viernes, abril 11, 2008

DIMI DERO INC - "Sisyphus, Window Cleaning" (Bang)


Llego hasta Dimi Dero Inc de la mano de la excelente entrevista que el siempre fiable y disfrutable Jaime Gonzalo les hace en un reciente número de Ruta 66. Tallados (con una producción clara pero acertada) en el segmento de roca que queda entre los Beasts of Bourbon y los Drones, salvas las distancias, los parisinos son una de esas bandas condenadas a la oscuridad y al pálido fulgor de la leyenda marginal, nos tememos. Cosas que pasan, por injustas que sean. Artesanos de un rock expresionista, oscuro y torturado, heredan el romanticismo maldito de la europa decimonónica y lo levantan de su diván de psicoanálisis con solvente maestría. Con música abigarrada y poderosamente rítmica, en busca siempre del calambre eléctrico que vuelva a hacer latir el amasijo de cartílago, whisky y cables que queda en lugar del corazón, después de todos los años sin dormir. Recrean, pues, ese mundo heredado y leido, probablemente vivido también, de bohemia enfermiza, mujeres problemáticas y angustia existencial, pero formulándolo con urgente y cavernosa saña, constituyendo una especie de punto de corte y confluencia entre tendencias condenadas a encontrarse. El influjo literario de Celine y otros magos oscuros del desasosiego y la nausea. La caida de ojos heroinómana y envuelta en terciopelo sucio de Thunders y sus clones más verídicos. La abrupta expresividad instrumental del punk australiano menos obvio, con un murmullo de Nick Cave al fondo del vaso de absenta ya vacío. Un ejemplo de lo mismo que hacen ellos fueron en España los inolvidables pero olvidados Cancer Moon. Igual atmósfera malsana. Similares referencias cultivadas y oscuras. Cercana resolución en Rock&Roll dañino, obsesionado y circular. Ambas bandas retratistas de las vidas al filo, la recaida emocional y el fascinante brillar de la navaja. En lo puramente literario, no llegan a los abismos de sus propios espejos (Gareth Liddiard todavía es el brujo mayor de nuestros tiempos, creo yo) pero arrojan perlas de opaco esplendor sobre lo jodida que es la vida cuando uno es un adicto al conflicto: "Es sólo que no se porqué/todas las chicas que he tenido/son como pajarillos/que hubiesen caido del árbol//Huérfanas, victimas de abusos o palizas/con una infancia llena de mierda/doscientos millones de cicatrices y el doble de problemas". Además, alguna poética visión sobre la "solución final", que decía Ozzy, como la espléndida "Cut", con letra a cargo de la escritora sueca Caroline Carlquist. No es probable que nadie, en cinco o diez años, los recuerde más que a los Chrome Cranks, por poner un ejemplo cualquiera. Pero eso ya es un problema del mundo y no nuestro, verdad?

UN PUTO DIRECTO

No hay comentarios: