martes, julio 22, 2014

El ciego baile del fuego interior (una entrevista con LITTLE COBRAS)



Little Cobras son del Puerto de Santa María y hacen Rock&Roll. La introducción podría quedar ahí, porque los ásperos, crepitantes discos del trío (dos guitarras y bataca) ya dicen todo lo demás con sobrada contundencia. En el más reciente, el espartano “Songs for dogs and planets”, versionan a Dylan y a Fowley y plantean un punk con poso garaje, personal y oscuro, donde la jarana reluce encharcada de sangre. Gun Club, Jon Spencer o los eternos Cramps están en su adn, como ellos mismos reconocen. Especie en extinción, sección francotiradores, división baila o muere, las pequeñas cobras son una buena noticia para los que sostenemos que en el país sigue habiendo toneladas de talento por descubrir. Kaput al habla con Daniel y Sergio Rejano (guitarras) y Raúl Rivas (batería). Burn!

-Tenéis tres discos. ¿Cuál ha sido desde vuestro punto de vista, la evolución y en qué momento creativo os encontráis ahora mismo?

Sergio: Si ha existido una evolución, creo que ha sido hacia un sonido cada vez más personal pero la intención y las referencias siguen siendo básicamente las mismas que al principio. Quizás en distintos momentos hemos puesto el acento en un estilo u otro, así en 2009 éramos más soul, en 2011 más garage-punk y en 2013 más rockabilly, aunque siempre de un modo coherente y sin dejar de ser nosotros mismos, o eso me gusta pensar. Ahora estamos empezando a preparar el próximo disco que grabaremos el año que viene. Somos muy exigentes y no tenemos mucho tiempo, así que no somos demasiado prolíficos.

Dani: Yo sí pienso que ha habido una evolución, creo que hemos ido endureciendo el sonido y acercándolo más a lo que teníamos en la cabeza cuando empezamos con el grupo. Ahora mismo vamos en dirección a un sonido algo más duro y oscuro, al menos los temas que estamos sacando así me lo parecen.

Raúl: Hemos ido evolucionando constantemente, creo que se nota en los discos. La creatividad va por rachas, ahora no nos podemos quejar, hemos sacado tres temas nuevos en menos de un mes.

-¿Qué significan para vosotros las palabras “Rock&Roll” y “Punk” a día de hoy? ¿Se puede hacer lo que hacéis sin resultar un cliché?

S: Rock’n’Roll y Punk son sinónimos en mi diccionario y ambos términos hacen referencia a lo que más me gusta en la música: ritmo, crudeza, visceralidad, actitud. No le descubro nada a nadie si digo que sus días de gloria ya pasaron. Precisamente ése es el reto para nosotros, hacer punk-rock’n’roll en el momento presente sin resultar un cliché. No inventamos nada pero queremos ser perfectamente reconocibles y creo que lo conseguimos.

D: Grasa, velocidad, peligro, inconformismo e irreverencia. Si no tiene estos ingredientes es difícil que me guste. No resultar un cliché es una de nuestras metas.

R: Para mí significan una forma de vida. Nuestro sonido es diferente y creo que es difícil meternos en un determinado estilo.

-¿Cuáles son vuestros primeros recuerdos relacionados con la música?

D: Uffff, un desastre, Serrat, La Mandrágora, La Trinca… cosas de tener padres progres, luego vinieron cintas de Iron Maiden, Michael Jackson… un cacao, y más tarde mi hermano empezó a traer discos a casa y ahí la cosa cambió, sobre todo recuerdo una cinta que trajo con “Vincebus Eruptum” de Blue Cheer, ahí me dije: “yo quiero trasmitir ESTO”.

