y el más asequible, siempre que se pueda decir eso de semejante misil a la línea de flotación misma de la mentira occidental.// Cowboy Iscariot

THE DESCENT (Video)
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1 comentario:

Anónimo dijo...

Mmmm. No comparto algunos puntos.
En principio el disco me decepcionó un poco, y lo rememoré anoche, después de tiempo y me sigue pareciendo flojo y hay pocas cosas que me llegan a interesar. Kiss the Pig tenía más mala baba, pero le fallaba la producción, como a éste Axis, creo. No digo que no quieran sonar así ni que necesiten de producciones pulidas, pero no hace falta eso para tener otro sonido. Para mi gusto algo "opaco". Y otro punto discordante total es la batería. Está claro que Brann DAillor dejó gran mella, e inluco el batera pre-In the Eyes, tenía ese estilo (salvando las distancias con Bran) reptiloide, y más dinámico. No ha acertado Brian Austin con los dos últimos bateras (Sadness Y Kiss; no recuerdo el nombre). Muy lineales y toscos, no se funden con la música, son percusiones en otro plano. Pero sobre todo éste Dereck Roddy es un limitadito de mucho cuidado, o mete el doble pedal cuando no pinta ni con cola, y mucho pedal y poca muñeca, rígido como un esparto.
Aparte de eso, la parafernalia tanto musical como conceptual sigue ahí; ese hombre saca riffs del puto infierno...