miércoles, marzo 28, 2012
LA BENDICIÓN DE LA TIERRA (una entrevista con ORTHODOX)
Esta entrevista debería haber sido publicada hace un par de años en el fanzine de unos amigos. Diversas circunstancias, achacables todas ellas aún servidor, impidieron que finalmente se publicase. Después, ORTHODOX sacó su disco "Baal", cuarto puntal de una leyenda que por desgracia no ha obtenido todavía la repercusión que merece. Dejé esto en el cajón y me olvidé, pero periódicamente me asaltaba el remordimiento de no haber cumplido y la pena de que una buena entrevista no viese nunca la luz. Lo primero ya no lo puedo arreglar. Lo segundo, aquí está solucionado. Marco Serrato, cabeza parlante de una de las bandas más originales de la historia de España, lúcido y llano al tiempo, como en él es costumbre, responde a nuestro extenuante cuestionario sobre el bien, el mal y todo lo demás. //LUIS BOULLOSA
1- ¿No da un poco de vértigo evolucionar tan rápido? ¿Podríais hacerme un resumen de la posición creativa que teníais ante cada disco y de como se llegando de los unos a los otros?
Lo bueno de todo esto, es que no hemos ido tan paso a paso como puede parecer. Los tres discos quedaron planteados en el primer año de vida del grupo. En el verano previo a la grabación de Gran Poder ya estábamos ensayando muchas partes de “Ascensión”, incluso dimos un concierto bajo ese nombre en el que solo tocamos ese tema. Tras grabar “Gran Poder” y ponernos manos a la obra con “Amanecer en Puerta Oscura” vimos clara la trilogía: “Gran Poder” se remonta al paganismo oscuro y al nacimiento de la religión. “Amanecer en Puerta Oscura” trata de la llegada de la luz, el apogeo de esa espiritualidad, las dudas… Pero “Sentencia” es la autodestrucción, de cómo el cristianismo muere engullido por su propia luz, el terror blanco. El concepto del terror blanco aparece en Moby Dick o al final de Las aventuras de Arthur Gordon Pym, pero también lo fue la inquisición y lo sigue siendo el vaticano.
2- ¿Cuál es la mecáncia de composición y ensayo para algo tan abierto como lo que haceis? Lo de abierto lo digo por la sensación que produce, aunque supongo que en cierto sentido estará muy medido...
Es abierto en el sentido de que no seguimos el mismo esquema cada vez que componemos. A veces la canción surge de una idea para la voz o la batería. No somos el clásico caso de grupo que va sacando riffs de guitarra, los rellena con bajo y batería y luego coloca la voz. A veces lo hacemos así, pero por lo general somos más intuitivos y tratamos de probar cosas que mantengan nuestra atención. Eso también viene del hecho de que componemos los tres miembros del grupo, o que a veces partimos de una idea muy muy simple esperando que los otros dos la acaben de adornar y destrozar.
3- ¿Qué opina de toda esa evolución la vieja base de fans, que supongo que vendrían del metal, si es que había tal base?
Si existe una base de fans está muy diseminada. Por lo que no sabemos de su opinión como si se tratara de un ente único. Por conocidos y demás sabemos que hay de todo, gente que le ha ido gustando cada disco, gente que nos ha ido haciendo cada vez más caso y otros que echan de menos el monolito de riffs del primer disco.
4- La crítica siempre os ha puesto por las nubes... ¿Sirve eso de algo, teniendo en cuenta que vuestro “culto” es limitado y que la mayor parte de la gente que os escucha no necesita un crítico que le diga de qué va el tema?
Las buenas críticas han sido cruciales para nosotros. No vendemos muchos discos ni tocamos mucho en directo y nos consta que muchos se han interesado por nosotros tras leer una buena reseña en algún sitio.
5- ¿Cuáles son las dificultades para pasar a directo un disco como sentencia, cómo os las apañais? ¿El que os vaya a aver puede esperarse algo similar a lo grabado o debe estar abierto a variaciones? En condiciones ideales de músicos y medios ¿interpretais igual o hay camnpo para la improvisación?
Ya hemos interpretado el nuevo disco al completo en algún concierto. Pero para hacerlo necesitamos un escenario con espacio suficiente y que estén disponibles el clarinetista y el trompetista. Lo vamos a tener difícil porque en la mayoría de los casos o no hay espacio en el escenario o bien no nos pagan lo suficiente para poder transportarlo todo y traer a más músicos. Triste pero cierto. Sobre la improvisación siempre solemos dejar algún hueco pero nos ceñimos a un guión bastante rígido en realidad.
6- ¿Cuáles son los primeros recuerdos que teneis relacionados con la música y cómo habeis acabado donde estais?
Recuerdo ver a Gene Simmons goteando sangre por la lengua en “un, dos, tres contacto”y acojonarme vivo. No me enteré bien de que dijo el presentador pero entendí algo de los Beatles. Así que fui a mi padre y le dije que me gustaban los Beatles. Me los puso y pensé que eso no sonaba al tío con la cara pintada que yo había visto en la tele, pero no estaba mal… años más tarde un amigo mayor que yo me dejó unos discos de Judas Priest, Iron Maiden y Baron Rojo. Tendría 9 o diez años y no entendía una mierda de lo que escuchaba, pero me ponía las cintas mientras leía mis tebeos, que fueron mi verdadero gran amor hasta los 13 o 14 años.
7- Música cofrade, reflexiones sobre España, hubiera entendido mejor que cantaseis en castellano o en Latín, pero, ¿por qué en Inglés? ¿Es ese el último prejuicio rockero a desterrar (hablamos de todo eso en nuestra anterior entrevista)? ¿O es que es la lengua del imperio y hay que aceptarla definitivamente como medio común de entendimiento?
Uf, el tema del idioma. A veces canto en latín, otras en inglés, los títulos suelen estar en español. Me parece que reflejan bien el caos en el que vivimos. Cada idioma tiene su sonoridad y el inglés es muy flexible, puedes hacer con él lo que quieras. El español es más complicado, y para serte sincero no hay un solo letrista español que me haya interesado nunca, y mucho menos relacionado con el rock. Solo me gustan algunas letras populares, normalmente de flamenco, pero suenan bien si sabes cantar flamenco, y yo no se. Ahora bien, el tema de poner el culo al imperio es más sutil de lo que parece. Primero, el español viene del latín, que también fue un idioma impuesto por conquistadores que nos dieron por culo, tendría que cantar en turdetano para compensar un poco el asunto. Por otro lado mira a todos esos gilipollas que cantan en español pero lo pronuncian como un guiri, como hizo el tío de “Si yo tuviera una escoba” o hace gente como Greta y Los Garbo, Marta Sánchez o todos los mongolitos de operación triunfo. Eso está muy extendido, grupos nacionales muy castizos cantando en español y metiendo los ouh yeahs, sha la la las, y demás chorradas. Otra cosa es que cuando canto en inglés no me esfuerzo lo más mínimo en imitar ningún acento extranjero. Eso lo vi claro cuando oí hablar inglés a Jodorowski, el tipo lo habla correcto pero con su acento sudamericano muy marcado. Y eso es lo que yo quiero, que cuando un guiri me escuche note que soy un español cantando en inglés no quiero que piensen que soy de Minessota. Así que debo haber creado un mejunje muy raro porque entre los efectos de la voz, el jaleo de la música y mi acento de mierda los guiris no suelen reconocer que canto en su idioma.
8- ¿Teneis una postura política, o histótica o antropológica o mítica sobre lo que es España? ¿Como veis un territorio tan rico y tan múltiple, hoy? ¿Que cogeis de él para vuestra música? ¿Más de su pasado o de su presente?
Esta pregunta es muy seria y solo puedo hablar por mi. No podría decir que tengamos una idea determinada de lo que es España compartida por los tres y que tengamos en mente a la hora de trabajar. El concepto de España, pero más concretamente Andalucía, nos ofrece un catálogo de elementos que nos ayuda en determinado momento a crear una cierta imagen, ya sea de tipo religioso, mítico o lo que sea. Siempre el pasado estimula más la imaginación porque ha ido sedimentando elementos en el inconsciente colectivo, y cuanto más remoto mejor. ¿España hoy? Supongo que cada vez más Berlangiana. Creo que Berlanga es quién mejor ha representado lo que somos, esa mezcla de humor y tragedia con todo el mundo hablando a la vez dando vueltas sin llegar a ningún sitio.
9- ¿Qué porcentaje de nuestra cultura creeis que es ya anglosajon y en que medida pensais que debemos aceptarlo o revisarlo?
¡¿Tengo que dar un porcentaje?! Pues viendo que el entretenimiento principal del país es el fútbol (que yo odio) parece que bastante. Luego hay casos preocupantes de gente que empieza a usar palabros como cool, hype, o peor…¡teenager! Hay cosas que se podrán aceptar pero creo que hay que revisar bastante.
10- Para un profano como yo... Vuestra inmersion en las músicas procesionales, etc... ¿Parte de un estudio concienzudo? ¿Hay interpretación personal?
No hay ningún estudio concienzudo. Tocar en bandas de semana santa es algo con mucha tradición aquí. Están por todos lados y ensayan al aire libre. Muchas veces me iba a la cama y detrás de mi casa estaba ensayando alguna. A veces tocaban mierda y otras tocaban algo bueno. Si eres músico de viento por aquí, seguro que has tocado en alguna banda. Los dos músicos de viento que han colaborado en el disco tocan y han tocado en bandas. Estudio en el conservatorio y te das cuenta de que los chavales que tocan en bandas vienen más curtidos y más sueltos, por eso fuera de España nuestros instrumentistas de viento tienen buena fama, cosa que no nos pasa a los de cuerda.
11- ¿Tomais las manifestaciones religiosas simplemente como otra parte de la cultura? ¿Las usais por su extremado refinamiento simbólico? ¿Qué significan para vosotros? ¿Sois religiosos? ¿Creeis que hay que crear nuevos mitos?
Nos gusta su simbología. Está todo ahí, la muerte, la maternidad, la culpa, la duda… No creo que haya que crear nuevos mitos. Más bien creo que hay que recuperar. Cuando vamos al colegio siempre se nos cuenta la historia como una pila de datos para memorizar, pero no se explica como algo vivo que late todavía debajo de todo lo que vemos. Creo que sería importante que se nos hablara más de nuestros antiguos mitos, que son más valiosos que cualquier ruina que nos dejaran porque nos acercan de forma muy directa a su forma de pensar. Es la única forma de no volver a creer que Don Pelayo era el colmo de la hispanidad.
12- ¿Es el evolucionar sin venderse, es decir, el binomio creatividad/integridad lo más importante para vosotros? ¿Cómo se hace para conservarlo, consejos prácticos? Parece una visión bastante hardcore del asunto...
Lo mejor es no saber venderte, así ni siquiera te lo tienes que plantear, jajaja… de verdad ¿qué tendríamos que hacer? Veo grupos que nacen ya con el culo puesto y que se estrellan, porque empiezan directamente en una competición muy dura. Es verdad que conozco a gente capaz de tocar música por la que no siente nada con tal de pasarlo bien. El caso es que para nosotros pasarlo bien es tocar la música que nos gusta y todo lo demás es algo que soportamos como podemos. Queremos que nos vaya bien porque así podremos hacerlo mejor y dedicarle más tiempo. Pero ¿qué sentido tendría venderse para hacer algo que no te gusta? Prefiero un trabajo normal a ganar dinero tocando música que no me guste y mantenerte como grupo pequeño en un sello independiente da muchísima libertad creativa.
13- ¿Cómo se compagina una banda como orthodox con las vidas diarias, los curros, los hijos, etc...? A mi me parece terrible que bandas de vuestro nivel no puedan permitirse vivir de lo suyo. Un síntoma de como es el país mismo a ese nivel y de la falta de público educado, aunque cada día haya más.
Es casi imposible compaginarlo todo, la verdad. Trabajamos, seguimos estudiando, Ricardo y yo somos padres además… no es fácil. Si de verdad tuviéramos una discográfica que nos respaldara e invirtiera en nosotros sería otra cosa. No tenemos un manager, no podemos permitirnos llevar un técnico y nuestras obligaciones nos impiden embarcarnos en una gira. Tenemos un público entusiasta pero muy pequeño. Sería injusto que nos tuvieran que mantener entre tan pocos, jaja.
14- Háblame de toda la experiencia con israel Galván? Os veis cómodos en ese mundo de vanguardia artística?
Lo de Israel es algo muy especial. Vernos enredados con personajes claves del flamenco es algo casi surrealista para nosotros. Además todo se hace de una forma muy diferente a la que estamos acostumbrados. Por otro lado trabajar con Israel en concreto es muy fluido porque en cierta manera tenemos elementos comunes. Somos muy intuitivos, recurrimos a imágenes y es fácil entendernos aún viniendo de mundos tan lejanos. Pero también he de admitir que aunque se está muy bien tocando en teatros y todo ese royo vanguardista al final acabas echando de menos lo de tocar en una sala para tu gente y fuera de un espectáculo en el que todo está medido y hay una enorme tensión.
15- Parece que existen fuertes influencias literarias que dan una guía, aunque vaga de lo que haceis... ¿Cuáles son?
No creo que haya una guía. Y los gustos literarios de los tres no coinciden al cien por cien lógicamente. Desde luego para éste último ha sido crucial Moby Dick. Pero por ejemplo, para el anterior lo era la película del mismo título, que nos puso en mente un contexto ideal. Una gran influencia a la hora de hacer algunas letras, como por ejemplo la de “El lamento del cabrón” es “Cuervo” de Ted Hughes. Otra gran influencia es Knut Hamsun, “La bendición de la tierra” quizá sea mi favorito de los que le he leído. Y por supuesto siempre Lovecraft. No puedes tocar heavy metal sin haber leído a Lovecraft, se supone que era muy mal escritor, y especialmente mal poeta. Pero a mi me flipa su poesía, con sus fallos y sus imperfecciones lo sigo disfrutando cada vez que le echo mano. También habría que hablar de algunos comics, toda esa mitología barata de Jack Kirby en “Los jóvenes eternos” y demás, es muy afín al espíritu metalero épico de serie B.
16- ¿Hay un sentido organizado en esas guías visuales o textuales que planteais? La cita de Burke, el rollo de la masonería...¿Son cosas que os interesan y están ahí por algo o simple imaginería que queda bien?
Nos interesan, pero tampoco es que sean cosas que estudiemos a la luz de una vela hasta altas horas de la madrugada. La cita de Burke la incluyó Melville en Moby Dick y nos pareció perfecta. Todas las referencias que hemos usado (Moby Dick, la masonería, los cátaros…) comparten el hecho de que el bien y el mal cambian de cara y de papel. Es confuso, Dios dijo “yo soy Lucifer”, pero Lucifer es uno de los nombres del diablo. En la masonería es la luz. La ballena blanca ¿a quién representa? ¿es el Dios al que se enfrenta Ahab o es el Leviatán, la Bestia? Los cátaros que se consideraban buenos cristianos sucumbieron a manos de otros defensores de la luz que cometían atrocidades en nombre de Dios. El bien y el mal no existen, son creaciones humanas y como tales son contradictorias y cambian de cara y de forma.
17- Os seguís considerando en algo como una banda de Heavy metal? ¿En qué? De lo contrario, qué sois?
Si que nos seguimos considerando heavy metal. Que en este disco no hay guitarras no es un problema. Están todos los demás elementos que curiosamente echo en falta cuando escucho algunos supuestos discos de metal llenos de guitarras y bombos disparados. Sí, tocan muy rápido, hay riffs, solos y todo lo demás. Pero ¿dónde están las ganas de hacer algo personal y llevarlo al extremo?¿dónde está el riesgo?¿dónde están las sombras y el olor a azufre? Cuando escuché por primera vez “Under the sign of the black mark” de Bathory casi me cago encima. Creo que en “Ascensión”, sin un solo riff de guitarra, se sigue conservando esa sensación tenebrosa y de podredumbre.
18- ¿Considerais que estais más cerca del jazz, por la libertad de planteamientos, o del folclore, por vuestro buceo en asuntos arcaicos y músicas tradicionales? Aunque sea un folkl digamos “de vanguardia”...
El punto folk, insisto, es una de nuestras características heredadas del metal. Recurrir al folclore es algo que ha estado siempre ahí. Mira Black Sabbath o mira cosas como Manowar, Bathory y toda la saga blackmetalera noruega. Lo arcaico, lo mitológico es una característica intrínseca del heavy metal, que en ese sentido está muy influenciado por el mundo Wagneriano. El heavy metal llena un vacío espiritual en el adolescente occidental de clase media y obrera, un vacío que la iglesia y otras instituciones no pueden cubrir. Por lo que el metal recurre a los símbolos, la mitología y al folclore para satisfacer al pensamiento mítico que se nos niega en el día a día. Vivimos en ciudades feas, grises en muchos casos, extremadamente industrializadas, por lo que sales de clase, o del trabajo y llegas a tu casa deseando ponerte un disco de Dio o King Diamond. ¿Que hay elementos del jazz? Por supuesto, pero eso queda en un segundo plano al lado de todo lo demás. También había algo de jazz en los primeros Sabbath o en Rush, también forma parte de los orígenes de metal. Hay gente que parece no querer verlo, pero por ejemplo Tony Iommi estaba muy influido por gente como Reinhardt o Joe Pass. Por lo visto su manager les castigaba las orejas con cosas de Count Basie o Buddy Rich, y se palpa a veces en las baterías de Bill Ward o temas como “Wicked World”. Además, por lo visto Iommi es un gran fan de Sinatra. Está todo relacionado con todo.
19- ¿Es la tradición el único camino hacia delante?
No lo se. Ni siquiera se si adelante es la única dirección que nos interesa.
20- ¿Está vuestro directo al nivel de vuestras grabaciones?
Pues depende. Cuando podemos hacerlo todo a nuestra manera suele estar muy por encima de las grabaciones. Pero es verdad que normalmente hay inconvenientes que hacen que el directo quede bastante desdibujado.
21- ¿Están vuestras grabaciones al nivel de vuestras intenciones?
No, pero podría ser peor. Solo pido tener al menos dos semanas para grabar un disco. El primero se grabó y mezclo en dos días, los otros dos en cinco. No veo la hora de entrar en un estudio tranquilo y sin prisas.
22- Últimamente he pensado que el hecho, aparentemente positivo, de que haya tantos miles de bandas funcionando por ahí, de que todo sea una especie de nebulosa, en lugar de ayudar, entorpece, de que, en cierto modo, cuanto más grande es la escena menor es el impacto que puede tener una banda y menor la capacidad de transformación dela realidad que tiene esa escena. Como si nos hiciera falta una punta de lanza muy concreta. ¿Qué opinais?
Estoy de acuerdo. La gente se queja de las salas, las discográficas, etc… es verdad, todos tienen su parte de culpa, pero nunca piensan en el hecho de que hay demasiados grupos. Cualquiera monta un grupo, y el 90% no tienen nada que decir. Tienen mucho que imitar y quieren beber y follar y ser muy guays, pero están vacíos, venden aire. El público está fatigado, las salas se cansan de traer a grupos que no interesan a nadie, los sellos ven como sus grupos se deshacen… Yo lo he vivido. Estás encima del escenario y ves a cuatro gatos y piensas “si nadie me estaba esperando ¿para qué coño he venido aquí?”. Si de verdad hay gente esperando para vernos, trataremos de ir, si no, ¿para qué molestar?
23- ¿Qué escuchais cada uno de vosotros actualmente? ¿Nuevos intereses?
Ricardo es muy de Beethoven, por ejemplo. Yo escucho mucho Bach. Borja está pasando una etapa muy muy jazzera y el cabrón controla montones de cosas raras, pero lo que más nos tira a los tres al final es el heavy metal. Hablemos de lo que hablemos acabamos hablando de Judas Priest, de Manowar o de Morbid Angel. No hay arreglo. Cuando salió hará unos cinco años el “the cult is alive” de Darkthrone estuve muy muy enganchado. Y luego siempre estoy escarbando en discos de metal clásico que no tenía o que hacía muchos años que no escuchaba. Cosas de los primeros Scorpions, Tygers of Pan Tang, Samson… son algunas de las últimas cosas a las que he echado mano. No está mal el nuevo de Immortal. Y nunca paso mucho sin escuchar Sabbath, Rush o Motörhead. Fuera de eso, lo último que me ha enganchado ha sido un disco del Kronos Quartet y Terry Riley “cadenza in the nightplane”. Me parece impresionante. Pero bueno, en cuanto al jazz es verdad que los tres siempre tenemos a mano cosas de Coltrane, Coleman o Mingus.
24- ¿Se puede esperar que volvais en algún momento a una formulación más “rock” o lo próximo será aún más “raro”?
Tenemos ganas de hacer un disco metalero de bajo, guitarra y batería. Ya hay un par de temas en camino.
25- ¿Qué tal Sevilla? ¿Cómo se os recibe allí? ¿Qué pasa cuando montais vuestro show en una iglesia, por ejemplo?
En Sevilla, poco a poco hemos ido ganando adeptos. Vienen góticos, metaleros, modernos del post-rock, curiosos. Un poco de todo. Nos gusta. Para nosotros es muy importante gustarle a la gente de aquí. Que te quieran en casa le gusta a cualquiera, ¿no?
26- El mejor disco para un día de resaca...
Sin duda el primero de Kris Kristofferson. Obra maestra y unos de mis discos favoritos de la historia. Aunque no soy muy de resacas. Primero porque bebo poco, y segundo porque cuando lo hago casi siempre vomito antes del perder el control. “Sabbath bloody sabbath” también sería buena elección.
27- ¿Qué hay después de la muerte?
Antes pensaba que el infinito. Ahora que soy padre pienso que la nada… y me da pánico.
jueves, marzo 22, 2012
miércoles, marzo 21, 2012
RENACIMIENTO DE UNA BANDA DE BAR (Y CAMPO) - TITO NEIL Y YO
Dos me han traído de vuelta a esta casa de campo solitaria en la que pasé parte de la infancia: El aburrimiento y el deseo de ser Neil Young.
Lo de aburrirme es un poco extraño, sabiendo como sé que, igual que todos los demás, estoy envuelto en la vorágine habitual de proyectos por coser e ideas en germen; todas esas cosas pesadísimas a las que uno trata de hacer crecer con amor y dedicación y al final termina obligando a avanzar a patadas por el camino. Ya sabéis. Novelas fallidas, colecciones de poemas, visiones del mundo, proyectos ambiciosos… Ah, están muy bien, sí, pero cansan como un hijo tonto (casi todos lo son, al menos medio tontos, os lo aviso a los recién paridos, os lo advierto a los conversos). El caso es que se echa de menos el espasmo eléctrico. Se echan de menos los garitos sucios, se echa de menos ese aura sobre las copas que sólo ven los desgraciados caballeros de esa tabla rectangular también conocida como barra. Y el ruido.
Lo de Neil es más normal. Neil el de “Harvest”. Coged vuestro ejemplar de vinilo de esa maravilla (y si no, robadlo por ahí), buscad la foto buena y lo entenderéis. Quiero ser el Neil del granero, el de la banda de hachas que además parecen colegas o de colegas que son unos hachas, con la luz entrando desde atrás a través del enramado de tablas, sonando a todo trapo y con una nevera llena de cervezas en algún lugar fuera de la foto, pero cerca. Por supuesto ni mi banda suena igual que las suyas ni lo hará nunca: no podemos ser tan malos como los Crazy Horse ni tan buenos como el resto. Tampoco yo alcanzo el nivel de bonhomía del amigo, un tipo capaz de anular una gira porque se rebana medio mano en un despiste mientras se hace un bocata de jamón (creo que sólo Rosendo y Young son tan jefes de poder poner eso como excusa y que suene totalmente natural). Pero deseo lo que deseo –aparte de otras cosas-, y eso -la foto, el momento, los colegas, el espacio y el tiempo- lo estoy empezando a conseguir, aunque no ignoro las facturas que se me pasarán por semejante intento.
Lleva el canadiense en las tripas lo que lleva: más alma que la mayoría y un concepto de la creación que se ancla en su puro talento para variar sin perder (demasiado) la estrella polar de lo cierto. Y sin embargo ese concepto en evolución está unido, en esencia, al núcleo al tiempo sagrado y mundano que es una banda de rock, ese entramado en el cual la afinidad personal y la artística se equilibran en un ten con ten tan difícil como glorioso cuando, por lo que sea, empieza a funcionar. Esa especie de cuadrilla de trabajo formada por iguales en la que puede haber un timonel al que nadie discute, pero en la que todos sudan la camiseta, todos pueden hablar de lo que les salga de los cojones y todos se sientan al cabo de la jornada para –con cuidadito- hacerse los bocatas merecidos y beberse la nevera de birras que ha valido el día.
Y en eso somos iguales, Neil y yo. Ja. O al menos uno de los Neils que debe haber. O al menos uno de los que pululan por mi mente. El de Harvest, Zuma, After The Gold Rush y On the Beach. El que suelta en” Vampire Blues” lo de “Good times are coming/I hear it everywhere I go/But if the good times are coming baby, pretty sure they are coming slow”. O algo así. Cada uno canta la canción como le viene.
Quizá os aprezca que exagero. No lo penséis. Sé lo que es una banda de rock: nada, como todo lo demás. Y como todo lo demás, su consistencia, su trascendencia y la diversión que recaude, vienen estrictamente de lo que nosotros queramos. De nuestra capacidad de proyección y de nuestros arrestos para la realización. Los sueños modestos son a veces extrañamente reparadores. Quizá por eso, como le comentaba a una amiga el otro día (hablando de otro genio), ya raramente escucho el Highway Sixty One, pero vuelvo con asiduidad a revolcarme como un gato en ese cajón polvoriento e irregular que es Street legal. Sí, canto “New Pony” en la ducha (y “Not Dark Yet” también, ahora que me acuerdo). Sí, me he montado UNA BANDA en pleno monte, a seiscientos kilómetros de mi supuesta residencia habitual. Sí, escribo poemas cuando me da la gana y me adhiero a lo de Pound: “decidles que no trabajamos/y que viviremos para siempre”. Sí, soy como los animalillos del bosque, igual de brillante por el lodo, de mañana, e igual de incapaz de adaptarme a según que cosas de la sociedad. Sí, tengo un granero (o algo parecido), dos colegas y unos cacharros de hacer ruido, y hay cerveza en la nevera para quien se quiera pasar. Sí, soy más feliz así.
Y de noche, cuando me quedo solo, escribo estas idioteces para no dejarlo pasar sin relamerme con los restos del momento. Mañana, ya se verá. //LUIS BOULLOSA
jueves, marzo 15, 2012
martes, marzo 13, 2012
STIR THE ASHES (and a glimpse of Terri Moeller)
¿Por qué nos fascinan algunas canciones? La pregunta permanecerá siempre sin respuesta, supongo, por mucho que todos la contesten y algunos lleven razón. ¿Qué tienen? ¿Es su maestría o todo lo contrario lo que nos atraviesa con esa luz de reconocimiento?. En el caso de “Stir The Ashes”, mi canción favorita de los Walkabouts, probablemente ambas cosas, además del momento que es siempre un cincuenta de la vida.
La escuché por primera vez en un lejano programa sobre Seattle y el grunge, quizá en el Metrópolis de la segunda cadena, cuando tenía 16 o 17. Recuerdo un vídeo borroso y áspero, y claro, como ahora estamos en 2012, según lo recuerdo tecleo tres palabras y ahí lo tengo: la realidad, sustituyendo para siempre aquel recuerdo; el instante mismo en el que lo almacenado durante dos décadas en la memoria sentimental desaparece por obra y gracia de la puta mierda de youtube.
Recuerdo también ir a verlos en el 98 o 99 a la sala El Sol, y gracias a Dios no parece haber vídeos de eso. Me gustaron, sin excesos. Entré hacia los camerinos y me encontré con la batería que se estaba fumando un porro. La felicité y le pedí un autógrafo para mi novia que estaba en cama enferma y era más fan que yo (en aquella época a los dos nos encantaba la versión que se hacían de "Loom of the land"). Fue amable, aunque parecía mirarme con cierta distanciada ironía que quizá era sólo cansancio. Vestía con un estilo barroso, entre granjera de cuento y bruja de Salem. Me firmó la entrada.
¿Quién era? Rebuscando compruebo que era Terri Moeller, la única mujer que ha pasado por la banda aparte de la lideresa Carla Torgerson, y que sostiene también las bandas Transmissionary Six y Terri Tarántula, en las que exhibe una voz de cristal cálido cercana a Tara Key y capaz de hacerle a uno otra brecha en las tripas, que es lo que usamos ahora en lugar de corazón. Corazón... Corazón... ¿dónde andará, el amiguete?. Parte, supongo, anclado en aquel “Stir de Ashes” del 92. Otra parte sigue aquí, con este “Zero Gravity", tan simple como precioso. Damas oscuras. Diosas de paso. Fue un placer. //LUIS BOULLOSA
domingo, marzo 11, 2012
TENED CUIDADO AHÍ FUERA (I)
“Se cayó por la escalera –dijeron. El camelo de siempre de la pasma”.
Recuerdo perfectamente una discusión en la redacción del Cosmodemonican News, donde yo trabajaba por entonces haciendo nota roja. Un hombre esposado se había zafado de dos agentes de la autoridad y, cogiendo carrerilla, se había lanzado por el hueco de las escaleras de la comisaría, palmando en el acto. Partiéndose la crisma contra el suelo, sí. Seguro que sí hacen un esfuerzo podrían imaginarse ustedes el sonido. Lo curioso era que otro caso idéntico había sucedido unos meses antes, y eso me sirvió, conflictivo como siempre he sido, para iniciar el asunto, la discrepancia, la gresca. Asombrosa me parecía y me parece la habilidad de los delincuentes para deshacerse cual ninja shadow de sus captores, pese a llevar las manos atadas a la espalda. No menos asombroso su gusto por las escaleras. Debe ser un asunto genético, me digo, o degenerativo, debido a las drogas. Sí, eso debe ser. Pero asombroso, sobre todo, se me antojaba entonces el empeño de mi redacción al completo para convencerme de que yo estaba fatal del tarro y de que allí no había más que lo que comentaba la nota de prensa. Bueno, no había nota de prensa, en realidad: sólo el cadáver de un pobre diablo estazado contra el suelo. No se si alguien lo reclamó.
Yo, particularmente, y lo dejo dicho aquí para que conste en acta, nunca, repito, NUNCA, me tiraré por las escaleras de una comisaría (tampoco ventanas o similares) exceptuando las dos siguientes situaciones:
1-Que me empujen debidamente
2-Que me hayan torturado tanto que la muerte me parezca en ese momento una solución.
Como es sabido, ambas situaciones son imposibles en nuestro estado de derecho. La policía no empuja a ciudadanos por las escaleras (y menos por el hueco de estas). La policía tampoco tortura a nadie. O al menos no a hombres de bien como yo. Ni siquiera a esa escoria de negracos, rateros, proxenetas y trapicheros con los que tienen que lidiar a diario para protegernos de las putas, las drogas y la cultura africana. Toda esa patulea de inconsciente precursores del vuelo sin motor.
Diga lo que diga Amnistía.
“Se cayó por la escalera –dijeron. El camelo de siempre de la pasma”.
Tampoco es que haya que leer a Burroughs para enterarse, ¿saben? Basta con un poco de sentido común. Pero si les interesa está en la página 21 de “El Almuerzo Desnudo”, (edición de bolsillo de Anagrama).
Y como decía Renco: "Tened cuidado ahí fuera"// GATO PALUG
miércoles, marzo 07, 2012
LA FRASE DEL DÍA
Tiempo después me volví a encontrar con Beto, que había puesto copas en el antro aquel, La Cuevita, cuando nosotros éramos críos de colegio mayor universitario. Yo entraba en un hotel de la calle Lagasca para ver a mis padres y el salía, cargado con unas cajas de juguetes para su hija. Nos dimos un abrazo, charlamos y me contó lo que había hecho en los últimos años: “(...) Hasta trabajé de portero en un puticlub. No es tan romántico como la gente se cree”. Un par de años después supe que había muerto, aunque nunca pregunté cual fue la causa.
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