La mayor virtud del
pop es su condición adhesiva. “Pride of Egypt”, ese temazo de André Ethier es un ejemplo (poco obvio) de ello. Podríamos apuntar -es
evidente aquí- que Ethier ha escuchado con mimo a los clásicos, porque la cosa
supura dylanismo. Y, para ir más al detalle, también que el tema se da un aire
al trabajo de Dan Bejar como Destroyer. De hecho me pasé un rato intentando
saber si era una canción compuesta a medias. Pero no, aunque han compartido
escenario y es lícito suponer una polinización de ida y de vuelta. Podríamos
indicar que es de maestros saber mantener el interés de un tema durante seis
minutazos en una época en la que las canciones se suelen paladear unos pocos
segundos y a otra cosa. Y junto a ello, declarar que como letrista Ethier es
fino y capaz de mezclar con fluidez el mito y la realidad, lo universal y lo
cotidiano: si en nuestra anterior entrega Julian Cope nos ofrecía un salmo en
forma de fanfarria sobre una huida vital al sur, aquí el canadiense trae en
bandeja una reflexión -no menos críptica, y probablemente metafórica en parte-
sobre el pueblo elegido, sus cuitas en Egipto, su paso por la historia, sus
fijaciones y sus culpas presentes. Podríamos, en fin, despiezar la canción, sus
detalles, sus motivos, sus similitudes, sus trucos; hablar incluso del solo que
se despliega pasado el minuto tres, con perezosa furia, redondeando la jugada y
desembocando en esa frase cantada con una pasmosa sensibilidad que dota de
contenido a palabras de por sí anónimas: “Oh, puedes sacarme, sí, puedes
llevarme contigo cada vez que salgas de compras…”. Podríamos hacer todo eso, pero
las autopsias no sirven para organismos vivos. No explican esa condición
adhesiva de la que hablo y que hace que un tema se quede contigo durante
semanas, meses o años; que lo canturrees por lo bajo mientras te aburres en
sociedad, que los masculles en tus viajes diarios por los patios traseros, que
lo cantes en alto cuando estás solo, como para probar como le sienta a tu voz
ese prodigio.
Ethier fue grande con los ya legendarios Deadly Snakes, un
grupo que empezó facturando un garaje esforzado y brillante pero que mutó hasta
convertirse en una especie de The Band del siglo XXI con el tremendo “Porcella”
(2005) y de inmediato se disolvió. No tengo ninguno de sus discos posteriores,
aunque me los han recomendado más de una vez, y tampoco he leído mucho sobre
él, después de aquellos días de gloria. Su presencia en internet es escasa y
tiene pinta que es uno de esos sabios a los que el relativo anonimato agrada
más que estorba.
Así pues, no hagan ruido. Guarden el secreto.
Y escuchen la canción.
(aquí otra esforzada transcripción de oído y acaso no exenta
de errores)
Pride of
Egypt
Well, take your time
Take all the time you need to get settled
But you’re not a child
No, you’re not
Yehova’s posessed you
to believe you ever owned the desert
Let’s celebrate
Yes, let’s celebrate
With an avalanche of stones
That you’re a rival
When I press my black lips to your Hebrew nose
I just can't help but feel for the sphinx
She was once the pride of Egypt
Oh, take
your chance on me
Well the sweets call out to the swiss
Put your money where your mouth is
We’re starving over here
Yes, we’re starving for expansion
Turn the cameras on us
Lets’ patronize somebody
Yes, and let’s rewrite all the myths
that led us
up here
And when the stars above on the atmosphere
And the roads lead not to Rome
But to Olympus
We can all be brought to justice
Yes we can
Put a line
right through my name in your diary
I can see you
Yes I can see you
But I can’t afford the suppression of your memory
I’m a ghost to you
Yes and I’m hunting your people’s collective memory
And we can house the refugees in the pyramids
But there’s no accounting for the numbers
We can’t
build a tomb around those figures
Ohhhhhh, alright
Oh now
Oh you can take me out
Yes, you can take me with you every time you go shopping
But let’s victimize somebody, right now
Well, you know what it takes to stone a martyr
I’m a fool for you
Yes I’m a fool to think that you’ll ever let me have you
But if there was ever a better friend
Let me be you, I would like to meet him
I was once the pride of Egypt
Yes I Was
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