S: Mis primeros recuerdos relacionados con la música no me parecen interesantes. Mi primer contacto con el rock’n’roll fue a través de mis primos mayores, yo tenía catorce años y en cuanto me pusieron a los Ramones y The Jesus & Mary Chain supe que aquello era lo mío. De ahí pasé a salir con los rockers y punks de mi ciudad, con quienes intercambiaba cintas, y con un compañero del instituto que tenía un pub y una colección de discos increíbles con sus hermanos, y con otro amigo que me descubrió el garage y la psicodelia, y luego vino mi mujer, que estaba muy cercana a la escena mod y me hizo interesarme de verdad por la música negra. La “Historia del Rock” de El País, la revista Ruta 66 y los catálogos de algunas tiendas de discos especializadas también fueron muy importantes al principio. Y así hasta hoy, siempre tratando de mantenerme al día y de investigar en las raíces.

R: Recuerdo bien que de pequeño la que ponía música en casa era mi madre. Los sábados por la mañana nos podían tocar Abba, Elvis, Beatles, Brincos o rancheras, aquello me despertó el gusanillo por la música, se lo agradeceré siempre. Más tarde, cuando descubrí Radio 3, me pasaba las tardes grabando cintas y seleccionando lo que me gustaba.

-¿Cómo empezasteis en esto y cómo ha evolucionado vuestra visión del rock&roll desde entonces?

S: Me remito a lo que te contaba antes. Me sigue apasionando el rock’n’roll tanto como cuando lo descubrí en mi adolescencia aunque ya no pueda dedicarle el mismo tiempo y, por supuesto, ya no trate de vivir una película.

D: Un buen día decidí aprender a tocar la guitarra, empecé a trompicones, luego me pasé al bajo (a día de hoy sigue siendo mi instrumento favorito) y monté una banda de garage con unos amigos, a la que se terminó uniendo mi hermano a la voz, y después mil proyectos hasta llegar aquí. En cuanto a mi visión, está claro que ahora veo las cosas desde un punto de vista más realista, pero no ha cambiado mucho, estoy en esto para pasarlo bien.

R: Yo empecé con 14 ó 15 años con los colegas del barrio e instituto, decidimos montar un grupo sin dinero y sin puta idea de tocar, te puedes imaginar. Queríamos versionar a Kaka de Luxe, Kinks, Los Cheyenes… nos daban igual modas, estilos y el qué dirán. Hicimos una rifa para comprarles los instrumentos a unos puretas americanos de la Base de Rota que vendían todo su equipo. Conservo y toco bastante aquella joya que me llegó, una Ludwig de los 60. Entonces estaba forrada de rojo, flípalo, un día me puse a cambiar un parche y me di cuenta de que la habían cubierto con una pegatina hortera, en los 80 todo lo antiguo era cutre.

-Tenéis un evidente ramalazo garajero, pero tampoco sois una banda de garaje. Pese a que todos vuestros mimbres son reconocibles, el conjunto no está dentro de un nicho particular. ¿Intentáis conscientemente no ser demasiado previsibles u os sale así?

S: Ambas cosas, lo intentamos conscientemente y nos sale así. Yo sí creo que somos una banda de garage, en un sentido amplio, igual que lo somos de punk o, simplemente, de rock’n’roll. Encasillarse puede ser muy bueno al principio pero una trampa mortal más adelante.

D: Creo que desde el principio nos hemos esforzado en no encasillarnos, no nos apetecía hacer garage de botines y collar de huesos ni punk ramoniano ni nada demasiado evidente. Sabíamos que queríamos sonar crudos y rocanroleros pero personales, hoy día nos sale así prácticamente de forma natural.

-¿Cómo escribís y componéis? ¿Cuál es vuestro método de trabajo? ¿Qué importancia tienen las letras en el conjunto y de qué van?

S: No hay un método establecido. En general, partimos de alguna idea poco elaborada que traemos mi hermano o yo y si vemos que funciona, la vamos trabajando. Las letras son secundarias. Son letras sencillas para canciones sencillas y son sinceras, reflejan mi forma de ser, lo que veo, pienso, siento y necesito, al fin y al cabo uno sólo puede hablar de sí mismo. Prefiero que cada persona les dé su interpretación.

D: Sergio o yo llevamos un riff o unos acordes y nos ponemos a tocar. Hemos desarrollado estilos muy distintos a la guitarra pero que se complementan muy bien, nos entendemos a la perfección. El tema de no tener bajo nos ha hecho tocar de una manera un tanto singular. Es curioso porque nos damos cuenta muy rápido de si lo que estamos haciendo va a servir o no. En cuanto a las letras, para mí la voz es otro instrumento más que completa la canción.

R: Sergio es el poeta, siempre deja las letras para lo último, supongo que tiene que buscar su fuente de inspiración.

-¿Os da dinero la música? ¿Os lo quita? ¿Se puede considerar un simple entretenimiento o va más allá? ¿De qué curráis?

R: ¡Eso quisiéramos! Pero es lo que hay, somos así de masocas, nos gusta tocar todo lo que podamos y tiene sus sacrificios. Yo curro en el mundo del reciclaje, monté hace muchos años una empresa de reciclaje de aceites vegetales usados.

D: Es un hobby muy caro, sobre todo para mí que soy un vicioso de los instrumentos. Yo soy cocinero.

S: Como decían Union Carbide Productions, estamos financieramente insatisfechos. Por supuesto que es más que un simple entretenimiento, es nuestra pasión, una de ellas. Yo soy psicólogo, trabajo en intervención social y tratamiento familiar.


-¿Tiene algo que ver la realidad de un amante del rock&roll y músico en una ciudad de provincias con lo que uno tiene en la cabeza cuando empieza? (de la sección “consejos para principiantes”)

S: Vivir en una ciudad pequeña y en una zona tan poco rocanrolera como la nuestra tiene sus ventajas e inconvenientes. A veces es frustrante pero también estás más a salvo de las modas del underground, que haberlas haylas, facilitándote el desarrollo de un discurso propio. Esa es mi experiencia, al menos.

D: Bueno, a mí particularmente me ha servido para darme cuenta de lo lejos (y no me refiero solo a distancia física, que también) que estamos de cualquier lugar donde haya rock’n’roll y sepan apreciar lo que haces.

R: Aquí estamos lejos de todo, nos sigue sorprendiendo cuando nos llaman para tocar de tan lejos. Aquí muy poca peña escucha nuestro rollo, estoy metiendo en vereda a todos los amigos de mi hijo mayor, ya tengo convencidos a unos 10 ó 15, les leo la cartilla.

-Versionáis a Kim Fowley y a Dylan, que son palabras mayores. ¿Es una declaración de principios? ¿No es apuntar muy alto? En particular “Subterranean…” me parece una canción muy difícil de replicar o transformar, aunque me gusta vuestra aproximación.

S: Vaya, lamento que lo puedas ver así porque es una de nuestras consignas, evitar la pretenciosidad tanto como la épica. Admiro a Fowley y aún más a Dylan. Esos dos temas cumplían los dos requisitos que les ponemos a una versión, que nos guste y que podamos llevárnosla a nuestro terreno.

D: Si no conseguimos llevarnos una canción a nuestro terreno, la desechamos inmediatamente, este criterio es el mismo para versiones que para temas propios. No creo que sea apuntar alto, soy de la teoría del “¿y por qué no?”. De hecho, estamos preparando ahora una versión de Smokey Robinson.

R: Adaptar las versiones a nuestro rollo es lo que más me mola, lo de calcar lo dejamos para otras bandas con más técnica.

-Hoy, escuchándoos se me vinieron a la cabeza, por este orden, los Cramps, Gun Club y Jon Spencer. Quizá un poco los Oblivians… Tal vez (en todos los casos) más por un sentimiento de fondo que por el sonido, aunque también. ¿Os gustan esas bandas? ¿Os han influido?

S: Todas esas bandas son esenciales para nosotros. Como ellas, somos primitivistas pero no revivalistas. Me alegro de que te las recordemos más por sentimiento que por sonido.

D: Creo que las bandas que nombras son las que teníamos en la cabeza cuando montamos el grupo. Si como dices te las recordamos más por sentimiento que por sonido, es que algo estamos haciendo bien, para mí es un halago, gracias.

R: Evidentemente nos han influido, son bandas muy significativas para nosotros, son enormes. Por supuesto, me quedo con los Cramps.

-Me gusta mucho la energía cruda del disco, aunque en mi opinión hay temas de grabación mejorables. Por ejemplo, el sonido de platos ensucia mucho y molesta bastante en la percepción clara del conjunto. ¿Cómo grabasteis?

S: Todo está grabado en directo salvo las voces y algún pequeño arreglo. Seis temas en Hollers Analog Studio, en Málaga, que es nuestro estudio de referencia, y dos en Trafalgar Estudio, en El Puerto, y después todos masterizados en Kadifornia, también en El Puerto. Desde luego hay cosas mejorables, preferiría mi voz más sucia, pero en general estoy muy satisfecho con el resultado. También preferiría la batería directamente sin platos, sólo tambores, pero eso es cosa de Raúl.

D: Ay, los platos y Raúl… la verdad es que les arrea mucho, yo también preferiría una batería más seca. En este caso, se debe a los platos que usa, para mi gusto demasiado finos y brillantes, pero también a que el Hollers Analog Studio solo dispone de 8 pistas (cosa que me encanta) por lo que la batería está grabada solo con tres micros, bombo, caja y aéreo, y ese fue el punto más equilibrado para que el goliat siguiera sonando bien. Apuntado queda, trabajaremos para evitarlo en la próxima grabación.

R: ¿Qué digo yo? Soy el brutísimo de la banda y el pesao de los platos. Lo de grabar en directo, que es lo que nos mola, también tiene sus desventajas. En los temas grabados en Hollers creo que están más equilibrados los platos, en los dos temas que grabamos en Trafalgar sí te doy más la razón.

-¿Hay una escena de Rock&Roll y de Punk en vuestra ciudad? ¿Cómo influye el lugar en el que vivís en lo que hacéis?

S: Actualmente, no. Me remito a lo expuesto en la pregunta ocho.

D: No hay una escena de casi nada aquí. Influye en que hacemos lo que nos sale del rabo y viene poca gente a vernos.

R: Eso quisiera yo. No sé cómo estarán las cosas en tu pueblo pero aquí siempre somos los mismos cuatro gatos en los conciertos, y de 35 ó 40 para arriba, exceptuando Freek Fest, Monkey Week o Serie Z.

-¿Cómo os ha tratado la crítica? ¿Habéis tenido repercusión? ¿Creéis que sigue teniendo importancia la crítica rock hoy en día?

S: La crítica que se ha ocupado de nosotros hasta ahora siempre nos ha tratado bien. Según como midamos la repercusión, te diría que entre escasa y nula, somos pasto de los Back From The Grave del año 2035. Yo tengo un pasado fanzinero y personalmente me gusta que sigan existiendo publicaciones y críticos especializados.

D: Creo que nos han tratado bien y que la crítica especializada sigue teniendo mucha importancia, sobre todo para freaks como nosotros que seguimos comprando revistas, rebuscando en blogs o en los pocos fanzines que quedan.

R: De puta madre, hasta yo me sorprendo, cada vez gustamos a más peña y tocamos en sitios más lejanos. Hombre, la critica sigue teniendo su importancia, te sirve un poco de guía, pero si una cosa no te entra, por mucho que te diga el historiador musical de turno, ya sabes, a tomar por culo.

-El Rock&Roll, tradicionalmente (sea luego cierto o no) ha estado siempre relacionado con modos de vida alternativos, fuera de la norma social, y con posturas vitales de rebelión. ¿Hasta qué punto creéis que eso sigue siendo así? ¿Hasta qué punto sigue habiendo una ética, aunque sea muy de base, en el Rock&Roll? Veo mucho “rockero” más conservador que mi abuela…

S: No creo que eso que comentas haya sido del todo cierto en ningún momento de la historia de la música rock. Por otra parte, yo sí creo tener esa ética a la que te refieres. Algunos de mis planteamientos vitales podrían considerarse alternativos (dichosa palabrita) y seguramente otros bastante conservadores. No pasa nada, estoy a gusto con mis contradicciones.

D: Pienso que actualmente queda poco de esa forma de vida alternativa y rebelión. Hoy estamos todos demasiado amamonados. Y sí, mucho rockero conservador… hay algunos que se creen que viven en los 50/60 pero para mal.

R: ¿Hoy en día rebelión en la música? Ojalá, esos tiempos quedaron muy atrás. Lo de los rockeros conservadores es normal, se están haciendo muy mayores… que si el BMW… si yo te contara…

-¿Qué importancia le dais a la estética, tanto en las portadas (que son muy chulas) como en lo personal? ¿Qué importancia tiene la estética en el rock&roll?

S: La estética es muy importante para mí, las estéticas (en plural) del rock’n’roll. Pero sin caer en lo abigarrado o caricaturesco, con una cierta sobriedad y evitando lo demasiado obvio, igual que en la música. Nuestras portadas son obra del diseñador e ilustrador Pedro Perles. Me encantan, creo que aportan una visión desde fuera muy interesante, espero que sigamos colaborando.

D: De la estética de los dos últimos discos estoy muy orgulloso, Pedro Perles es un gran ilustrador y un gran amigo de los de toda la vida con el que, particularmente, me gustaría seguir trabajando. En cuanto a la estética personal y en el rock, me gusta sobria y elegante y sin mucho artificio, que el disfraz no oculte lo que hay (o no) de música.

R: Las portadas nos definen perfectamente. Pedro es un tío grande y su trabajo también.

-Cuéntale a alguien lo que hacéis en tres palabras.

R: Ruido muy alto.

D: Ven a vernos.

-Si hubieseis podido nacer en otra época y otro lugar, cuáles serían?

D: Aquí y ahora o en un futuro muy, muy lejano.

S: No soy especialmente nostálgico de otras épocas, ya no, aunque haber vivido entre mediados de los cincuenta y principios de los setenta en alguna de las mecas musicales estadounidenses, como Detroit o Nueva Orleans, habría molado lo suyo.

R: Época Romana, siglo I a.c., habría montado una banda de garage.

-Bandas de vuestra zona que valgan la pena…

S: The Hollers, Jesus Racer R’n’R Trio, Daring Blonde, Tupelo Bound, Miraflores, Guadalupe Plata, Pelo Mono, Freddie & The Filos, El Lobo en tu Puerta, Los Creyentes, Puño Americano & His Puñettes, Blackberry Clouds, Picoletones, The Seventy’s Project… me estoy dejando algunas, fijo. Sigo echando de menos a The Letizias.

D: Mi hermano no me ha dejado hueco para mucho, aparte de todas las ya dichas y en otros estilos, Leda3, Sweethearts From America, Blooming Latigo, Commonplaces, Tentudia…

-Dadme cinco canciones perfectas para una mañana de resaca y cinco para arrancar una noche de marcha.

S: La canción de resaca por excelencia es “Sunday Morning” de la Velvet, otras opciones serían “Genocide” de Link Wray, “Hey High School Baby” de Benny Joy, “Here Without You” de los Byrds o “The Makings Of You” de Curtis Mayfield. Para salir, “Heeby-Jeebies” de Little Richard, “Mama Get Your Hammer” del Bobby Peterson Quintet, “Roadrunner” de los Modern Lovers, “Wild Weekend” de los Zeros y “Nitroglycerine” de los Gories.

D: De resaca: “A Pillow Of Winds” de Pink Floyd, “Comecrudos Part III & IV” de Pontiak, “Red Pony” de Fahey, “Sleepwalk” de Santo & Johnny y “Left Your Door Unlocked” de Harlan T. Bobo. Para salir: la versión de “Mary Lou” de Oblivians with Mr. Quintron, ”I Have Known Love” de Silver Apples, “Lucifer Sam” de Pink Floyd, “Bikini Girls With Machine Guns” de The Cramps y “Do The Switch” de American Death Ray.

20-¿Qué hay después de la muerte?

R: El Vermut.

S: Después te lo digo.

21-Y lo que queráis añadir…

R: Esta semana nos podéis ver en Galicia y Portugal.

S: Gracias.

D: Un gustazo de entrevista, gracias.

No hay comentarios: