viernes, febrero 17, 2012

SHIELD YOUR EYES (Liceo Mutante, Pontevedra)

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Piense uno que el Rock es una fuerza viva y en evolución o piense que es un manierismo heredado y ya vacío, no deja de resultar vivificante que en la ignota provincia, tan cercana a la muerte cerebral, surjan proyectos a contrapelo que, con los medios justos y voluntad, consigan inyectarle a los días algo de fibra, de riesgo, de diversión y de cultura (sí, cultura). El LICEO MUTANTE es una asociación pontevedresa que se empeña en hacerlo y parece que lo está consiguiendo. Llevan un tiempo programando carteles mas que interesantes, pero hasta anoche no había podido acercarme a su local, una casa con jardín en las afueras (pero a pocos minutos del centro, que esto es pequeño) donde comparecían los ingleses Shield Your Eyes teloneados por el dúo Grella (quizá, no lo sé, inspirado el nombre en los Hella). El espacio resultó ser agreste pero acogedor, las cervezas baratas, el trato muy amable y las vibraciones generales excelentes. Además, sonaba francamente bien y se reunieron allí unas sesenta personas, asistencia que se me antoja más que digna teniendo en cuenta que a esas horas la ciudad, incluidos bares, estaba casi desierta, que aquí al ciudadano medio le cuesta horrores mover el culo diez metros y que la programación no es lo que se dice comercial (por suerte). Shield Your Eyes, a los que no conocía, resultaron ser una banda curiosa. En unas declaraciones que encuentro rebuscando en la red, el guitarista cantante del trío, Stef Ketteringham, se desmarca de los géneros en los que la crítica lo encuadra (math-rock, noise, post-hardcore) y afirma que lo que hace es “blues rock progresivo”. Razón no le falta: su mezcla de estímulos es heterogénea, y la vanguardia se atisba en los ramalazos de furia y los cambios de ritmo que los colocan ocasionalmente bajo la sombra de bichos como Lightning Bolt o, por ir más atrás, los Minutemen; sin embargo, la mayor parte del tiempo parecen querer levantar una versión ruidosa, anarca, disonante y moderna de lo que San Rory Gallagher hiciera unas cuantas décadas atrás (dicen por ahí que también taste o Thin Lizzy, y puede ser). Demasiada ambición, quizá –aunque se les agradezca-, porque semejante traje les viene algo grande, como por otro lado le vendría a casi cualquiera. Es decir, que fracasan en parte, pero en parte triunfan, porque son al cabo una banda empeñada en abrir caminos y puertas, y, ya se sabe: mejor intentarlo aunque se falle que no intentarlo nunca. Lo de “más vale malo conocido…” se lo dejamos a los cretinos que gastan sus tardes frente a la televisión. Por lo demás, la guitarra estaba excesivamente alta, lo cual les añadió un empaque tremebundo cuando en la recta final quisieron sonar a Crazy Horse (¿o era a Bevis Frond?), pero lastró un poco la mayor parte del concierto, al tapar en exceso la única voz, esa especie de gruñido/quejido adolescente y bluesy con el que Ketteringham no parece estar del todo cómodo. Una gran velada, en todo caso, que prueba que hay vida en Pontevedra, por mucho que día a día, tantos se empeñen en demostrar con sus acciones lo contrario.//CIDE H. FERLINGHETTI

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante, no lo conocía.

Gigante Verde y Mutante. dijo...

Forza mutante.

Anónimo dijo...

Oye, pq no se pueden hacer comentarios en tu otro blog?

Cowboy Iscariot dijo...

Que yo sepa sí...

Cowboy Iscariot dijo...

De hecho acabo de poner uno...

Anónimo dijo...

Pues a mi no me deja, quizás hayan decidido caparme el pc para que no me dedique a bloguear. Pero en esta no tengo problema.

Cowboy Iscariot dijo...

Pues comenta lo que quieras decir aquí... Somos de la casa...

Anónimo dijo...

Bah, era una curiosidad sin importancia, Beatnick.
En el otro post tenía cierto sentido.