viernes, diciembre 23, 2011

UNA SEMANA RARA EN EL BARRIO



Ha sido una semana rara en el barrio.
En el bar de menús un hombre se quejaba de que hace años, su mejor amigo no quiso pagarle un premio de lotería que habían jugado a medias. Tuve que comprarle un móvil para que me diese mi parte, el hijoputa. Así le estalle en la cara y tenga que gastarse el dinero en hacerse una nueva.
En el bar de Rock&Roll otro hombre se quejaba del yonqui que vivía en el edificio contiguo al suyo. Vacío y tapiado, decenas de pisos sin dueño criando polvo en la oscuridad. El otro día hizo un incendio, el hijoputa, por poco ardemos todos. Voy a ir con mi hermano a invitarle amablemente a salir de allí. No, no estoy borracho. ¿Donde he puesto mi cartera y mi móvil?
Lo vi dos días después, rondando por su manzana, buscando algo. Como lo pille lo mato, al yonqui, por ahora vamos uno cero. Y sacó de la manga un destornillador.
Ve por la sombra, hermano, es navidad.
Y ha sido una semana rara en el barrio.
Una mujer se quejaba de su hija de veintiséis años mientras se tomaba unos whiskys a las cinco. La rebelión, decía ella. La reintegración, decía yo, aunque uno suele volverse hacia los padres ya demasiado tarde.
Otra mujer se quejaba de sus hijo, que esta navidad la ha dejado tirada peor que a un perro. Y tenía toda la santa razón. Peor que un perro, en el rincón del bar de cocainómanos, donde al menos encuentra un poco de comprensión y de calor. Parece extraño, pero no lo es. Allí estamos todos igual de solos y somos igual de perros. Esa es la verdad.
Por la sombra, damiselas, es navidad.
Y ha sido una semana rara en el barrio.
Ganamos al futbolín todo el tiempo, las mujeres no se fijaron en nosotros. Quizá somos por fin agentes secretos de verdad, con una vida por delante para cultivar ese disfraz obligado. O quizá es que no había mujeres.
Alguien llama preguntando por una guitarra rota que abandonó.
Alguien llama para que le montes unos conciertos de tez desconocida. Ruido. Ruido.
Entrevisto a Victor Coyote, que es siempre un tipo interesante y afable. Un gallego cuerdo y cabal, rara avis, me digo. ¿Cómo ha podido ser?
Y mientras, las viejas bandas intentan florecer otra vez, saliendo como mustios capullos por debajo del embaldosado de las parejas, los curros, la inmolación en el altar de esa practica nada que espera, siempre. Demasiado tarde, amigos. Animar guateques con muchos niños. Ser excéntricos para ese último público que resta. Creceran, te despreciarán. Ya lo conoces.
Últimas fiestas de una edad de plata que nunca fue.
Por la sombra, viejos Lord Byrons de saldo, Dorian Grays demasiado confiados en su cuadro, Bryan Ferrys de permiso el rato que la mujer tarde en recordar que existen, ex poetas de lo tóxico bebiendo agua mineral, nuevos poetas de lo tóxico con los rudimentos cosidos aún en la pechera esnifando coca mala y trasegando gin tonics con pétalos de rosa.
Por la sombra, niños, es Navidad.
Y ha sido un año cualquiera en el barrio, uno más.
Tan reseco de fruto como otros. Tan preñado de fe como cualquiera, si se puede llamar fe a esto que llevamos por bandera. Parece más un trapo de cocina.
Mis barmans se quejan de dolores imprecisos.
Un hombre ha recuperado su pierna, milagrosamente. Tienes unos genes de la hostia, me dijo el médico. Flipaba.
Mis amigos se quejan de su corazón, roto periódicamente en un sutil acto de masoquismo decimonónico. En el altar de la niñez.
Y también hay gente que hace cosas. En la sombra, siempre en la sombra. Es una vecindad de héroes, nómadas extraños casi siempre en su casa frente a una mesa llena de papeles. Tan tontos como para ser héroes, sí. Tan hermosos como para serlo, pese a las caras algo más ajadas, los gestos algo más lentos, la blanca ola de la vida que borra los recuerdos detrás, incluso los imborrables.
Pepe me manda su saludo con una gloriosa canción de Diamond Rugs que oigo una y otra vez.
No es “Fairytale of New York, porque es imposible, pero le anda cerca.
“Its Christmas Eve, babe, In the drunk tank”. Esas ocho palabras de MacGowan son mi himno para el paso del ecuador.
Luego de vuelta al año, de regreso al siglo, de patitas en la calle, por donde pasa informe una masa de caras maceradas en tinto país. ¿Soy eso yo? Y que importa.
Ah, y mi hermana ha tenido un niño. Y es pelirrojo. Y soy el padrino
El largo camino otra vez. ¿Lo ves? No, aún no lo ves. Ya lo verás.
Por la sombra, hijos. Todo acaba por llegar.
Y ha sido una semana rara en el barrio.
Porque nunca es una semana normal.



lunes, diciembre 19, 2011

ULTRATUMBA MOTHERFUCKERS (I) - LEE "SCRATCH" PERRY



Nunca entré a fondo en la obra de Lee “Scratch” Perry. Las vibrantes, densas músicas de raíz jamaicana me fascinan de primeras pero me cuestan en recorridos largos. Quizá es porque dejé de fumar demasiado pronto, o quizá porque soy demasiado impaciente para esa mezcla de laxitud y tensión que me parece su principal cualidad. Pero hoy, mientras lidio sólo en casa con mi puto malhumor estructural, me encuentro de casualidad con este temazo oscurísimo y adictivo y me lo replanteo. Probablemente me equivoqué, aunque lo bueno es que estoy a tiempo de solucionarlo y encerrarme en la choza a disfrutar placidamente de mis espasmos cerebrales mientras el mundo se despeña fuera. El resto del disco donde viene, “Repentance” (2008), está lleno de apreciables majaradas, pero ninguna a la altura de este “Baby Sucker” árido como un día sin esperanzas; polvo y huesos que hablasen en lenguas inventadas desde la linde misma de la ultratumba. Como unas risas a costa de un ataque de pánico. Un susurro en la memoria reptiliana del futuro, pastoso y deshidratado a un tiempo, desnudo de todo lo que no sea la locura, como buen infierno que es. Estos son los extraños placeres invernales para nuestro tarado mundo y nuestra idiota ciudad.



sábado, diciembre 17, 2011

Either I´m too sensitive...

...or Else i´m getting soft. Con las canciones que te hacen llorar, que te tocan tan dentro que te revientan, sólo hay dos soluciones: O no las escuchas o las escuchas trescientas veces hasta que las vacías de sentido. Curiosamente ambas opciones curan amputando, eliminando la gloria, negando la realidad. Al final, sospecho, lo único importante era precisamente ese momento íntimo en el que un niñato llora solo en su habitación escuchando una estúpida canción, como una mano invisible que le tocara las tripas, que es donde está esa entelequia del corazón. Hace muchos años, sin embargo, que ninguna canción me hace llorar. Ni siquiera estas dos. Preguntarme por qué llevaría a demasiadas respuestas que conozco pero prefiero no repetir. Disfrútenlas: Dolía tanto que era hermoso.





NOTA: Después de haber escrito esto, y gracias a un comentario de nuestro FAKE RACOON favorito (AQUÍ una de sus guaridas, ACÁ otra covacha), recuerdo que he mentido, y que hace poco me hizo llorar el demoledor último disco de RAFA BERRIO, 1971. Probablemente con "Este álbum" -un clásico dentro de un clásico dentro de un clásico- aunque había varias canciones capaces del milagro. Perdona, Rafa, las neuronas van a su bola a veces.

HEROES OF TOMORROW (I) - EDGAR ALLAN POE

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AQUÍ a más resolución. Garabato cortesía de LUIS BOULLOSA & GOG Artifacts Ltd. Lapiz y pilot 0.5 sobre papel.

viernes, diciembre 16, 2011

DOG IS LIFE

Aunque mi favorito sigue siendo el naranjito este...







Y una buena reseña de su último dico.

Un león (siempre es invierno)

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(Escrito a las dos de la tarde en mi casa de Madrid y apenas editado. Me perdonarán ustedes los errores, repeticiones y trabalenguas; al cabo, hablamos de The Fall, que es en parte errores, repeticiones y trabalenguas. Me he quedado con cosas en el tintero, así que prometo segunda parte.//LUIS BOULLOSA)

La figura de Mark E. Smith ha sido glosada ampliamente por la prensa más y menos underground, siempre con un cierto gusto por retratar los fracturados ángulos de una personalidad aparentemente enfermiza, violenta, cambiante y, en definitiva, insoportable para casi todos los que le han acompañado a lo largo de los años en su banda, los inefables THE FALL. Cierto es que, después de relamerse un rato con los restos del hombre, con la penuria física a la que él mismo se ha reducido en apenas dos décadas, los exabruptos, las broncas y el desastre, no les quedaba otra que soltar alguna que otra alabanza al hecho, incontrovertible, de que su banda –es decir SU talento, aunque sea unido al de otros- es uno de los escasísimos casos de grupo de Rock que ha logrado mantenerse más de treinta años en carretera sin bajar la guardia, sosteniendo una sobrehumana tensión creativa y llegando al hoy, que siempre es medio ayer, haciendo las cosas con insobornable maestría. The Fall siguen facturando discos como rosquillas con el añadido de que sus últimos trabajos son, sencillamente, mejores que nunca. Nada hay que tenga que envidiar, por ejemplo, “Reformation Post TLC” (2007) a, sigamos “This Nation’s Saving Grace” (1985), uno de sus supuestas piedras angulares (y van...), o a uno de mis favoritos personales, el huesudo y opaco "Bend sinister" (1986). Más resabiados, más chungos y más belicosos, Mark y quien toque (los miembros de la banda van y vienen a un ritmo ya legendario) son el perro viejo que no ha perdido reflejos pese al pelaje tiñoso y el mal aliento y cuya mordedura se va a infectar, sí o sí.

La figura de Brix, su ex mujer (en la foto ambos a mediados de los ochenta) permanece sin embargo en la sombra. Leo una entrevista larga con Smith en la que viene a concluir que no desea hablar de ella porque lo que tendría que decir es, en definitiva, terrible. Y sobre sus palabras sobrevuela el fantasma de otra idea: la de que hablar de ello sería, además, enormemente doloroso. Y ya sabemos todos como es: Sólo duele así hablar de alguien a quien odias porque, además, lo quieres. Las imágenes son a veces reveladoras, por impostadas, posadas y preparadas que sean. En la que encabeza este breve desvarío aparecen los dos en su apogeo. Ella, bellísima, él, que guapo nunca fue, dotado sin embargo con esa pétrea jeta de desafío juvenil, turbia, equívoca, sardónica, infantil, que por momentos se puede confundir también con algún tipo de belleza. Con la jeta de ardilla sartriana mirando de cara al peligro. Eran la encarnación –una de las mejores que conozco- de un tópico más de la cultura, el de la bella y la bestia. El soberbio e invencible creador de ruido existencialista y... Ahí está el problema, ¿Y quién? El papel de Brix en The Fall jamás quedará, probablemente del todo claro. Musa sin duda, pero ¿cuál fue su peso en el proceso creativo y el desarrollo de la banda?

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Me recriminaba amablemente una amiga hace poco, un comentario que hice sobre las “niñas monas” en una crónica de un concierto de Lüger en este mismo blog. Decía así: “El público, por lo demás (es importante saber como es el público de uno para poder conocer las razones por las que lo abandonarán a uno y reírse de ellas sin rencores), fue el de Lüger HOY, es decir, una mezcla sutilmente variopinta: Mucho melómano puro -es decir, tipos normales o no normales que aman la música, que pueden entender por igual a los Ramones que a los Hawkwind y que permanecerán-, mucho enteradillo metido a "coolhunter" de sí mismo demasiado tarde –esos no permanecerán- y mucha niña mona que se repartirá, supongo entre las dos categorías anteriores con desgraciada preferencia por la segunda –mi sensibilidad estética, también conocida como instinto de apareamiento me impide distinguirlas del todo bien, como es lo digo-“. No me arrepiento de haberlo escrito porque creo que define una situación real y porque lo que uno piensa no es materia de arrepentimientos, sino de análisis, pero, al mismo tiempo, le concedo a mi amiga la razón. En efecto, las mujeres son a menudo tomadas en el mundo de la música (también en el mundo de la música, deberíamos decir) con poca seriedad y juzgadas con un prejuicio sexual/objetual que no se aplica a los hombres y que, curiosamente, proviene probablemente de una carencia y una inseguridad de estos. Pero que existe y jode. Y lo cierto es que convierte el camino de aquellas mujeres cuyas intenciones son serias, reales, apasionadas, puras, en definitiva, en un recorrido comparativamente más difícil que el de sus equivalentes masculinos. “Parece que siempre tenemos que estar demostrando algo”. Y en efecto, así es. Siempre tienen que estar demostrando que no son el factor desestabilizador de una economía masculina de la amistad que antes de su llegada se supone perfecta (nunca lo es). Siempre tienen que estar demostrando que por guapas que sean no están allí por guapas, ni por chupapollas, ni de atrezzo. Siempre tienen que estar demostrando que no son las mujeres del jefe, colocadas a dedo en un puesto administrativo pero vistoso. Siempre tienen que estar demostrando que piensan, sienten, crean, canalizan, son, en definitiva, una fuerza válida en sí mismas, independientemente de su sexo (aunque, coyunturalmente, distintas en determinadas sensibilidades por su causa). No es que los demás no tengamos que demostrar cosas, pero ciertamente la carga es tan lógica como absurda. Absurda por lo aberrante. Lógica, por que en el reino de tu opuesto -y el rock sigue siendo un mundo de hombres, cenutriamente “macho” a menudo- la excepción ocasional se convierte rápidamente en norma bajo el dictado de un permanente estado de sospecha. Esa es la realidad. Una trepa maligna (haylas) basta -una sóla- para levantar un estereotipo en el que el hombre ESTÁ DESEANDO CAER (a la inversa pasa también, en otros mundos). La pregunta es ¿Por qué estamos deseando caer en ese estereotipo? No tengo una respuesta clara, quizá porque la vida cara a cara, a la misma altura, se nos antoja más difícil, en lo que tiene de reconocimiento de emociones y realidades que han sido históricamente inhibidas por nuestra casta. Porque nos es más sencilla la desigualdad: Dominio o adoración (y un patético intento de combinarlos). Por miedo e incapacidad estructural y heredada para pasar, aunque sea en los momentos necesarios para la creación, por encima de esas normas marcadas a fuego que nos dividen a hombres y mujeres en predadores y presas de una manera peculiar: ambos somos ambas cosas, aunque ninguno de los dos articula ninguna de ellas de la misma manera.

Para empezar mi contra-adiestramiento, mi desprogramación, trato de mirar a esa foto de una manera nueva, o más limpia, o más real, no sé. primero veo, sin duda, lo que todos verían según LA VIEJA Y OBSOLETA LEY: una mujer guapa, casi demasiado guapa, con un hombre normal que, dicen, tiene talento (“¿Por qué?” Oigo preguntarse a muchos idiotas “¿Pues por el talento”, oigo responder a otros tantos, todos, en definitiva convencidos de que la belleza no sólo es sino que DEBE SER un elemento de venta y negociación). Veo, después, una época, ese look ochentero entre lo chic y lo improvisado que dice también cosas de ambos. Veo, después, ese fondo de invierno, que –por ser vos quien sois, Mark E. Smith- parece casi una referencia irónica a las borrascosas cumbres de la vida, su vida, nuestra vida. Veo... Veo dos personas que conviven, en esa difícil cuerda que algunos nos empeñamos en hacer más difícil aún, estirándola a capricho propio. Veo el amor (en la segunda foto el amigo Smith, el azote de los filisteos, la bestia del páramo, tiene hasta cierta cara de tonto enamorado que le está borrando la ironía). Está bien el amor, pienso. Pena que tenga esa molesta inclinación a terminarse con o sin previo aviso y a dejarte a sus primos en casa. Porque veo el amor, sí, con su amigo el odio afilando el grano de la foto. El amor, riéndose en la cara de la muerte como un chaval despreocupado, encantado de su propia belleza y poseedor de su particular erial trasero de cosas por concluir; confiado en la invencibilidad de sus criaturas.

Y me dan pena. –tratándoles ya como si fueran personajes, porque nada, al cabo, sabe nadie de nadie-. Me da pena Mark E., al que aún le duele hasta hablar de Brix. Y me da pena Brix, que con sus modas y sus trapos, a los que ahora se dedica, difícilmente podrá cubrir, en la oscuridad de los días solitarios, el aura de esa época. Es decir, me doy pena yo mismo, aunque no mucha. Me recuerdan a aquella película, “El León en invierno” en la que Catherine Hepburn y Peter O'Toole encarnan con descarnada perfección esa dualidad terrible por la cual, en algunos momentos de la vida, lo que más desearías es poder establecer algun puente, algún debil entramado de cañas y palabras, que permitiese que lo que te alimenta y te destruye pudiese estar, sin daño, por un momento, de nuevo aquí.

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miércoles, diciembre 14, 2011

domingo, diciembre 11, 2011

HUNDIMIENTOS

El cantante de los simpáticos Gorgoroth salió del armario hace un tiempo, al parecer. Aplausos.







jueves, diciembre 08, 2011

(NOTA BREVE DE) UNA FIESTA


John Lee Hooker - No More Doggin from fotomuse on Vimeo.

Hice una fiesta. Bebimos desde las tres de la tarde hasta las cuatro de la mañana, así que la verdad es que recuerdo poco de la segunda mitad y de la pelea que la finiquitó. Pero si recuerdo que lo que realmente hizo bailar a la poca gente que todavía baila fue John Lee Hooker. El John Lee Hooker del 49/51, rasposo, vivo y chulesco aún, sacado de un disco que me compré por tres euros en Murcia y que recopila grabaciones primitivas. Sí, ese en el que hace cosas tan raras con la guitarra, contrapelado, casero, rítmicamente abrupto, y que tiene, sin embargo, parece ser, el alma con el grave denso como un escupitajo eléctrico; ese alma que le mueve el culo a la gente. Ese alma que suele yacer en el centro de los géneros de aluvión y necesidad como el blues. No así el resto de la música de la noche, excelente, pero que llovía sobre la pandilla de borrachos en lugar de propulsarlos hacia arriba. Más paisaje que latido, Más pensamiento que corazón, aunque todas esas cosas se puedan combinar, supongo. Sé que puse a los dinosaur Jr a demasiado volumen, que es como suenan bien (“Farm”, de lo mejor que han hecho nunca, aunque sea reciente), a Dylan, como no (“World Gone Wrong”, porque no en contré el insuperable “Good As i Been to You”) y también el inefable recopilatorio de caras B de Royal Trux. Y sabe Dios qué más. Pronto se acabaron de los canapés. Pronto hablamos de los romanos, de Klaus Kinski y del más allá de acá. Alguien ligó con una alemana llena de purpurina que parecía ella también salida de una peste de Herzog o un mal tripi de Altamont. Deshilachada gloria hippy y dopada, sí. Mientras, mi compañero hacía mojitos como quien reparte granadas de mano de espoleta retardada. Tardé tres días en recuperarme de la hecatombe y ahora me he recolocado el cerebro en su sitio dudo si he hecho bien, pero que importa ya. Por allí estuvieron, creo, Mr. Collins, Kim Warsen, El Señor de Los Aperitivos y esposa y, brevemente, el amigo Benitez, que se trajo a dos simpáticos colegas. Uno de ellos, me enteré, era el pintor Jorge Isla, que habló un par de veces del amor como disolución de las barreras (los límites?) interpersonales. Pese a ello parecía tenerle aprecio a ese pellejo suyo, como recién sacado de algún migrañoso canto de tripulación. Buen interlocutor. Podéis ver su muy interesante trabajo AQUÍ, aunque no es apto para depresivos crónicos o almas al borde del abismo: no parece haber en su trazo ni un atisbo de piedad o de esperanza. Tierra baldía pura, más o menos como la que quedaba en mi casa al día siguiente, al despertar. Hice una fiesta, en fin. Pero no te invité. Quizá fue eso lo único que saqué en limpio de ella, en realidad.

jueves, diciembre 01, 2011

FREAK POWER!!!

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Prsentación viernes dos a las ocho en la librería El argonauta, con Jaime Gonzalo y Antón de Discos/Libros Crudos. Una buena excusa para salir de la madriguera y respirar de nuevo el aire viciado de la ciudad.

He aquí a LA JUSTICIA

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HANGOVER MORNING & A BROKERN HEART (With Ben Salter)

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Una selección de canciones para mañanas de Resaca y para Corazones Rotos de la mano de nuestros artistas favoritos. El primero que se ha prestado al experimento ha sido Ben Salter. Aquí están sus dos listas (seis temas en el caso de la resaca). No he encontrado vídeo de “Piano Tune”, así que he puesto otra en su lugar y ya os la buscáis solitos. Feliz trago.

HANGOVER:

WHAT GOES ON - The Velvet Underground



GNOSSIENNES 1-7 - Erik Satie



PIANO TUNE - Bert Jansch & John Renbourn



WEDNESDAY NIGHT PRAYER MEETING - Charles Mingus



COME ON - The Jesus & Mary Chain



SUN COMING UP - Eric's Trip



BROKEN HEART:


SOMETIMES YOU JUST DON'T KNOW WHO YOUR FRIENDS ARE - Hits



BROKEN HEART – Spiritualized



CELLO CONCERTO - Edward Elgar



WALK INTO THE SEA – Low



CONGRATULATIONS - The Travelling Wilburys

martes, noviembre 29, 2011

CANCER MOON - TU CEREBRO ES MI CÁRCEL

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(Artículo de LUIS BOULLOSA sobre la banda bilbaína CANCER MOON publicado en el Ruta 66 de diciembre, ya en kioscos. Reedición remasterizada de su primer disco, HUNTED BY THE SNAKE disponible en vinilazo y con soberbio texto explicativo de su productor, Jaime Gonzalo, cortesía de DISCOS CRUDOS)




“My Jail is in your brain”
(Voice of the Sax)

Because I want it. Because I need it. Deseo y necesidad: fáciles de diseccionar quirúrgicamente sobre un papel, imposibles de separar, como siameses unidos por la cabeza y el sexo, cuando se trata de la vida real. Dualidad que es, al cabo, el sustrato de todo el arte necesario y nos permite sobreponernos a las propias taras y los entornos hostiles para permitir el paso de esa luz bajo la que las visiones coagulan en forma de discos, cuadros, libros, amor o simples palabras que arrastra el viento. Claro que el arte necesario se ve cada vez menos por estos pagos del Rock&Roll. Y claro que el arte necesario no es necesariamente y siempre arte sublime. Los Cancer Moon, sin ir más allá, estaban tan lejos de lo sublime como un polvo en un retrete (o sea, no tan lejos), y sin embargo se me antojan necesarios por razones diversas. Oportuna, brusca, emotiva puntada pues, sobre el inane bordado de la música española actual que persiste en llamarse “indie”, ésta muy cuidada redición remasterizada del primer disco de los bilbaínos, “Hunted By The Snake”; un vinilo arqueológico y necesario que nos llega de la mano de Discos Crudos y con una crónica explicativa del que fuera su productor, Jaime Gonzalo, creo que os suena.

Deseo y necesidad. A eso, en efecto, sonaban los Cancer Moon (surgidos en el 88, finiquitados en el 94), al menos para un adolescente que necesitaba urgentemente ver reflejados sus impulsos y angustias en espejos, si eran ruidosos mejor. Quizá por eso los pillé a la primera, aunque mi cultura musical fuera entonces rudimentaria -acorde con el lluvioso muermo cultural de la provincia pontevedresa- y las principales referencias de la banda me sonasen aún medio a chino: poco sabía de los Stooges, ignoraba quienes eran los Jesus & Mary Chain, me quedaban muy lejos los spacemen 3 y mi relación con la Velvet había comenzado a contrapelo (Live at max’s Kansas City). Me compré el CD en el Corte Inglés de Vigo, atraído por su portada, en un impulso, sin conocerlos y obligando a poner la pasta a mi padre, que torció el gesto ante la palabra “cáncer”. “¿Esto que es?”. “Un disco”, respondí yo. Siempre me acuerdo de él, que la tierra le sea leve, cuando vuelvo a escucharlo, lo cual, como casi todo lo que no es terrible, es irónico.

Corría el noventa, quizá el noventa y uno. Yo tenía 15 o 16.
Han volado 20 años, y he gastado los últimos tres días dándole la vuelta al vinilo una y otra vez en el plato, y comprobando que, como apunta Gonzalo, “el tiempo no ha pasado por sus arterias”. Por las nuestras sí, claro. Nacida hoy y no entonces, sin embargo, la arisca emboscada de rock claustrofóbico, malsano y reptante urdida por Josetxo Anitua y Jon Zamarripa, núcleo creativo del asunto, seguiría siendo un disco mayúsculo y excepcional. Con toda seguridad, y pese a esa madurez de la que alardea nuestro mundillo, volvería a ser, también, incomprendido y condenado a esa vía dolorosa que incluye el panegírico de los críticos, la indiferencia de la masa, y la final confusión y frustración del creador que, pobre diablo, a menudo no ha comprendido la premisa primera: que él hace lo que hace porque no puede evitarlo y que son otros los que, después, si pueden, sacan beneficio de ahí. Luego, claro, hay egos –no se si el de ellos era así, no lo conocí-´que se retroalimentan con la indiferencia exterior, lo cual, otra ironía feroz, es como nutrirse de arsénico: raramente medimos bien la dosis.



Como tantos otros -aunque pocos con igual talento-, Cancer Moon se asfixiaron aprisionados entre la pura mala suerte, la idiosincrasia patria y, probablemente, su falta de capacidad para corromperse (flexibilidad, le llaman). Su primer disco es una de las piedras angulares de un templo que pudo ser pero jamás se construyó. Ahora restalla a todo volumen, otra vez, atronando a los vecinos con el estruendo de su claustral psicodelia, haciendo levantar la cabeza a los mendigos rusos que se reúnen a beber cerveza en el centro social que tengo enfrente, y pienso si no habrá ganado algo también (así de mezquinos podemos llegar a ser) con la leyenda negra, opaca, deslucida, lluviosa, que estas dos décadas le han arrojado encima; con el malditismo (¿la sabiduría?) que le ha añadido el fracaso, el perfil en negro carbón que han dibujado los tiempos sobre quienes lo crearon, el silencio y las desgraciadas y tempranas muertes, en fin, del cantante Josetxo Anitua y el batería, Jesus Suniaga. Probablemente sí. Así es el mito del que ellos mismos bebían y que formularon con tan desbordada intensidad, uniendo magistralmente interiores y expansión. Con tanto deseo y con tanta necesidad.

Y no es que al disco le falten defectos. Los dos principales, una cierta inconcreción en la estructura de los temas que a veces –si se los mira de cerca- parecen esbozos no terminados, y un discutible uso del inglés -cantado da el pego, escrito no- con el que levantan sus letras, atropellados aquelarres de resonancias presuntamente literarias que a la postre, analizados en la madurez, apenas arrojan unos pocos destellos de poesía real.



Sin embargo, hay demasiada vida pura ahí dentro para reparar en esas cosas, que quedan sepultadas, más que subsanadas, por virtudes contundentes y esenciales.

La primera, las gloriosa expresividad de las guitarras de Zamarripa: vitriólica absenta sonora, versátil, lacerante, inyectada de tradición rabiosa y crepuscular pero también personal, única, distinguible, dúctil y capaz de matices y recovecos. Algo a apreciar como maná en un país que por lo general ha asumido a la Velvet con enfáticas languideces y a los Stooges con un paleto raw power de primaria, esforzadamente trazado con escuadra y cartabón.

La segunda la voz de Anitua, magnífica, capaz de hacer que, de algún modo, entre todo el sinsentido tributario de las letras, uno se quede sólo con las palabras clave que lo significa(ba)n todo: Midnight, Danger, Rock&Roll… Ya sabemos cuales son. Y con los nombres de las mujeres fatales. Y capaz, también, de que se huela el peligro, la droga y el aislamiento, la esencia. Ian Curtis no es una mala referencia: aunque Anitua no era tan gélido, había mucho de contenida violencia intramuros de su desafiante grave vocal.

La tercera, quizá, una variedad estilística esbozada que desarrollarían en sus dos siguientes discos (también excelentes) y que se dejaba intuir en detalles como la pulsación oscuramente funkoide de “Rambling”, o en los sopapos de pop acalambrado, agridulce y eléctrico del porte de “Desert in the Girl” o de mi favorita, ese “Call it Fear” que demuestra que podían pasarse a los Jesus and Mary Chain por la piedra sin pestañear. Porque cuando lo haces mejor que el maestro no se llama influencia. Se llama “jódete”. “Fuck You”, para los amigos.

No es baladí, en todo caso, la comparación con los escoceses. Los Jesus surgieron antes, vale, pero mamaban de las mismas fuentes y, sin hacerse líos, lograban sintetizar sus influencias en un estilo (quizá un estilismo, también) que les era propio. El romanticismo de los Cancer Moon era sin embargo ligeramente distinto, más bronco y más oscuro, menos paisajístico, o, si se quiere, condenado a paisajes de cloaca más que a paisajes de páramo y contraluz. No eran “Cumbres borrascosas”, eran “Informe sobre ciegos”. O lo intentaban, al menos, oscuramente rítmicos, angustiados, sangrantes, poseídos por un inescrutable espasmo interior.

Situados en ese contexto pre-indie que tan vacuos fastos, tan poca raíz, tan poca sangre nos deparó, yo los sitúo, por espíritu, no por sonido, junto a dos bandas tocayas entre sí: Los Bichos y los Surfin’ Bichos. No tienen desde luego, la tóxica y exuberante variedad, el desaliñado clasicismo yonqui de los primeros (también reeditados hace unos años, por cierto), ni tampoco alcanzan la concisión (no pueden, chapurreando en inglés sus listas de referencias) de aquel Alfaro que dos años antes esputaba, hiperlúcido, “Bienaventurados los sucios de corazón/echando cinco duros verán a Dios”, pero un mismo tuétano de idea permeaba su discurso. Ardían. Eso es. Ardían por dentro. Un fuego frío.



Y siguen haciéndolo. En esta reedición el sonido es más nítido, los bajos de “Baster” se escuchan con mucha mayor claridad, magníficos en un acertado segundo plano, las guitarras calcinan el panorama, esplendorosas, como un aura de migraña ondulante en lugar de geométrico, la voz lo toca a uno con su mano retorcida, aunque de algún modo, hable ya desde la ultratumba. Mis temas preferidos suenan más amenazantes y escamosos que nunca (“Rambling”, la reptante pero fluida “Tell Me the Secret” donde la voz brilla con siniestra luz propia, la potentísima “Jimi, Jimi” o las antes citadas), pero incluso las canciones que me parecen más obviamente tributarias (“The Iron Need”, “Cruella Devil”) han pasado el test de la vida y la muerte con nitidez y han vuelto renovadas del olvido.

Comentario aparte para el texto de Gonzalo que acompaña, clásico inmediato de la reseña biográfico/histórica que radiografía sin piedad una Barcelona inusitadamente negra, valleinclanéa a gusto y aplica con lucidez una baza ganadora que a buen seguro le habrá traído no pocos problemas: la capacidad de no mentir y de cantarle a uno las verdades a la cara empezando por las más sucias.

Sabe bien, como todos deberíamos, que un artista puede ser un cretino integral (y suele serlo) sin que por ello deje de ser artista ni un ápice. Sabe también, ¿quién no?, que demasiado a menudo, España devora sin piedad a sus mejores hijos y que lo musical nunca ha sido una excepción. Demasiado a menudo, sí, las mejores de nuestras bandas son condenadas a la indiferencia en vida y reivindicadas sólo años después de la muerte en un ejercicio, el retrospectivo, que puede ser necesario y ejercerse de manera impecable, como es el caso, pero siempre es triste.

Así las cosas, lo que quede de contracultura en el Rock&Roll ha terminado por ser una desolada trinchera de contención, pero uno sabe que cada pequeño y enfermo ladrido de perro, cada infantil arremeter contra molinos, cada sepultado “Hunted By The Snake” nos ha permitido ser lo que somos. Y quizá no nos guste lo que somos, pero aún lo preferimos a la otra opción. Los Cancer Moon son eso: gloriosa música para la trinchera cavada donde se había planeado el templo. La truculenta y equívoca banda sonora del deseo y la necesidad. Una tarea ciertamente sagrada, la suya, y como tal pagada con el olvido general, el desprecio de la historia y la soberana, inadvertida gratitud de unos pocos.

miércoles, noviembre 23, 2011

An interview with BEN SALTER

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Nuestro colaborador Gato Palug despertó de una de sus legendarias siestas para ofrecernos este clinic de como descifrar a un maestro del pop australiano vía mail. Habrá que esperar a que se desperece de nuevo para ofrecer la versión en castellano. Mientras, angloparlantes todos, disfruten de las explicaiones de Mr. Salter, que ha firmdo con "The Cat" un mayúsculo y emocionante disco de pop/rock artesanal, ya comentado AQUÍ con anterioridad.



KAPUT- The range of your sonical landscapes varies a lot (I can see some arabic influence in the first songs, some irish stuff in “opportunities”, saxes, 80’s pop, 90’s melodic influences...). How do you decide which is the addecuate treatment for each song? Has it something to be with the lyrical content of it, the feeling you are trying to express?

BEN SALTER- With this album I just wanted the treatment of each song to do something unexpected I guess, so I employed a number of guests to come in and play on different songs, but I didn't let them hear the songs beforehand. I met sax player Julien Wilson at a bar one night where he was playing and he turned out to be rather famous! Then I saw multi instrumentalist Peter Nowotnik on the television and got in touch with him.. but yeah as I said I didn't let them hear the songs beforehand, I just kind of told them what the chords were and roughly where they should play.. So they would kind of go into it fresh. I had some vague ideas of what I wanted but nothing set in stone.. I guess we just made the decisions as we went along. I remember feeling very strongly about having the slap-back effect on "Mailbox Song", I thought that would make it all fit together! I never anticipated that we would have sax on it however.

K- You have been playing for a long while in different bands. Why a solo album? Are there things you cannot express with the back up of your previous bands? Is this a more “personal” album?

B.S.- Well I just wanted to be able to tour and perform by myself and so I felt it was time. I suppose it is more personal in that I had the final say on everything!

K- As a writer you seem to be focused in the big “problems” of life (the lack of sense of it all, the sense of loss, the impossibility to understand each other) but you approach them from somehow “domestic” experiences (contemplating a cat, traveling, etc...). Are the big issues somehow, for you, contained in the little things?

B.S.- Yes, I think this is always the case, and vice versa I suppose.. like a Mandlebrot set. The world seems to mirror itself at each end of the spectrum, the really massive and the really small, and likewise the really profound can often be discovered in the mundane.



K- “Networking eternally”. Have we become networking apes somehow? Your music sounds organic, what’s the importance you give technology in all the process?

B.S.- I think technology is just another part of human evolution. I think treating it as somehow 'separate' or 'cold' or 'inorganic' misses the point... human beings will always be messy and imperfect, and I think technology reflects that as much as any other aspect. There'd be no recorded music, no orchestras, no piano, no guitar, no synthesizer, no drums without some kind of technology. We are innately technological, tool making people I think.

K- “Mailbox song”. We are in a so called “communication world”, but more and more people feel alone (you just have to look at pop songs like this). Is there a created need to feel “in contact” all the time what is making this happen? (I mean, I no longer feel anxiety when I open the mailbox, but I do when I open the “digital” mailbox )

B.S.- I don't know if I agree that more and more people feel alone.. I think more and more people feel anxious about the rate of change in their lives and in the world around them.. I know I do. But I don't think I feel any more or less alone than anyone else. In the end we're all trapped in our own consciousness I suppose. And that can be quite terrifying, that pure subjectivity. But that's part of the human condition. I think things like Facebook and the Internet and Twitter are attempts to make us closer, not further apart, and I think that generally speaking they succeed.



K- Could you please make some comments on some lines in your songs I found specially touching...

1- “That to fly it must be heaven/Because the watching it is hell”

Well.. just that our society is driven a lot by envy, wanting what other people have, wanting what we don't have.. it is quite depressing!

2- “I know all about beliefs/I just can't formulate any of my own” (can the fact of being a creator/observer get to be paralizing sometimes?)

Well I wrote that line quite a long time ago - around fourteen years! - when I was studying English Literature and philosophy and stuff at University but was still quite unsure what I was doing with my life.. so I guess that's what that line is about. I think I have a better sense of who I am and what I am doing these days but the most profound kind of questions like what the hell are we all doing here and what is consciousness etc etc are all still a mystery.. so I suppose it is still a relevant lyric.

3- “So take these opportunities out/Tie me to some straight stout mast/But don't plug my ears or gag my mouth/There's still some things need doing” (I guess the “tie me to a mast” is a reference to The Odyssey)

Yes, a reference to The Odyssey. I guess that song is about needing discipline.. like when you go to the shops and there are twenty types of milk and you just think I JUST WANT MILK I DON'T NEED ALL THIS CHOICE. People in Australia are always whinging about everything even though we live in an amazing country where there are so many opportunities and choices and stuff. So I guess I was just thinking about what it would be like to reject that.

4- Is the cicle of love an “awesome” cycle? Why? Is love the great question after all as far as death we cannot solve?

I wasn't really talking about love in that lyric, more the cycle of highs and lows in emotion/mental state generally. And I use the word awesome in the old sense, the same as 'awful' - something that makes you feel awe, not necessarily in a good or bad way. I guess I just meant that the predictable nature of my cycles of high and low and behaviour is sometimes pretty ridiculous it suprises even me!

5- “And how do you think this will all turn out?/As the delicate fail and the tragedies mount/The universe with her indifferent gaze/Will set your precious bodies ablaze”... Is this a pesimistic statement or just an accurate description of reality? Is there room for some optimistic vision in your work?

Well despite all the negative stuff in my lyrics I am pretty optimistic.. I guess the music helps me to deal with the pessimistic side. I think I am just a realist. That song was more just about kind of skewering the narrow minded optimism of hippies.. the kind of attitude that exists in a sticker on the back of a car that says 'No War' or 'Magic Happens' as though somehow a sticker on the back of your car means anything at all.. Being a realist means accepting that there is a lot of shitty stuff that happens in life. It just depends on what you focus on.

6- “And I felt so old and sick/And like this it went on and on/These impossible vixens and fauns/All their faces are so cruel”... If in the fifties one of the R&R themes was enjoying beying young and in the sixties liberating oneself from parental tyranny (among others), the fear of getting old and the passing of time (a classic topic in literature) seems to be one of the most important nowadays...

Yeah no one likes getting old I don't think.

K- Gareth Liddiard is, for me, one of the best –if not THE best- songwriters of our time. His late solo album is quite naked, but yours is quite arranged. I would like to know how it was to work with him and how the process was...

B.S.- Well I have known Gareth for a little while, my band The Gin Club played with The Drones a few times and I am also a massive fan of his songwriting.. I think The Drones are one of the best bands doing the business at the moment, absolutely no doubt about that at all. Anyway one day I mentioned that I wanted to do a solo album and would he be interested and he said yes and so we just went from there.. we have fairly similar tastes in music, or what we want out of music I suppose, and our attitudes to it. He was a great producer.. I was a little intimidated about showing him my pop songs and what not but he was nothing but supportive and encouraging throughout the whole process. And he knows how to run Pro Tools good. He is what we call a POWER USER.

K- Do you see creation as a NEED, something you can not avoid and would do even if it wasn’t giving you any money? Is it a blessing or a curse?

B.S.- Well it doesn't give me any money as it is, so that might answer your question! I mean people are creating things everyday.. two people have sex and make a new kind of life, that's pretty creative. I think it is part of our human condition, and I think it's part of how we deal with death. I think creation is very closely linked to the fact that we're probably the only species on the planet that knows one day we're gonna die. Artists and writers and the like are kind of like the Shamen, helping people deal with that or escape that, one of the two. Or both. But I love it. I love making something where there was nothing before.

K- Do you believe that music (and words) can be a healing power? How?

B.S.- Well sometimes I dunno if they heal really.. I think they just soothe. Sometimes I agree with late period Plato (or was it Aristotle?) that music and art is dangerous for people because it is unreal, that it provides another kind of filter between our perception and reality. Like advertising, with it's pseudo artistic pretensions, it's just awful.. but at it's best I think art and music and words heighten the perception and help people to see things in a new way. I don't know about contemporary rock and roll though, it leaves me pretty cold these days. It doesn't seem to be heightening anyone's perception of anything - just reinforcing tired cliches and providing a soundtrack for a kind of empty materialist culture. But then again, at it's best, stuff like The Drones etc, it is pretty transcendental. So I have to believe!



K- Gime me some brief information about the other bands you play with...

B.S.- Giants of Science - est. 1999 - kind of stoner/rock n roll/math rock. INTELLIGENT HARD ROCK. Still sort of going. www.myspace.com/giantsofscienceaustralia - we once played with The MC5! Well, the MC 3 anyway.. also played with McLusky, Mudhoney, Radio Birdman, and on lots of festivals.

The Gin Club - est 2003 - a collective of singer songwriters who all met at an open mic night I was running at an Irish pub in Brisbane. We all write and sing songs, all nine of us. www.theginclub.com.au - www.theginclub.bandcamp.com - www.facebook.com/theginclub - we've played all over Australia and in USA, we have about four studio albums and a couple of rarities things, live album on the way, played with Midlake, You Am I, Drones, Lambchop, Iron & Wine.. stylistically all over the place as you would expect, from folk to rock to psych and pop and country and etc etc

The Young Liberals - est 2008 - my garage rock band.. probably my favourite band I am in. We tried to record 12 albums in 12 months but only did five.. still do the odd show.. www.theyoungliberals.bandcamp.com - get them all!! The Young Liberals are the youth faction of the conservative political party in Australia who strangely are not very liberal at all.. it confuses foreigners.

Megafauna - just a thing I did with Conor from Gin Club.. for fans of Sparklehorse, Smog and Will Oldham.. you can download it from www.bensaltermusic.bandcamp.com

The Wilson Pickers - a sort of bluegrassy singer songwriter thing I was in for a while - we did two albums - I played banjo! We actually got nominated for ARIA awards for both albums which is pretty funny cause it was just something we put together very quickly. www.thewilsonpickers.com

K- Name five songs for a hangover morning and five songs for a broken heart

B.S.- Ummmm.. hmmm.. off the top of my head..

Hangover:

What Goes On - The Velvet Underground
Gnossiennes 1 - 7 - Erik Satie
Piano Tune - Bert Jansch & John Renbourn
Wednesday Night Prayer Meeting - Charles Mingus
Come On - The Jesus & Mary Chain

Oh and can I have six?

Sun Coming Up - Eric's Trip

Broken Heart:

Sometimes You Just Don't Know Who Your Friends Are - HITS
Broken Heart - Spiritualized
Cello Concerto - Edward Elgar
Walk Into The Sea - Low
Congratulations - The Travelling Wilburys



K- I’d like to you to same some words about some musicians/bands that came to my mind while listening to your record... (maybe wrong impressions, but...)

1- The Magnetic Fields

Only recently heard '69 Love Songs' for the first time.. I don't listen to much music these days - LOVED it. Must get it.

2- Bob Mould (your voice in “The Coward” reminded me of him and “Opportunities” seems to have something in common with his late solo ballads)

Don't know much.. know some Husker Du, great stuff, but once again, I need to listen to more!

3- Richard Thompson (and all that english folk stuff, you know...)

I really only know "I Wanna See The Bright Lights Tonight" which is amazing.

4- Van Morrison

Don't really dig on Van that much. I probably should. This was a bone of contention between Gareth and I. I haven't really listened to much . I am very slack.

5- The Beatles

Love The Beatles although I haven't listened to them for ages. They invented so many genres of music, in a way. I think The White Album is my favourite.. I have always wanted to write an essay on the use of percussion in The White Album! George Harrisson's "Long Long Long" is probably my favourite Beatles song. Stunning. Invented woozy psych of the Elephant Six variety!

K- Whats the importance of the place/city/country you live in over the music/lyrics you write? Has Australia something to do with your work?

B.S.- Absolutely. It is every artists responsibility to mythologize the landscape in which they live, I think. "West End Girls" is very much about Brisbane in a lot of ways. Although now I am living in Melbourne. Australia is a huge influence on every artist who lives and works here, either the rejection of it or the embracing of it. Kind of like ROman Catholocism. We do rock and roll so well because our first people, the aboriginies, were kind of hunter gatherers who never settled down, were always wandering.. then Europeans came along and turned the entire country into a giant prison. It's about as rock and roll as it gets.. wandering and crime.

K- New australian bands we shouldn’t miss...

B.S.- Well as I say I am totally out of touch but here is some stuff you might enjoy..

HITS from Brisbane are probably the best rock band in Australia right now. They're amazing. Get their album "Living With You Is Killing Me" from Merenoise records www.merenoise.net! www.myspace.com/hitsgalore - www.hitstheband.bandcamp.com - I think they're touring Europe next year so definitely check them out. Desperate ragged rock and roll. I love them. Plus I played tambo and keys on their album, probably my finest hour.

I really like another Brisbane band called The Stress of Leisure.. kind of like a Flying Nun band except from Brisbane.. neurotic, quirky intelligent rock music. www.thestressofleisure.com

Texas Tea are great and very good friends.. www.myspace.com/texasteaband

Ummm.. who else. There are so many.. Dreamtime are pretty amazing.. www.dreamtime.bandcamp.com - kind of psych jams, pretty cool. Also from Brisbane.

The Meatbeaters are four scary looking guys from Adelaide that play thuggish Motorhead style rock and roll at very loud volumes.. it's pretty amazing. I have to plug them or they'll beat me up - www.myspace.com/meatbeaters01

The Mercy Beat from Brisbane are incredible - www.themercybeat.com - intelligent hard rock!

This guy Jarrod Quarrell performs under the name Lost Animal and his debut album is incredible - www.myspace.com/lostanimal76

Also.. Jack on Fire www.myspace.com/jackonfireband - Howl At The Moon - www.myspace.com/howlatthemoonmusic - both amazing Melbourne bands..

PROBABLY MISSED HEAPS...
K- Which are your non musical influences?

B.S.- Antiques Roadshow, Wassily Kandinsky, William Gibson, Moby Dick, Vietnamese Pork Rolls, my cat Stubbs, Nitrous Oxide, Alan Moore, Don DeLillo, Sci Fi movies, the computer game industry, girls, everything.

K- What comes after death?

B.S.- SLEEP!

miércoles, noviembre 09, 2011

Una entrevista con el capo de DISCOS HUMEANTES

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Aunque parezca mentira, después de cinco años dando la paliza, KAPUT ha recibido ayuda del exterior. Este documento inédito no procede de la mano de Cowboy Iscariot, ni de Gato Palug, ni de Luis Boullosa… Un amiguito se presentó en la puerta del bunker con la entrevista y aquí está. Por lo demás, Discos Humeantes está haciendo un buen trabajo, como ya hemos comentado alguna vez, y muchas de sus bandas son más que interesantes -nuestros favoritos Las Nurses-, lo cual podréis comprobar en el concierto de este fin de semana cuyo cartel incluimos. Procede, pues, echarle un ojo a las opiniones de Pablo, el pájaro de la foto, que es quien lleva el cotarro. Fuck Wilco y que tengáis buena noche.

(Entrevista cortesía de Felipe Hernández, de ECSTASY AND WINE)

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1- ¿Cómo van las cosas por Oviedo y Asturias en general? ¿Sigue yendo tan poca gente a los conciertos?

Discos Humeantes- Algo regular como en todos lados, pero bueno... Al menos es verde. A la mayoría de conciertos es cierto que hace ya algún tiempo que va poca gente. La juventud se va a buscar la vida a ciudades más grandes. Esto es pequeño y cada baja se nota, pero aún así... la resistencia somos gente feliz, hay muy buenos grupos y de vez en cuando nos visitan otros interesantes de fuera y aunque no seamos muchos, somos de los que hacen ruido.

2- Ya habeis cumplido 3 años y dentro de poco hacéis fiesta en Barcelona, Oviedo, Valencia y Madrid, ¿nos puedes contar un poco sobre esto?

Discos Humeantes- ¡Tenemos muchas ganas de que lleguen! La primera será en Madrid el próximo sábado y luego iremos haciendo una cada mes. Barcelona el 3 diciembre y Oviedo el 7 enero, están ya cerradas. Valencia, que será en Febrero aún no está del todo confirmado los grupos que actuarán, ni el día, pero esperamos poder dar más información muy pronto.

3- ¿Cómo surgió la idea dell sello?

Discos Humeantes- DH comenzó siendo una pequeña distri, en la que un amigo y yo, vendíamos un puñado de discos en conciertos. Tras unos meses, cuando las nurses grabaron su primer 7" y nadie parecía interesado en sacarlo, decidimos que queríamos colaborar con ellos en la edición del disco, con la suerte de que casi al mismo tiempo habían grabado Sonido Alfredo y The Fucked Frikis, también hablamos con ellos y al final, decidimos utilizar el dinero que teníamos para participar en las tres ediciones repartiendo las monedas que teníamos entre los tres grupos. Todos nos conocíamos, todos pusimos dinero y todos nos involucramos en la fabricación, ni que decir tiene que ninguno tenía ni la más remota idea de nada pero entre todos no fue difícil sacarlo adelante rápidamente. Los grupos vendían los discos en sus conciertos, nosotros hicimos una web y nos encargábamos de intentar distribuirlos lo mejor que podíamos. La verdad es que nos sorprendió el interés que despertaron y pronto surgió la oportunidad de sacar más cosas. A partir de ese momento intentamos tomarnos más en serio la promoción y la distribución y empezamos a parecernos un poco a un sello discográfico, diminuto, pero casi de verdad. Javi no tenía mucho tiempo, no le apetecía tomárselo tan en serio y decidió dejarlo. Jazz y yo seguimos adelante y con la ayuda de los grupos que confiaron en nosotros y gente que fuimos encontrándonos en el camino y de la que no dejamos de aprender cada día y llegamos hasta aquí...

Ansaldo Tropical from discoshumeantestv on Vimeo.


4- Por ahora sólo has editado material nacional, ¿tienes pensado editar material extranjero?

Discos Humeantes- No...Empezamos editando a grupos cercanos y seguiremos haciéndolo.... me parece mucho más motivante... Tanto el trabajo, como el trato, como el resultado... Fuera ya hay un montón de sellos sacando cosas que nos gustan y nuestro lugar está aquí, además si quisiéramos hacerlo, con la infraestructura que tenemos, tendríamos que limitarnos a sacar discos con descartes, como ya han hecho algunos sellos pequeños europeos los últimos años con bandas americanas y realmente preferimos invertir lo que vamos generando en grupos de aquí que graban un disco para nosotros, están orgullosos de él y tienen ganas de defenderlo y pelearlo en directo.

5- ¿Qué es lo próximo que vas a sacar? (si es que se puede saber claro está)

Discos Humeantes- Muy pronto saldrá el LP de Ansaldo Tropical, de hecho debería llegar de fábrica esta misma semana ¡Crucemos los dedos! Estamos a punto de enviar también un 7" de Aliment y después de esto, ya para principios de año, editaremos el debut de Fantasmage y repetiremos con Image Makers, Venereans y Las Nurses.

6- Personalmente me gusta lo de que las ediciones sean limitadas y en vinilo. Supongo que seguirás con esa filosofía, ¿no?

Discos Humeantes- Seguiremos editando en vinilo, no sé si algún día además del vinilo nos lanzaremos a hacer ediciones también en cd, en cassete o en algún otro formato, pero vamos, lo que es seguro es que nacimos editando en vinilo y moriremos editando en vinilo. Sobre las ediciones limitadas es más una cuestión de ser conscientes del interés real que despiertan nuestras ediciones que una filosofía. Es cierto que algunas están agotadas desde hace tiempo y no las hemos reeditado pero si no lo hemos hecho no es por convertirnos en un sello de material "coleccionable" sino porque preferimos dar prioridad a nuevos proyectos. Si algún día tenemos que hacer un ejercicio de nostalgia, lo haremos y reeditaremos nuestro catalogo y si los grupos en lugar de vender 500 copias vendieran 3.000, editaríamos 3.000. Nuestra filosofía en este sentido es únicamente que los discos estén al alcance de todos aquellos a quienes les interese tenerlo, con una presentación cuidada y a un precio razonable.



7- ¿Qué es lo que escuchas acualmente? ¿algún grupo que te haya sorprendido recientemente?

Discos Humeantes- Pues... Me gusta escuchar mucho de todo todo el rato, pero resumiendo un poco... Entre otras cosas me ha gustado mucho el nuevo disco de Yussuf Jerusalem, escucho de manera compulsiva Big Star y que haya conocido muy recientemente me ha flipado una banda de Portland que se llama Regal Degal.

8- ¿Cómo ves la escena underground en españa?

Discos Humeantes- La veo nutrida e interesante. Si no fuera así DH no existiría... Ahora mismo hay grupos brutales repartidos por todo el país, más de los que hubo en añísimos y aunque quizás en general falte un poco el descaro que había en los 80 y ahora estemos un poco más acomplejados con todo lo que viene de fuera, el underground español goza de buenísima salud.

9- ¿Lo que haces es rentable económicamente? ¿cuál crees que es el futuro de algo que se hace por amor al arte si no se mantiene económicamente? ¿tenemos discos humeantes para rato??

Discos Humeantes- Para nosotros es rentable porque se sostiene... Desde el principio nuestro único objetivo a nivel económico era no tener que poner un euro de nuestro bolsillo y hasta el día de hoy, desde la primera edición, ha ido alimentándose solo... Puede que para ir a trabajar cada mañana que te paguen el billete de autobús y el bocadillo no sea suficiente, pero para nosotros DH no es un trabajo sino algo que nos gusta hacer y podemos compaginar con nuestras otras ocupaciones por lo que por el momento mantenemos la ilusión intacta y no tenemos ganas más que de seguir sacando más y más discos. Sobre el futuro real de todo esto pues.. no sé... ahora mismo solo pensamos en el presente pero supongo que si algún día el sello dejara de ser autosuficiente o la falta de tiempo y/o motivación nos hiciera imposible estar ilusionados con cada una de las ediciones que vayan saliendo nos plantearíamos dejarlo... También existe la más que muy poco probable posibilidad de que se convierta en nuestra profesión, quizás estuviese bien... pero seguro que sería mucho menos divertido...

10- ¿Crees qué internet (blogs, webzines, foros, redes sociales) y fanzines, etc... son importantes para la supervivencia de sellos como el tuyo?

Discos Humeantes- Todo lo relacionado con internet nos facilita muchas cosas... Tenemos la posibilidad de promocionar nuestros discos y reivindicar lo que hacemos a coste cero. El antiguo boca a boca es mucho más rápido y eficaz... Podemos conocer y contactar facilmente con gente de otros lugares que hace cosas en la misma dirección y con la que nos sentimos fuertemente identificados, aprender unos de otros... Cuando haces algo minoritario estar en contacto directo con gente que le interesa lo mismo que a ti es acojonante... Así que diría que si, que es vital para un sello como nosotros. Antes si no salías en las revistas, no existías, ahora en la mayoría de casos no hacen más que amplificar lo que es ya un secreto a voces en internet y solo alimentan a los menos inquietos.

Los Steaks "Sunday Girls" from discoshumeantestv on Vimeo.


11- ¿Qué relación tienes con la prensa "especializada"?

Pues no tengo mucha relación la verdad... Cuando sale un disco enviamos emails a toda nuestra lista de correo, en ella se encuentran algunos medios que se pueden considerar prensa especializada y alguna vez han reseñado o entrevistado a alguno de los grupos pero mi relación no va mucho más allá de unos cuantos emails... Así que podría decirse que no es una relación muy estrecha, aunque, si es cierto, que últimamente se está prestando un poco más de atención a lo que hacemos, no es algo que nos quite el sueño y aunque estamos agradecidos y es bueno que los grupos salgan en medios llamados importantes... tampoco debemos olvidar cual es nuestro sitio y sería absurdo obsesionarse con esto. Al final, los grupos hacen lo que les gusta y a nosotros nos gusta como son, eso es lo realmente importante...

12- ¿Cómo ves lo de las descargas?

Discos Humeantes- Para nosotros es vital y necesario vender los discos, pero es más importante que los grupos sean escuchados por lo que para DH son un medio más de promoción. Los mismos discos incluyen un cupón de descarga para aquellos que se compran el vinilo puedan también disfrutar de él en el coche, en el ipod... hoy la música se escucha en muchos sitios y de muchas maneras diferentes, por lo que sería sería ridiculo cerrarse en banda al formato físico. Además tenemos una página de Bandcamp en la que cualquiera puede escuchar y descargar todo nuestro catalogo con un simple click y en su mano está que la descarga sea gratuita o no. A mi me gusta comprarme discos, pero no podemos obligar a nadie a hacerlo. Por eso damos la oportunidad a todos aquellos que por una u otra razón no lo hacen, puedan conocer y disfrutar, las bandas que forman parte del sello y si lo consideran conveniente, aportar algunas monedas para que podamos seguir adelante editando discos.

13- ¿Que tiene que tener un grupo para que lo fiches?

Discos Humeantes- Nada especial, al menos nada sobrenatural. No buscamos nada concreto... Ni nos cerramos a un estilo en particular... Tienen que gustarnos mucho como es lógico y tienen ser accesibles para nosotros, es decir, que el hecho de que saquen un disco con DH no sea algo descabellado.. A partir de ahí... si el grupo en cuestión está interesado en trabajar con nosotros tiene que aceptar y entender las limitaciones que tenemos como sello y nosotros aceptar y entender las suyas como grupo. Si una vez puesto todo esto sobre la mesa no supone ningún problema por ninguna de las dos partes y tenemos efectivo para embarcarnos en una nueva edición, habrá un nuevo disco humeante. He decir que con la mayoría de grupos con los que hemos trabajado, antes de la edición del disco ya había algún tipo de relación por lo que las cosas han sido siempre muy fáciles para todos... y tampoco hemos fichado nunca a nadie, incluso en algunos casos, como dije al principio de la entrevista, lamentablemente no hemos tenido el dinero necesario para afrontar todos los gastos de la edición, por lo que es más justo decir que colaboramos con los grupos que nos gustan y lo hacemos por apoyar y formar parte de algo de lo que disfrutamos y en lo que creemos.



14- ¿Es cierto que el que maneja todo el cotarro de discos humeantes se llama Jazz y no Pablo??

Discos Humeantes- Jaja. Si, sin duda él es el jefe, de hecho ahora mismo no hago más que traducir sus ladridos de la mejor manera posible... Bueno... para ser sinceros en realidad no solo es el jefe, ¡Es nuestro dios! Y... ¡Las camisetas humeantes con su cara están por llegar!

15- Ahora toca mojarse, ¿qué sellos españoles o extranjeros te parecen interesantes actualmente?

Discos Humeantes- ¡No es mojarse en absoluto! Hay mucha gente haciendo cosas interesantes por el mundo. Aquí quizás no tienen la repercusión que merecen pero me parece interesantísimo lo que están haciendo los señores de Burka For Everybody, también me gustan Mamma Vinyla, Terminal Picnic, La Vida es un Mus... y de fuera.. Sacred Bones, Floridas Dying, Perennial Records, Hozac... No sé... Así a bote pronto se me ocurren estos, pero hay muchos más, algunos que se me olvidan y otros tantos que ni conozco... El caso es que vivimos buenos tiempos para el rock.

16- ¿Qué hay después de la muerte?

Si te refieres a DH, espero que un bonito recuerdo. Si te refieres a la muerte tal cual pues... el paraíso espero... o el purgatorio al menos. La nada es aburrida.

martes, noviembre 08, 2011

PLAY IT LOUD... NOW

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Inauguramos nuestra nueva sección “Los Otros”, que dirigirá nuestro heterónimo Cide Hamete Ferlinghetti y que estará dedicada a contactar con aquellos personajes del mundo de la música que no son músicos –ni falta que les hace- pero nos parecen representativos, lúcidos o directamente están tan tarados que tienen gracia. Nada mejor para arrancar con buen pie y elegancia que una fantástica entrevista con PEPE REGIDOR (en la foto), responsable de los aciertos y desmanes cometidos en PLAY IT LOUD NOW, uno de los mejores blogs de música de este país sin discusión alguna. Ahí podemos encontrar música americana de la fina fina por un tubo, enternecedores vídeos de criajos que quieren ser Townes Van Zandt e igual a la que te descuidas lo consiguen, canela rock en rama, oldies con sentimiento a flor de piel, luminosas novedades que uno, metido en su mundo oscuro, nunca hubiese olido, televisión de los estates a mansalva y ocasionales detalles sobre el único deporte que importa (el baloncesto, claro). Él nos lo cuenta. Do the net!


1- ¿Cómo surgió la idea de hacer el blog? Yo, la verdad, no recuerdo cómo ni porqué empecé el mío.

PEPE REGIDOR- Por motivos de curro, tuve que aprender a hacerlos. Un poco chorra la excusa, pero es la verdad. Luego descubrí que quedaba mejor si lo rellenabas de cosas.

2- Play it loud… now. ¿Por qué el nombre? ¿Algo que ver con el dylan de “Play it fucking loud”? El volumen, ¿mito o realidad?

P.R.- He visto ese video… no sé, miles de veces. Es cierto que Dylan se gira hacia Robbie y le dice algo, pero podría ser "play it fucking loud" o "traéme una sopa de tiburón, tronco". No hay manera de saberlo. Pero me encanta esa historia. Esa, y la del hacha de Pete Seeger en Newport, la del accidente de moto… todos esos unsolved mysteries tan legendarios. Hay una muy buena que he descubierto recientemente en boca de Tom Paxton, otro viejo songwriter del Village 60´s: al parecer, durante sus pases en el Gaslight Cafe, Dylan interpretaba alguna de sus canciones haciéndolas pasar por temas de Woody Guthrie, no al revés. Es una maniobra ultra inteligente para sugestionar a la gente y que crean que, en efecto, esa canción debe ser buena. Muy perverso esto, y claramente muy Dylan. Una de ellas era "A hard rain´s a-gonna fall".

3- ¿Es el blog el viejo fanzine renacido? ¿Son las tecnologías una manera de volver atrás pero mejor (o peor)?

P.R.- Lo peor de los blogs es que, en esencia, carecen del factor colaborativo que sí tenían los fanzines. Lo mejor es que no tengo que gastar pasta en typex. No los considero tanto un paso adelante o atrás sino una evolución razonablemente lógica comparable a la invención de la imprenta, tal cual.

4- Venimos de una generación que se crió con el papel, que recuerda cuando sólo había dos cadenas de televisión, etc… pero que también ha tomado la ola digital cuando aún tenía capacidad de reacción. ¿Somos un puente? ¿Hacia qué?

P.R.- Imagino que todas las generaciones han tenido que enfrentarse al cambio, esa entelequia tan necesaria para el progreso. Y tal como están las cosas, hasta para la supervivencia. Cada generación, como dice Tweedy, "tiende a pensar que es la última". Ahora estoy dedicado a que mis padres superen la brecha digital de la mejor manera posible. Y espero que esto sea lo último que tenga que explicarles. Se me hace muy raro tratar de enseñarle nada a mi padre.

5- Por otro lado, somos una generación a la que se nos está vendiendo nuestro propio pasado cuando aún no hemos cumplido los cuarenta… ¿Crees que eso influye, de algún modo en la música que se hace y se escucha?

P.R.- De igual manera que las chicas se casan con sus padres, nosotros sólo queremos escuchar una y otra vez la misma canción. Yo, al menos, sí.

6- Muchas de las bandas que aparecen por tu espacio son en cierto modo “retro”, te veo en una ola que comparte bastante gente, esas bandas que beben de un pasado en el que están Dylan, The Band, Neil Young, Waits, los clásicos, intentando renovarlo. ¿Crees que hay muchas que lo consiguen? ¿Cuáles y por qué?

P.R.- Renovarlo… supongo que es posible, como de hecho se puede renovar la tortilla de patatas o las berenjenas con miel al estilo de Córdoba. Pero, al igual que con estos papeos, es casi más mágico el momento en el que directamente, lo clavas. Un poco al estilo de Dawes, que son más Eagles que los Eagles. Ya imagino que el soft rock standard de corte californiano es exactamente eso, "conservador", y que no está muy bien considerado más allá de Laurel Canyon, pero me la suda lo que piensen los punkís: Dawes lo tienen.

7- Sé que te gusta el jazz. ¿Por qué no hay mas jazz en Play It Loud?

P.R.- ¿Tú sabes lo difícil que es escribir de jazz?



8- ¿Quién está más sobrevalorado, Navarro o Wilco?

P.R.- Wilco. Yo les adoro, y creo sinceramente que Tweedy es un gran tipo y un escritor excelente, pero las constantes comparaciones con The Band son del todo inexactas y producto de una visión reduccionista e ignorante del corpus musical del siglo XX. A quién de verdad se parecen Wilco -esencialmente en forma- es a Supertramp. Y a Dire Straits; las reacciones ante el solo de "Impossible Germany" son las mismas que suscitaba el solo de "Sultans of swing". Y su público usa los mismos jerseys. Por el contrario, todo lo que se diga de Navarro es poco. Y encima, el tipo fuma, ¿sabes?. Su perfomance en el rush final del Eurobasket de este año me la llevaré a la tumba. El triple de ocho metros en carrera al final de la posesión en el tercer cuarto contra Macedonía… dios santo. Recuerdo que estaba en otra ciudad que no era la mía, y me gasté un pastón en móvil escribiendo mensajes eufóricos del tipo "Navarro = Jordan" o "Navarro = Dios". Eso sí que fue un recital y no los Stones en Hyde Park.

9- ¿Es el baloncesto el deporte del Rock&Roll?

P.R.- El baloncesto es cien mil veces más rock n roll que el fútbol, da igual lo que piense el Mono Burgos. Pero en mi opinión, me temo que el deporte más rockero es el surf, que tiene su propio género musical. También se han escrito grandes canciones sobre boxeo. El skate -que no sé si es un deporte en realidad- es muy de punkear. Por último, el kárate, a pesar de los intentos de Elvis por popularizarlo, no lo veo especialmente rockero: demasiadas reglas extrañas y un uniforme horrendo.

10- ¿Héroes musicales, fijaciones, gente a la que admiras? Siempre le pregunto a las bandas por sus influencias extramusicales… esto viene a ser lo mismo.

P.R.- En cuestiones de actitud e integridad, tengo los mismos referentes musicales que todo el mundo: Johnny Cash, Paul Westerberg, Henry Rollins… En términos no-musicales, no sabría decirte, no sé mucho del Che ni de Gandhi ni de nada: admiro al pollo que inventó el lavavajillas, eso sí. Y me gustan los libros de Dave Eggers. Mogollón.

11- ¿Te consideras un escritor?

P.R.- Joder, no. Y muchos de los que sí se consideran escritores, no deberían.

12- ¿Cuál crees que es el papel de alguien como tú en el mundo musical? Últimamente he llegado a la conclusión de que los elementos de la contracultura (sé que el término es un poco añejo) a menudo se frustran porque no entienden que no va a haber una revolución en el sentido clásico: es decir, que no se van a cambiar las cosas, sino que su trabajo es como una trinchera: sirve para que no nos pasen por encima definitivamente y todo sea aún mucho peor…

P.R.- En mi juventud hice todo lo que pude por apoyar la ejem… "escena": trabajé en una tienda de discos, conseguí una sección en un periódico regional para hablar de bandas locales, escribí una columna en otro semanario, puse música en bares… todo eso se acabó. He descubierto que lo que realmente me gusta es mirar a la pared mientras escucho una antología de Bessie Smith. Y si durante el proceso auditivo, no puedo remediar que se me ocurra algo, trato de olvidarlo… escribiéndolo. A veces en el blog, a veces en la mano.

13- No sueles poner nada español, tampoco haces referencia a tu ciudad. En cierto modo, supongo, el ciber-escritor pertenece al ciber-espacio. Podría estar en cualquier lugar. Es una especie de Alias, de hombre enmascarado. Esa ausencia de raíz ¿es real? ¿es liberadora? ¿sirve para algo?

P.R.- Es intencionada. En mi cabeza soy un beatnik y vivo en la esquina de Bleecker con McDougall. Por eso me resulta muy excitante ir a la churrería de mi barrio: lo encuentro exótico.



14- ¿Qué tal todo por Cáceres, musical/artísticamente hablando?

P.R.- No tengo la menor idea, tío. Creo que ya ni siquiera es asunto mío.

15- Cinco canciones para una mañana de resaca y cinco para una noche de marcha…

P.R.- Para la resaca, casi cualquiera que evite recordarte -desde una perspectiva culpable- los excesos y desmanes cometidos. No hay nada peor que ponerse "Ain´t no sunshine" de Bill Withers o algo así, con sus constantes advertencias de que después de pasar la noche en brazos del Señor Gintonic, has de sobrevivir a la mañana pagando el inevitable precio del arrepentimiento. De hecho, acabo de recordar que la canción más asesina que conozco en ese sentido es "Sunday morning comin´ down", con el pobre Kristofferson abriendo su armario en busca de su "cleaner dirty shirt". ("su camisa menos sucia"). Por otro lado, "Margaritaville", de Jimmy Buffet, es todo lo contrario. En situaciones de carencia, ponte esa. Randy Newman también vale. Para salir a comerse los bordillos, hay millones. Casi todo el rock n roll es para eso. A mí me solivianta de manera especial una que habla de querer estar solo entre la multitud: "The Jackson Whites" de The Wildhearts, a cuyo cantante, por cierto, te pareces. Cuando la escucho, creo que es la mejor canción de todos los tiempos. Tiene un punto muy Helmet. Y luego, ya en mitad de la noche, nada funciona mejor que un buen "Sweet Virginia" berreado a pleno pulmón abrazado a tus amigos.

16- La última canción que te hizo llorar…

P.R.- "Black Captain" de Bonnie Prince Billy. No exactamente llorar, sólo gimotear un poco, así como un cofrade borracho llevando el paso.

17- ¿Cómo han cambiado tus gustos musicales con el tiempo?
P.R.- Para mal. Antes era muy feliz con mis Guns y mis Motley y mis cosas. Ahora nada parece suficiente, y todo se ha vuelto muy confuso: demasiada información, muy poco misterio. Y estoy lleno de prejuicios que no voy a poder solucionar.

18- Parece que sigues muchos programas americanos con música en directo. Supongo que están a años luz de lo de aquí, donde lo que suena sigue siendo lo de siempre…

P.R.- Es una costumbre que heredé de cuando las parabólicas caseras enfocadas al satélite Astra. De adolescente Imploré que instalaran una en mi casa y pasaba horas viendo late shows, sólo para llegar a la actuación del final. Ví cientos de actuaciones memorables, grandes descubrimientos, retornos formidables, mucho entusiasmo y mucha profesionalidad. Solía merecer la pena. Aquí, y cada día más, el binomio música - televisión es una puta mierda, como sabes.

19- ¿Somos Americanos? ¿Fuimos ingleses en algún momento?
P.R.- Yo, como si lo fuera. Inglaterra no ha calado en mí mucho más que los bizantinos o los bielorrusos. Las bandas inglesas, mayormente, sólo compiten entre ellas para ser más Joy Division que Joy Division y más Beatles que los Beatles, además de conceder una importancia exagerada a la imagen y la pose. Se les ve el plumero a kilómetros y no puedo despreciarles más.

20- A veces me parece que las cosas están demasiado compartimentadas y que quizá deberían cruzarse más. ¿Tiene sentido hablar de música si no se habla al tiempo de literatura, de pintura, de la vida, de la sociedad, del amor, del odio?

P.R.- Las canciones hablan de todo eso. Tiene sentido porque no se entiende la música sin la experiencia vital del que la interpreta y seguramente, del que la escucha.

21- ¿Para qué te sirve la música?

P.R.- Ya sabes. El día tiene 24 horas: 8 para trabajar, 8 para dormir, 8 para rockear. Me vale, por tanto, para ocupar el 33 % de mi existencia. Para no ser músico, no está mal.

22- ¿Te sientes, como “Blogger” (vaya término) de algún modo miembro de una comunidad? ¿De un grupo de gente que tiene algo en común? Al fin y al cabo, buscar ese sentido de pertenencia es una de las cosas que, clásicamente, ha llevado a la gente, por ejemplo, a montar bandas.

P.R.- Estaba más o menos orgulloso de ser "blogger" hasta que vi una foto de un pequeño festival folkie que hacen en Portland: en la entrada había un cartel -de madera, escrito a mano- en el que se leía: "no bloggers allowed" ("no se permite la entrada a bloggers"). Me pareció precioso. En la actualidad, el término remite a la invasión de blogueras de cocina, moda, decoración y otra serie de temas femeninos que nada tienen que ver con Townes Van Zandt. Yo paso.

23- Últimamente cuelgas muchos videos, pero no escribes demasiado. ¿No te apetece, ya has dicho lo que querías, crees que ya hay demasiada gente opinando o qué?



P.R.- No hay ningún secreto: cada día que pasa me siento más idiota leyendo lo que escribo. Miro lo publicado y pienso: "¿quién es este gilipollas?"

24- Yo llevo cinco años con el blog y tengo una sensación dual. Por un lado, me parece un corpus de trabajo interesante, por otro lado siento que esta ahí, en el aire, como si en cierto modo no existiera… ¿Quedará algo de esto dentro de unos años? ¿Persistirá la gente? (muchos blogs interesantes chapan en un lapso de uno o dos años)

P.R.- Mi suegro, que sí es escritor, cree que lo que no está impreso en papel no existe. Ni le hables de publicar nada online. A lo mejor ha llegado la hora de comprender que el mundo no necesita que lo que hagamos perdure ni que sea trascendente -una suerte de obsolescencia programada blogueril- y que sea precisamente esa volatilidad lo que nos mantenga alerta y hambrientos en busca de nuevos hallazgos que no estarán allí para siempre. Por otro lado, jode un poco.

25- ¿Está condenada la prensa musical en papel? Últimamente su falta de nervio y radicalidad es tangible y en muchos aspectos es más lenta, menos versátil, menos seria y más aburrida que lo que tú, yo o el de más allá podamos hacer desde casa. ¿Qué opinas?

P.R.- Creo que la prensa en papel está condenada, pero no por su falta de nervio, sino porque el Amazonas se acaba, colega. Se tiende a la publicación como objeto único, tiradas muy cortas, caras, fanzines a 14 pavos. Es así la vida. Obviamente, la tan necesaria radicalidad y renovación del género está en Internet.

26- ¿Cuáles son para ti las grandes bandas del momento, las que marcan el “tempo” generacional?

P.R.- Avett Brothers lo tienen todo. Ya lo tenían cuando giraban por bares y creo que están haciendo muy bien la transición al estrellato. En cuanto a las bandas actuales que mojan las bragas de la juventud, The Drums o The National mediante, preferiría quedarme sordo a escuchar eso. Precismente, estoy escuchando la reciente antología de R.E.M. Me impresiona la perfección de su propuesta: eran inteligentes, aventureros, cínicos y muy honestos con su background. No iban por ahí paseándose como si hubieran inventado la puta música. Mantuvieron su nivel de excelencia hasta casi el final de sus días. De "Driver 8" a "The sidewinder sleeps tonite", de "Fall on me" a "Imitation of life"… R.E.M son el epítome de la música pop bien concebida y mejor ejecutada. Ójala en el futuro existan, a su manera, más bandas como esa.

27- La crítica musical puede ser una de las castas más despreciadas que conozco (periodistas, que ya es chungo, preocupados por cosas despreciables como la música). ¿Qué opinas del gremio en España?

P.R.- No tengo una opinión determinada sobre el gremio en este país porque, sinceramente, ya no les leo. A mí me gustaba lo que hacías, lo que hacía Álvaro González, y en otro estilo, lo que debe seguir haciendo Héctor Garcia. Supongo que todavía deben quedar algunos talentos sin ahogarse en la desidia, la inercia y el formulismo que lastra la crítica musical española.

28- ¿Cuáles son tus primeros recuerdos musicales?
P.R.- Las colecciones de discos de mis tíos: "Led Zeppelin I", "Born to run", "Sticky fingers", "A love supreme"… pon eso en manos de un pre-adolescente curioso y le habrás ganado para siempre.

29- ¿Te ha traído el blog más alegrías o decepciones? A veces me parece un asunto bastante esforzado para lo que da a cambio…

P.R.- Sólo resulta decepcionante si esperas una recompensa. Yo, lo que sea que escribo, lo hago del tirón: sin pensar, sin corregir, sin editar, sin nada. No tengo ambiciones y no espero gran cosa a cambio de algo que no me ha costado esfuerzo alguno.

30- Cinco artistas nuevos a los que deberíamos escuchar…
P.R.- "Nuevo" es un término muy indefinido, pero de "ahora mismo", me gustan Mikal Cronin, Middle Brother, State Champion, The Henry Clay People y me FASCINA Mariee Sioux. Escucha "Buried in teeth", es la nueva Karen Dalton.

31- ¿Qué hay después de la muerte?

P.R.- Más cerveza, espero.

sábado, noviembre 05, 2011

UN IDILIO DE LOS 90, HOY (Entrevista con GOLD-BEARS)

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Tengo una cinta que me grabó una chica en el 97. Está decorada con pinturas y grapas y aún la escucho al menos una vez al año. Me pone de buen humor, aunque es un buen humor agridulce. Entre otras rarezas del pasado, contiene varias joyas intemporales de pop energético, nervioso y gloriosamente juvenil, desde “Refugee” de los Parasites a “Shimmer Like a Girl” de Veruca Salt, pasando por “Anyone Can Play Guitar” de Radiohead; hits de cuando la angustia era otra cosa bien distinta al polvoriento poso de la treintena y “Solar Sister” nuestra canción. Si volviésemos a tener veinte años y aquello volviese a suceder, “Record Store”, el pelotazo que abre el nuevo disco de los Gold-Bears, estaría en esa cinta. Tal cosa no sucederá, y la mayoría lo sabemos, pero Jeremy Underwood, cabeza compositiva de la banda de Atlanta, es capaz de crear caramelos de pop ensoñador, visceral y pletórico donde decepción, esperanza, recuerdo y futuro se entrelazan como si aún fuese ayer. “Are you Falling in Love?” lo confirma como un maestro en lo suyo, fino orfebre de una tradición puramente noventera que se ha convertido ya en una forma más de entender la música en sí misma; paladín “Indie” a la vieja usanza –nervio melódico, guitarras expresionistas, emoción a flor de piel- que consigue revivir la vieja ecuación con inesperada luz.//LUIS BOULLOSA

KAPUT- “Record Store”, la primera canción de vuestro disco, me recuerda poderosamente al trabajo vocal y de guitarra de Bob Mould en sus mejores tiempos, ese tipo de emoción agridulce encharcada en olas de guitarra. ¿Os ha influido?

J. Underwood- La verdad es que eres la segunda o tercera persona que sugiere que Bob Mould es una influencia en nuestras música. No lo es. Cuando estaba en el instituto escuché a Sugar casualmente. No siría sin embargo que Sugar o Husker Du sean influencias en absolute. A principios y mediados de los noventa me metí en muy buenas bandas de indie pop e indie rock como Fudge, Superchunk, Black Tambourine y Boyracer. Fue ahí cuando empecé a componer música en serio.

K- Podemos considerar “Are You Fallin in Love?” un album conceptual sobre el amor? Parece aproximarse al amor y sus varias fases desde distintos enfoques…

J.U.- No establecimos que íbamos a escribir un álbum conceptual sobre el amor. Sencillamente, de algún modo, sucedió. Es verdad que toma diferentes momentos y puntos de vista sobre el amor y las relaciones. Por encima de todo, es un album bastante enfadado. Pero, te repito, no intentamos HACER nada, simplemente salió.
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K- Parece obsesionarte el momento, la foto sónica del momento concreto en que empieza o acaba el amor.

J.U.- ¡Si! Cuando estás enamorado o tienes una relación, el momento es lo más importante.

K- También usas muchas referencias personales que el oyente no conoce. Eso crea una especie de misterio en las canciones…

J.U.- Eso es intencionado. Me gustan las canciones que te hagan preguntarte a qué se está refiriendo el cantante.

K- ¿Como componéis? ¿Cambia el método cuando tratáis sobre un tema específico?

J.U.- No cambia. Soy el que escribe la mayor parte de las canciones en el grupo. Escribo mucho y las canciones me vienen en el momento más inoportuno; por ejemplo, he escrito canciones mientras conducía. Básicamente, escribo la melodía y la letra primero, que quizá sea la razón por la que estén tan llenas de palabras. Me gustan las canciones que tengan detalles vívidos. Me gusta pensar en la situación más mundana y detallarla a fondo.

K- La mayor parte de bandas nuevas en España pierde dinero en lugar de ganarlo, con lo cual el Rock&Roll ha evolucionado hacia una especie de entretenimiento de clase media. Lo haces porque lo amas, pero sabes que jamás pagará ninguna factura. ¿Cómo va por ahí?

J.U.- Tenemos suerte de que Atlanta sea bastante abierta para las nuevas bandas. Fue relativamente fácil para nosotros conseguir bolos al empezar. Ya fue un poco más duro cuando salimos de gira. En ese punto, agoté todos los contactos que había hecho con mi banda anterior. Pero, sí… hay tantas bandas en los Estados Unidos. Desearía poder erscucharlas a todas. Soy un ávido fan y comprador de discos. Sólo desearía tener tiempo para descubrir a cada banda nueva. Sé que ahora mismo hay una banda ahí fuera hacienda música que me haría sentir algo fantástico pero a la que quizá no escuche nunca. Es triste. Hay muchas bandas muy buenas en Atlanta y he conocido a gente fantástica en bandas. Small Reactions y Coathangers son mis favoritas. Me encantan sus discos.

K- ¿Cuáles son tus influencias no musicales?

J.U.- Las relaciones personales son una gran influencia para mí. Mis amigos son una influencia y apoyo primordial en mi vida. Los quiero de verdad. También me encanta viajar. Un montón de paisajes visuales entran en nuestras canciones. Al menos los lugares y los nombres de lugares lo hacen. No, no creo que nuestro sonido esté afectado por el lugar en que vivimos. Apenas salgo de casa, así que no estoy influido por ninguna escena musical, la verdad, aparte de lo que sucede en la música pop. Atlanta parece ser muy abierta para las nuevas bandas y sonidos, lo que mola, teniendo en cuenta que no es una ciudad muy “pop”. Aún así hemos conseguido escarbar una bonita esquina para nosotros.

K- ¿Qué importancia le das a la parte estética de la música (portadas, vídeos, etc…)?

J.U.- La estética la define no solo el sonido de un disco sino también su apariencia. Nuestra música tiende a ser austera y desmañada, y al tiempo evoca recuerdos. Creo que las portadas de nuestros discos y nuestros vídeos retratan eso.

K- Se os ha considerado punk pero también sois poderosamente pop. ¿Cuáles son vuestros elementos punk, si los hay?

J.U.- ¡Sí! Somos la hostia de punk pero también la hostia de pop. Me encanta el punk de Buzzcocks, Subway Sect y Ramones. Estuve muy metido en la escena riot grrrl en los noventa, así que Huggy Bear, Cold Cold Hearts y Bikini Kill también son grandes influencias. Wedding Present es ciertamente una gran influencia y “Bee Thousand” y “Alien Lanes” (Guided By Voices) también fueron influencias para mí de joven.

K- ¿Crees que el rock&roll es para la gente joven o finalmente se ha convertido en una disciplina para todas las edades?

J.U.- Bueno, yo tengo 31. No creo que el Rock&Roll sea para los críos. Si es así, que alguien me dispare ahora mismo.

K- ¿Os veis como parte de alguna corriente o tradición musical? ¿Qué tomáis de ella y que le dais?

J.U.- Espero que pertenezcamos a la tradición del pop indie. No solo porque estemos en un sello seminal de pop independiente sino también porque me identifico de verdad con la música. Crecí escuchando música pop y solo espero que quizá alguien, en unos años, diga “sí, Gold-Bears fueron una banda de Indie pop bastante decente”. La tradición me está dando nuevos amigos que lo serán por mucho tiempo, lo cual mola.

K- ¿Cuáles son tus primeros recuerdos relacionados con la música?

J.U.- Siempre ha habido música en mi vida. La familia de mi madre son el grupo de ópera Mantovani. Mamádo. siempre nos animó a mí y a mi hermano a tocar. Desde tiempo inmemorial he consumido cantidades masivas de música, constantemente. Honestamente no podría elegir un primer recuerdo, siempre ha estado ahí. El disco de navidad de Chipmunk cuando teía siete años, escuchar discos de Glam Rock a los once o doce, descubrir el indie pop/punk/rock a los catorce, conseguir mi primer cuatro pistas a los quince, y todo el camino que lleva hasta Gold-Bears. Tengo una memoria vívida de cada uno de esos momentos.

K- ¿Para qué es la música?

J.U.- Para todo

K- ¿Qué hay después de la muerte?

J.U.-- Nada.